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A lo mejor suena bestia y seguro que hay a quien no le suene bien pero es autentico "metal" con sentimiento de rabia, algo que intenta luchar contra la rutina y a la vez se alimenta del odio infundido por el hombre. Te puedo garantizar que en el interior de toda gente hay un pedacito de Opium Relax, que te puede gustar o no, pero su música está hecha para todo el mundo. La moraleja que sacamos de todo esto es: "Vivas muchos años o vivas pocos, haz lo que te salga del rabo, sé libre y disfruta, hijoputa". Tras muchos conciertos aquí y allá en estos dos años, ahora ve la luz su segundo trabajo (autoproducido) titulado "Distimia". En el que junto a su habitual brutalidad podemos ver un millón de matices más.
Parece ser, que al igual que pasa en otros países, en España comenzamos a interesarnos por hacer un rock diferente, olvidándonos del heavy de siempre para empezar a abarcar otros sonidos que parece, van gustando al público mayoritario.
De esta forma, y casi sin quererlo, hacemos un alto en el camino para cruzarnos con una nueva y joven formación, que parece viene dispuesta a hacer mucho ruido. Su nombre es Opium Relax, son de Madrid y vienen cargados de fuerza.
Lo primero que vemos al escuchar el álbum, es que la banda ha querido jugar con las emociones, primero con unas letras intimistas, reivindicativas en momentos dados, dotando al conjunto de estribillos muy pegadizos, de un rock enérgico que tanto jugo parece dar a muchas bandas actualmente.
En general el disco es un trallazo, donde no dan ni un momento de respiro, atacando con cortes muy poderosos, como "Vaya humanidades", "cuerpo presente", o el pesado "Oídos ciegos", que se ve apoyada por unas guitarras muy metálicas, y una áurea muy clásica, donde dejan ver ese gusto por el metal nacional de antaño. Destacar un bonito tema algo más lento quizás, titulado "Desesperación", sin duda uno de los más emotivos del plástico.
En definitiva, Opium Relax han conseguido superar con creces sus anteriores trabajos, y mostrarse como una banda al auténtico "metal", un disco directo, nada rebuscado, pero del que saldrás más que satisfecho. Con paso firme.
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