Fiesta celebrada en la sala París15, en el Polígono Industrial San Luís, de Málaga. Participaron los grupos La Quinta Del Sordo, The Castro Zombies And The Mutant Phlegm, The Smoggers y La Pila Punk.
La presentación de un disco es siempre motivo de alegría. Y si es un disco editado por una compañía independiente, aún más. Y si ese disco se edita para dar a conocer a dieciséis de los grupos más frescos que deambulan por los diferentes antros de ensayo de la provincia de Málaga, es ya el acabóse.
El volumen 2 de Collector’s Series es igual de variado e impactante que el primero, dando continuidad a la iniciativa del caballero Ferri de poner en circulación a bandas que merecen salir del local para labrarse una carrera en el terrible mundo de la música.
Para presentarlo, se organizó un concierto con cinco de los grupos participantes en la alejada sala “París15” del Polígono Industrial San Luís de la capital. Por desgracia, una lesión impidió actuar al grupo de Heavy Rock forajido El Bueno, El Feo y El Malo, ennegreciendo la noticia del fallecimiento de Eto Morales, miembro de otra de las bandas participantes en el disco, Operación Mutante, a quien todos los grupos dedicaron sus actuaciones de esa noche.
El reajuste de los horarios permitió que la sala se fuese llenando cómodamente. El primer grupo en actuar, La Quinta Del Sordo, captó la atención de casi cien personas con su hard rock cargado de blues, energía y buen hacer. La alternancia de temas de su disco MMXI como Infierno, Libre, Revolución o el incluído en el Split Pensando En Ti con versiones de I Just Wanna Make Love To You de Willie Dixon o Born To Be Wild de The Troggs levantó el espíritu de los asistentes y los preparó para las tres descargas restantes.
The Castro Zombies And The Mutant Phlegm hicieron su particular homenaje a Eto Morales saliendo los tres miembros a tocar enmascarados. Comenzaron con el tema del split Gothic Chick para repasar lo mejor del anterior split 2X1=3 con Butthead, Destrozando El Olvido y Bathroom Girl, entremetiendo su versión de Astro Zombies de The Misfits, rebautizada como Castro Zombies. Su Punk Rock de la vieja escuela hizo moverse a las doscientas personas que se agolpaban en la parte frontal de la sala con canciones como Wipe The Cabin, Estoy Harto, Sergio o sus afamadas versiones del I Walk The Line de Johnny Cash y del tema central de la película Amadeus. También asistimos a la presentación de un nuevo miembro, la cantante y showwoman Black Panther, que no paró de animar al respetable desde el escenario, y tras él, realizando además una estupenda labor de acompañamiento vocal. El show acabó con dos grandes temas desarrollados en el último año, Striptease En Canillas y Bandgeschichte; entremezcladas con las versiones de Cicatriz y La Frontera: Aprieta el gatillo y Cielo Del Sur, que auguran una larga y sólida trayectoria a esta banda malagueña sin complejos.
Los buenísimos comentarios que me habían llegado por parte de Ferri del combo The Smoggers habían generado bastantes expectativas en los oídos del que suscribe. Y las superaron ampliamente. Su Garage crudo y ácido con influencias del Surf y del Rock and Roll más Underground harían revolverse de gozo en sus tumbas al mismísimo John Bonham y al inigualable Jim Morrison. Temas como Silent Spring, Dirty Lives, Come On Now, Set Me Free o Stricnine lo certifican, y canciones como Can’t Live Without It, 1-2-5 o la incluída en el disco The Losing Game desataron toda la energía de las casi trescientas almas perdidas allí congregadas. Tienen un gran futuro por delante, y se lo merecen.
La velada acabó con la actuación de La Pila Punk, otro grupo malagueño de Punk Rock con bastantes horas de vuelo. La banda suena muy sólida y cohesionada gracias al buen hacer de sus integrantes en canciones como la inicial Somos Lo Peor, Mundo Loco, Salón De Té, o sus clásicos Loko Por Inkordiar, Voy A Suicidarme y Kadenas. Tras un blues con tintes ramonianos, la velada acabó con una terna demoledora para Marisol (ex Castro Zombies), que demostró ser la Torry Castellano española: No, Un Mundo Feliz, Baldosas y Ponte a luchar, incluida en el disco que se presentaba. El público no paró de saltar, bailar, correr y saltar aún más durante toda la actuación.
La satisfacción tanto de bandas como de público era notable a la salida de la sala, donde muchos coincidimos en calificar la gran noche que acabábamos de vivir como un hito en la lucha del esfuerzo contracorriente y contestatario que deberían llevar a cambiar el mafioso sistema discográfico existente en la actualidad.
Espero que este tipo de iniciativas, tanto discográficas como promocionales se puedan seguir celebrando en este país de triunfitos y chaquiras.
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Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 25 (sección: Reportajes).
