Ozzy Osbourne: Maestro de lo macabro… y arquitecto del metal oscuro.

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Leyenda del metal para los aficionados al género y estrella de los "realities shows" para otro sector el público, nos dejó por sorpresa el pasado 22 de julio de 2025.

En este reportaje repasamos los inicios musicales del artista, así como el contexto cultural de la década en el cual se desarrolló su explosión mediática. Conoceremos influencias, artistas del mismo movimiento y colaboraciones en otros medios audiovisuales.

En la década de los 60, mientras el rock comenzaba a explorar territorios más sombríos y provocadores, el mundo del cómic vivía su propia revolución estética gracias a Warren Publishing, una editorial que desafió la censura del Comics Code Authority y dio vida a revistas como Creepy, Eerie y Vampirella. Fundada por James Warren en 1957, la editorial apostó por un formato de revista en blanco y negro que le permitió abordar temas prohibidos en los cómics tradicionales: horror gótico, violencia, erotismo y lo sobrenatural.

Estas publicaciones no solo recuperaron el espíritu de los míticos cómics de EC Comics como Tales from the Crypt, sino que lo elevaron con un nivel artístico sin precedentes. Los relatos eran presentados por anfitriones siniestros —el Tío Creepy y el Primo Eerie— que, al igual que el Crypt Keeper, introducían historias macabras con humor negro y sarcasmo.

Ozzy Osbourne : Maestro de lo macabro… y arquitecto del metal oscuro.La fuerza visual de Creepy y Eerie residía en sus ilustradores, verdaderos maestros del terror gráfico, que entre los mas reconocidos nos encontramos a Richard Corben y Bernie Wrightson.  Con su estilo musculoso, psicodélico y expresivo, Corben aportó una dimensión visceral al horror. Sus historias como Niño y Den fusionaban ciencia ficción, erotismo y pesadilla. Su uso del color y la anatomía exagerada influenció tanto a artistas visuales como a músicos del metal progresivo y psicodélico. Bernie Wrightson fue cocreador de Swamp Thing y colaborador habitual de Warren. Wrightson era un virtuoso del claroscuro. Su trabajo en adaptaciones de Edgar Allan Poe y relatos góticos definió el estándar del cómic de horror. Su estética influyó directamente en portadas de discos, como las de Iced Earth o Opeth, y en la imaginería de bandas como Type O Negative.

Otros nombres como Frank Frazetta, Steve Ditko, Alex Toth y Joe Orlando también dejaron huella, creando portadas e historias que rivalizaban con el cine de terror de la época.

La estética de Warren Publishing no se quedó en el papel. Su impacto se extendió al cine en películas como Creepshow (1982), escrita por Stephen King y dirigida por George Romero, el cual fue un homenaje directo a Creepy y Eerie. También esa estética se vio reflejado en la música. Bandas como Black Sabbath, Alice Cooper, King Diamond y Rob Zombie adoptaron la narrativa visual de Warren: portadas inquietantes, personajes grotescos y letras inspiradas en lo oculto y lo macabro.

Ozzy Osbourne : Maestro de lo macabro… y arquitecto del metal oscuro.Dichos grupos adoptaron una estética en el cual abusaban de un maquillaje teatral, los escenarios lúgubres y los personajes de ultratumba en sus conciertos de metal extremo, obteniendo dichas raíces en el arte de Warren. Echando la vista atrás, Creepy y Eerie no solo fueron cómics: fueron manifiestos visuales del horror, que alimentaron la estética de toda una generación de músicos, ilustradores y cineastas.

En paralelo a lo anterior, y a finales de los años 60 y principios de los 70, el rock comenzó a abrazar una estética más oscura, teatral y provocadora. Artistas como Alice Cooper, apodado el “Padrino del Shock Rock”, introdujeron elementos de terror en sus espectáculos: guillotinas, serpientes, maquillaje siniestro y escenografías sangrientas. Su álbum “Welcome to My Nightmare” (1975) fue una fusión perfecta entre horror y rock teatral.

Este movimiento y estética no solo se nutría de la música, sino también de la cultura visual siendo las revistas de cómics de Warren Publishing, como Creepy y Eerie un claro exponente de lo anterior y ofreciendo relatos gráficos de horror gótico, monstruos y lo sobrenatural. Estas publicaciones, compartían con el rock una fascinación por lo macabro, lo grotesco y lo transgresor.

