Un colectivo alemán orientado hacia la música de baile (con influencias claras del house, acid house y disco), que se estrena con un larga duración de sonoridad plenamente electronica, con bases rítmicas construidas con Roland TR 707, líneas de bajo con un buen volumen y aftmósferas oscuras y misteriosas, todo ello fabricado con una combinación de instrumentos sintéticos y reales. El disco contiene diez canciones, masterizadas por Kelly Hibbert, que se disfrutan mejor en la pista de baile (deshinibidos y con ganas de vivir la vida loca) que en casita (reposadamente y dejando que la música entre por los poros).