Una colección de 74 haiku, en la que el autor recoge instantes de su vida, encuentros con personas que le influyeron y visitas a lugares que le dejaron huella.
DEL VIENTO POÉTICO DE CHABI
Chabi Angulo, maño de adopción, canario de orígenes, de retiro literario estos días con una buena cartera de proyectos, es escritor, poeta, devoto de Darío, su hijo de cuatro meses y de su compañera.
Fiel amigo donde los haya, excelente escritor, con relatos en antologías, poeta, autor de 74 brisas de la Luna, un libro que me ha reglado y dedicado y en el que la poesía es habitat sin estridencias, pero con el ruido humanista de la existencia y el espíritu lírico como mantra diverso.
ENCUENTRO
Expocom de Zaragoza, 10 y 11 de octubre, de 2013. Los amigos de La Comunidad Stargate, me invitan a que presente mi proyecto La Desaparición del Vampiro y a tener mi stand y el de Florean Ediciones –Salamanca- durante un par de dias.
Llego en autocar, voy al albergue y en un bus me planto en uno de esos barrios, guettos, muy concretos que quedan por España.
Trato excelente, amistad. Risas, ventas de libros, me visita el amigo y escritor, David Rozas Genzor, fotografías, cerveza, libros dedicados, material, contactos, acuerdos, comentarios y, al fin, conozco a Chabi con el que departiré hasta las ocho de la noche del viernes 11 de octubre y me acompañará a la estación de Las Delicias donde un autocar de madrugada me deja en Barcelona para ir al día siguiente a Sitges, a dar una charla con el escritor Pedro L. López, en la carpa de Fnac, en el hotel Melià, invitados por la organización del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges.
El tiempo con Chabi no tuvo desperdicio y fue genial y encima me leí su viento poético, como también ya he dado cuenta del libro de relatos del colega David Rozas.
BRISAS
Una dedicatoria personal que me emociona y una nota del autor de brisas, distancias y testimonios, eso son sus haykus de experiencia y cultura de vivencias de un francotirador poético.
De 1 a 18 –los haykus van numerados-,, líneas sin límite, referentes, estragos, siendo el número tres magnífico sublime. En el 5, inmovilidad, quietud, catattonia, hartura, para seguir en los siguientes haykus con magnitud y magnificencia, trascendencias de la sabia modestia, hilos de sentimientos, espíritus de angustias, y la palabra como medicina propia contra lo hermético. Algo de misterio, amor guiado en miradas, buenísimo el nº 14 en esas aguas estancadas, raíces y semillas posteriores y un perderse en territorios.
SATÉLITES PROPIOS E IMPROPIOS, SIEMPRE DE ENTORNOS
De 19 a 42, aritmética existencial. Chabi nos traspasa sus huellas y da transparencias y misterios. Amor, guías, contrastes de vacíos, texturas, desafíos, líneas para no ir a tientas (nº24)., seguidos de gritos de nostalgias, certezas, sonidos, barullos “sordos”, como muy bien nos expone, soledad y encuentros, alusión de pueblos en el n0 31, seguido de alegoría poética, languidez, tamices del tiempo, franquezas, lujurias de sentimientos, consciencia de la realidad lunar, o no, de la vida, impiedad en el nº 38, con viaje por una reciprocidad existencial, deseos, ahogos, delirios y desconsuelos. Y ahí el verso es el amortiguador, pero sin recelos.
LANCES Y LAZOS DE LAS BRISAS
Entramos del 43 a 60 con melodías en claroscuro, un acertijo, el nº 45 que me inspira este aforismo express: No se atrapa la velocidad y se escapa la vida 13 de octubre, Barelona, Julián Sánchez Caramazana, domingo, 13 d octubre de 2013, Los Ancares), seguido de pasajes fúnebres, reconocimiento de esas necedades que nos rodean, disquisiciones, la cruda realidad en el nº 49, entregándose Chabi, desde el viento de sus Lunas al amor, a decirnos que la libertad ha sido asesinada, torpezas, no son crueles, y silencios, vientos de una seducción y sintonía musical, lazos de vida siniestra, a ratos, horizontes líricos, e ironías de los espacios.
El poeta en el nº 59 nos da su aire propio para añadir un lazo de sal en el siguiente.
MÁS AIRES DE LAS BRISAS Y LA LUNA
Del 61 al 74 nos tropezamos con la base lunar de la lírica y las miradas que son el decir de los versos, con un teclado romántico, el dormitar de los versos, una introspección con latidos de fuera, tramas al ralentí, luz entre claroscuros enajenados (nº67), maniobras de las distancias de cuna, tramos de amistad, inundaciones diversas, comunicación, amplitud de los sonidos de la amada en un bello y contundente Nocturno como es el número 72.
Cierra Chabi el poemario con un tronar dialéctica y una firma concreta. Cierro yo la puerta del bar, cojo un autobús, suspiro entre el calor de la madrugada barcelonesa, entro en otro bar, releo, sonrío, saludo a una amiga china, y creo que el tiempo y el viento nos permitirá a Chabi y a mí reunirnos entre un libro juego y La Soledad del Zombi, mi saga que despunta su segundo libro de horror, terror y fantasía.
Saludos, abrazos y cervezas, salud y poesía, salud y anarquía, Zaragoza, Barcelona, del 11 a l 17 de octubre de 2013.
Julián Sánchez Caramazana
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 25 (sección: Publicaciones).
