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Oskar Sánchez y Palacios dirigen el programa Noche Rock, un espacio radiofónico emitido desde una pequeña emisora en Cabezón de la Sal en Cantabria, que a pesar de no abarcar con su cobertura a toda la región, está logrando una merecida popularidad gracias a la sinceridad de su planteamiento. En principio nació como un programa de metal y rock duro, y en teoría lo sigue siendo, pero tienen la suficiente apertura de miras y sentido del humor para programar todo tipo de música. Incluso un disco de rap ha llegado a ser "disco de la semana" en su programa.
Dentro del planteamiento del programa está, como uno de los objetivos fundamentales, el apoyar a los grupos de la región y por allí han pasado casi todos ellos. Además Noche de Rock es colaborador activo de otras iniciativas que están impulsando la música en Santander y Cantabria, trabajando de forma coordinada con Estela Rock, los festivales Músico Cántabro Busca y cualquiera que tenga una buena idea en esa línea.
Ahora que ya llevan nueve años en activo, solo uno menos que La Factoría del Ritmo, han publicado un disco recopilatorio vinculado al programa con el que muestran a quince bandas cántabras y los distintos estilos que allí se practican.
Sez-Naus (metal pesado), Karonte (trash/death/doom), Lunática (rock), Salamandra (rock sinfónico), Marcelus Wallace (funk-rock), Pablus Dog (rock callejero), Extravagancia (rock casi progresivo), Cronómetrobudú (metal), Reyerta (rock urbano), Toumai (metal), Frontline (metal), Insidia (death melódico), Banshee (metal progresivo), Stupfacientes (punk y hc melódico; con una versión de "My name is Luca" de Suzanne Vega Reconvertida en Nucka) e Insigne (rock melódico), son las bandas que se recogen en el disco.
El álbum está muy bien presentado, con unos extensos créditos, que incluyen una fotografía, un texto y direcciones de cada grupo, además de una introducción de Oskar Sánchez presentando el disco.
La calidad de sonido de los cortes es desigual, pues algunos grupos cuenta con pocos medios para registrar sus canciones, pero en general es más que aceptable. El disco se vende a un precio reducido, cinco euros, y todos los beneficios se reparten entre los propios grupos.
Desde luego una buena recopilación para saber que se cuece en el underground musical cántabro, en su vertiente más dura. Desde aquí animamos a Noche de Rock a seguir adelante con su programa y confiamos en que la suerte les depare una mayor cobertura radiofónica de su programa. Se la tienen bien merecida.
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