En 1969, Ozzy Osbourne se unió a Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward para formar Black Sabbath, una banda que cambiaría para siempre el panorama musical. Inspirados por películas de terror, lo oculto, la guerra, la locura y el apocalipsis y experiencias personales, como la visión de una figura oscura en la cama de Butler, crearon canciones como “Black Sabbath”, “Iron Man” y “War Pigs”, que mezclaban riffs pesados con letras apocalípticas.

La estética de Black Sabbath era sombría, con portadas inquietantes y una atmósfera sonora que evocaba lo oculto. Ozzy, con su voz aguda y presencia enigmática, se convirtió en el rostro del Heavy Metal Oscuro. El horror dejaba de ser marginal para convertirse en protagonista, y Ozzy sería uno de sus sacerdotes más devotos.

Tras ser expulsado de Black Sabbath en 1979 por sus excesos, Ozzy cayó en una espiral autodestructiva. Pero con la ayuda de Sharon Arden, renació como solista. Su primer álbum, Blizzard of Ozz (1980), incluyó himnos como “Crazy Train” y “Mr. Crowley”, este último inspirado en el ocultista Aleister Crowley.

Ozzy, con su voz aguda y su presencia errática, se convirtió en el “Príncipe de las Tinieblas”, un apodo que abrazó con gusto. Su estética como solista se volvió aún más teatral y macabra. Su teatralidad no era tan elaborada como la de Alice Cooper, pero sí visceral: desde su andar errático en el escenario hasta momentos icónicos como morder la cabeza de un murciélago en pleno concierto (acto que él pensó que era un juguete). Usaba maquillaje gótico y vestía como un personaje salido de Creepy. Su imagen se convirtió en icono del horror musical.

Aunque ambos artistas comparten una estética oscura, sus enfoques escénicos son distintos. Mientras que Alice Cooper tenia un planteamiento mas teatral, coreografiado  y narrativo, y utilizaba elementos como guillotinas, serpientes y maquillaje dramático, Ozzy era lo opuesto: puesta en escena caótica, espontánea y provocadora, y utilizaba una narrativa mas visceral y emocional, todo ello acompañado de su trono gótico y palomas. Caminar descalzo por el escenario, mirar al vacío entre otras excentricidades lo convirtieron en leyenda. Ozzy se apoyaba en su energía cruda y errática, mientras que Alice construía espectáculos con guiones, personajes y escenografía. Ambos compartían el gusto por lo macabro, pero Alice era más actor, y Ozzy más fuerza bruta.

No existió una rivalidad directa entre Ozzy y Alice Cooper. De hecho, eran amigos y se respetaban profundamente. Alice Cooper rindió homenaje a Ozzy en varias ocasiones, describiéndolo como un “showman inigualable y un ícono cultural”. Incluso colaboraron en canciones como “Hey Stoopid” y “Wake the Dead”.

Ozzy y Alice son dos caras de una misma moneda: el horror como espectáculo musical. Mientras Alice construía escenarios como si fueran películas de terror, Ozzy encarnaba el caos y la oscuridad en carne viva. Ambos han influido en generaciones de artistas, desde Marilyn Manson hasta Ghost, y su legado sigue resonando en cada riff tenebroso y cada puesta en escena que desafía lo convencional.

Todo lo anterior relacionado con este movimiento musical y estética macabra se refleja y aprecia perfectamente en los primeros discos de Ozzy en solitario.

Ozzy Osbourne : Maestro de lo macabro… y arquitecto del metal oscuro.Blizzard of Ozz (1980).

Este disco supone un debut en solitario por todo lo alto e independencia artística tras su salida de Black Sabbath. El disco mezcla lo melancólico y oscuro conjuntado con virtuosismo y técnica, esto ultimo gracias a la guitarra de Randy Rhoads. Inolvidables las canciones “I Don´t Know”, “Crazy train” y “Mr. Crowley” entre otras. Este disco es una pieza angular del genero considerandose el mejor trabajo de Ozzy fuera de Sabbath. La portada muestra a un Ozzy arrodillado en el suelo, con una cruz en la mano y envuelto en una capa estilo vampiro. La imagen evoca rituales, redención y teatralidad.

