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Después de editar unas maquetas que fueron todo un éxito en el undeground sevillano, Haze fichó por Universal y grabó un disco para el que contó con todo el apoyo de su compañía... Killer B como productor y un montón de músicos participando en las bases musicales. El resultado fue un disco sobresaliente, donde Haze aportaba rimas creíbles, sentidas y de un espíritu callejero nada forzado, mientras la parte musical fusionaba de forma brillante el Hip Hop con muchos elementos del flamenco.
El disco fue reconocido como mejor disco Hip Hop del año 2004 por la SGAE. Un premio que para nosotros no tiene ningún prestigio especial, pues los resultados en muchas ocasiones son sonrojantes. Pero desde luego "Crónicas del Barrio" era un buen disco.
Eso sí... la carrera de Haze empieza a dar "miedo". Y es que Haze está en una encrucijada de difícil salida. Por una parte su disco y su figura no ha sido bien recibida por gran parte de la comunidad Hip Hop, que le rechaza como ajeno al movimiento. Algo que desde nuestro punto de vista nos resulta totalmente injusto, sobre todo cuando para descalificarle se le asimila a Junior. Con éste comparte ciudad de origen, algo común con otros muchos grupos, y ante todo comparte sello discográfico, pero artísticamente no tienen nada que ver: Junior es para nosotros un cantante de música comercial, sin demasiado talento, y Haze es un rapper que hace buenas letras, con una voz convincente y que tiene talento para hacer mejores cosas en el futuro. Pero por otra parte su sello discográfico parece empujarle hacia una carrera paralela a la de Junior... Si sus letras son más duras, da la impresión que quisieran domarle.
La publicación de esta reedición de su disco, parece querer demostrar eso. Lo que se ha hecho ha sido mutilar el álbum original, quitándole seis temas y sustituyéndolos por nuevos. ¿Porqué se hace tal cosa con un disco que había recibido un buen reconocimiento?. Desde luego habría sido más coherente editar un EP o un mini-LP con los temas nuevos. En todo caso, un consejo para quien se quiera hacer con la música de Haze... que busque la primera edición: era mucho mejor.
La primera pista de la nueva versión del disco es "Mi alma (no quiero dinero", un corte en el que han unido su música a la de Andy & Lucas, dúo de éxito entre la juventud temprana (y no demasiado preocupada por la calidad de la música) practicando una suerte de rumba-pop muy ligera. El dúo solo aparece en los estribillos, aportando unas estrofas dulzonas totalmente prescindibles. El rap de Haze es correcto. Y hay que reconocer que J.C. Moreno, que produce los nuevos temas, ha hecho un buen esfuerzo fusionando los dos estilos lo mejor posible.
La siguiente pista es un skit. Le sigue "Qué de personajes!", nueva versión del tema contenido en la edición original, con El Arrebato. La base es totalmente distinta, las dos "molan", y la aportación de El Arrebato se puede considerar anecdótica, pues brillan más los coros, "loopeados", de Mesalia.
La cuarta pista es otro skit. La quinta es un reggaeton con Loko en los estribillos. Se llama "La potencia pa´ tu carro" y aunque desde luego parece muy oportunista hacer una canción de este estilo justo al principio del verano pasado, cuando el género en su versión más comercial llegaba a España, también es cierto que un tema bastante bueno, con una letra que no cae ¡¡afortunadamente!! en los tópicos eróticos y/o machistas.
La sexta pista es "7 Virgenes", tema central de la película del mismo título, muy en la línea de las canciones ya conocidas de Haze... rap con arreglos flamencos, voz femenina también flamenca en los coros, y un rap serio con una letra descriptiva sobre vidas sin rumbo perdidas en el lado marginal de la sociedad.
A partir de aquí se incluyen "El Bola", "Superestrella", "Mi flamenquito", "Pa´ti, cariño", "Oro blanco", "Satisfuktion", "Un poco de estilo" e "Injusticia". En versiones idénticas a la de la primera edición.
Haze es un rapper con talento, esperamos que sus decisiones personales le lleven por el lado de seguir haciendo buena música... fusionar flamenco con Hip Hop, como en su momento hicieron Pata Negra fundiendo rock, blues y flamenco, es una vía válida y que puede dar buenos resultados artísticos, pero corre el peligro de acercase a la parte más pachanguera y superficial.
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