Ozzy Osbourne : Maestro de lo macabro… y arquitecto del metal oscuro.Diary of a Madman (1981).

Segundo álbum en solitario de Ozzy, lanzado en octubre de 1981. Fue el último con el legendario guitarrista Randy Rhoads, quien falleció trágicamente en 1982. Nos encontramos con una portada teatral con Ozzy en un entorno gótico, rodeado de símbolos ocultos y fuego. Su hijo Louis aparece en la imagen. Cuenta con canciones destacadas como “Over The Mountain”, “Flying High Again” con tintes autobiográficos y “Diary of a Madman.  Este álbum vendió más de 3 millones de copias y es considerado uno de los mejores trabajos de Ozzy. Un álbum que mezcla lo neoclásico con lo siniestro

Ozzy Osbourne : Maestro de lo macabro… y arquitecto del metal oscuro.Bark at the Moon (1983).

Primer álbum tras la muerte de Rhoads. Portada icónica con Ozzy transformado en hombre lobo bajo la luna llena. Inspiración directa del cine de horror clásico.  Una oda al horror clásico. Nos encontramos con canciones destacadas como “Bark at the Moon” siendo el tema principal con un  videoclip memorable, “So Tired” y “Rock ‘n’ Roll Rebel”.

Ozzy Osbourne : Maestro de lo macabro… y arquitecto del metal oscuro.The Ultimate Sin (1986).

Cuarto álbum en solitario, con fuerte influencia del glam metal. Ozzy venía de una rehabilitación en Betty Ford. Dicho disco cuenta con una portada ilustrada por Boris Vallejo, con Ozzy en un paisaje infernal junto a una figura demoníaca femenina. Nos encontramos con canciones como “Shot in the Dark”, “Killer of Giants” y “The Ultimate Sin.

Ozzy Osbourne : Maestro de lo macabro… y arquitecto del metal oscuro.No Rest for the Wicked (1988).

Primer álbum con el guitarrista Zakk Wylde, marcando una nueva era sonora. Nos encontramos con una Portada conceptual con Ozzy como figura mesiánica, y rodeado de niños demoníacos, en una escena que recuerda a los cómics de Eerie. Canciones destacadas: “Miracle Man”, “Crazy Babies” y “Bloodbat in Paradise”. Este disco incluye una pista oculta Hero, no listada en la edición original.

A partir de este disco “No Rest for the Wicked”, Ozzy emprende una transformación sonora que lo mantiene relevante durante mas de tres décadas: una etapa con Zakk Wylde donde se introducen riffs mas pesados y técnicos conjuntando con sonidos agresivos y melódicos al mismo tiempo y letras provocadoras y personales. Continua con otra etapa de exploración melódica y moderna a través de los discos Ozzmosis (1995), Down to Earth (2001) y Black Rain (2007) donde se reflejan preocupaciones sociales y personales incorporando elementos alternativos. Finalmente pasa por una etapa de renacimiento colaborativo con los discos Ordinary Man (2020) y Patient Number 9 (2022), con momentos de introspección y colaboración con leyendas de la música y experimentando con sonido y estilos clásicos.  Pero todo esto es parte de otra historia ….

Respecto a las colaboraciones, podríamos decir que el “Príncipe de las Tinieblas” no ha descartado unirse a otros “demonios” musicales.  A lo largo de su carrera, Ozzy Osbourne ha compartido micrófono con artistas que, como él, han explorado los rincones más sombríos del rock, el metal y hasta el hip-hop. destacando entre otras las siguientes:

Hellraiser” conjuntamente con Lemmy Kilmister (Motörhead).

Iron Head” con Rob Zombie, con un estilo industrial metal con tintes de horror cinematográfico.

Shock the Monkey” con Coal Chamber, en la cual realizan una versión (oscura) del clásico de Peter Gabriel, transformándola en una pieza nu-metal con tintes góticos.

This Means War!!” con Busta Rhymes, fusionando hip-hop y metal

Led Clones” con Gary Moore, donde hacen una critica a las bandas imitadoras del estilo Led Zeppelin.

Nowhere to Run” con Crystal Method, DMX y Ol’ Dirty Bastard, electrónica, rap y metal en una mezcla caótica y distorsionada.

Buried Alive” – con Rick Wakeman (Yes), en esta ocasión practican un rock progresivo sinfónico con atmósfera gótica.

Close My Eyes Forever” con Lita Ford, balada oscura: una de las canciones más melancólicas y sombrías de Ozzy

Take What You Want” con Post Malone y Travis Scott, fusionando el trap con el rock con solos de guitarra al estilo clásico de Ozzy.

Crucify the Dead” con Slash, como no podía ser de otra manera, nos encontramos con guitarras afiladas y voz espectral de Ozzy.

Estas colaboraciones demuestran que Ozzy Osbourne no solo es un ícono del metal, sino también un catalizador de oscuridad que ha sabido adaptarse y brillar junto a artistas de todos los géneros. Desde duetos góticos hasta fusiones imposibles, su voz ha sido el hilo conductor de lo macabro en la música moderna.

No podemos olvidar las incursiones de Ozzy en otros medios siendo la mas destacable la TV, pero no menos interesante su participación en los cómics y en los videojuegos.

En 2021, DC Comics lanzó una edición especial de su saga Dark Nights: Death Metal, titulada Band Edition, en la que colaboraron con siete bandas icónicas del heavy metal. Ozzy Osbourne fue uno de los protagonistas de esta iniciativa, junto a grupos como Megadeth, Ghost, Opeth y Sepultura. El número 7 de la serie contó con una ilustración protagonizada por Ozzy, realizada por el artista Marco Mastrazzo, fusionando su imagen con el universo apocalíptico del cómic. Como contenido adicional se incluía una introducción escrita por Ozzy y una entrevista exclusiva, conectando su visión artística con el tono oscuro y épico de la saga.

Dark Nights: Death Metal, escrito por Scott Snyder y dibujado por Greg Capullo, narra un multiverso conquistado por el “Batman que ríe”, donde la humanidad lucha en un paisaje infernal. La estética encajaba perfectamente con el imaginario de Ozzy. Esta colaboración fue un homenaje mutuo: DC celebraba el legado del metal, y Ozzy se integraba como figura icónica en un universo que comparte su amor por lo macabro y lo épico.

En el videojuego Brütal Legend (2009), desarrollado por Double Fine y dirigido por Tim Schafer, Ozzy Osbourne interpreta al Guardián del Metal, un personaje clave que ayuda al protagonista (Eddie Riggs, interpretado por Jack Black) a mejorar sus habilidades y equipo.

El personaje está inspirado en la estética clásica de Ozzy, con guiños a su etapa más teatral y oscura. Su voz y actitud aportan humor y autoridad a la interpretación. También presta su voz a Dadbat, un murciélago parlante que aparece en una misión secundaria, haciendo referencia al famoso episodio del murciélago en su carrera.

Brütal Legend es considerado un tributo al heavy metal, con más de 100 canciones de bandas legendarias y cameos de figuras como Lemmy Kilmister, Rob Halford y Lita Ford. La participación de Ozzy consolidó su papel como embajador del metal en el mundo interactivo.

Ozzy Osbourne no solo ha redefinido el heavy metal, sino que lo dotó de una estética única: el horror como arte, lo macabro como espectáculo. Su influencia se extiende a bandas como Marilyn Manson, Slipknot, Ghost y Avenged Sevenfold, que adoptaron su teatralidad y oscuridad. Además, su impacto cultural va más allá de la música: desde cómics hasta reality shows, Ozzy se ha convertido en un ícono pop del terror moderno. Ozzy Osbourne: maestro de lo macabro, arquitecto del metal oscuro y eterno embajador del horror en la música. Su legado vive en cada riff tenebroso, en cada portada inquietante y en cada alma que encuentra belleza en la oscuridad.

Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo (sección: ).

Sobre los autores del artículo:

Fran Villanueva
Experto en videojuego y cómic, es un gran aficionado al grupo canadiense de rock progresivo Rush. En sus artículos explora las conexiones entre la música y esas expresiones artísticas que tanto le apasionan.

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