California y su sol son sinónimos de surf, bañadores y bikinis, algún que otro terremoto, y sobre todo música.
¿Cómo está Triptides? ¿Tenemos Triptides para rato?
Glenn (G): Pues estamos bien, siempre trabajando en nuevas cosas y ahora mismo viajando por nuevos países. En este 2025 hemos sacado dos nuevos trabajos (un LP y un EP) y estamos compartiendo esos nuevos sonidos con nuestra gente de todo el mundo.
Yo no os conocía ¿Qué podéis contarnos de vuestra historia? ¿cómo os formasteis? ¿de dónde viene el nombre? ¿influencias?
G: El nombre es una combinación de dos vocablos en inglés: trip, que significa viaje, aunque aquí está más referido tripi (risas) y tide, que es marea. Es una combinación que me gustó cuando era más joven, pues además me gusta jugar mucho con las palabras. La banda se formó en 2010 en Bloomington (cerca de Indianapolis) pero luego nos trasladamos a California porque el ambiente allí (musical, el sol, etc) era más propicio para el desarrollo del grupo que el de Indiana. Respecto a las influencias pues son muy amplias, aunque principalmente centrados en el rock psicodélico. Nos gustan desde The Beattles, pasando por Neil Young, la música progresiva, el rock hasta la música clásica, el jazz, el Dreamwave, etc.
La banda nace en Indiana pero os acabáis estableciendo en Los Ángeles, ¿qué ha ganado la banda con este movimiento?
G: Pues principalmente un nuevo modo de inspiración y una nueva ética de trabajo. En Los Ángeles hay muchas bandas musicales y trabajando muy duro y ese ambiente y esa energía se contagia entre las formaciones. No es una competición entre nosotros, sino una sinergia. Hay muchos sonidos y entre todos nos apoyamos. Formamos, por así decir, una comunidad.
Disponéis ya de 10 álbumes en vuestro haber: ¿qué diferencia hay entre aquel primer álbum Psichic Summer y el Shapeshifter de este año? ¿Podría haber tenido hueco alguna canción de aquel álbum en éste?
G: Pues la verdad es que he perdido la cuenta… (risas). En el primer álbum hay una canción llamada “Wandering” y es una de las primeras canciones que hicimos que incluía teclados. En nuestros discos más modernos tiene un papel muy relevante este instrumento, por lo que está canción no desentonaría tanto en un trabajo más reciente. Sin embargo, Psichic Summer tiene un sonido más de los 60, más surfero, más Beach Boys y lo nuevo es más progresivo, incluso con trazas de jazz. Yo estoy todo el rato escribiendo canciones y quizás mis fuentes de inspiración hayan cambiado. Ahora me fijo más en cosas psicodélicas, me flipan más las fuzzy guitars, más el sonido de los teclados.
Respecto a este último álbum: ¿hay alguna canción que defina perfectamente el sonido que queréis para el grupo, que la mandaríais al espacio para que la escucharan los marcianos y os conocieran?
G: Buff, es difícil. Quizás me quedaría con “More than a friend” y tiene muchas cosas de las que ahora mismo estoy enamorado como las fuzzy guitars, un órgano Farfisa, sintetizadores y los ritmos grooves. Si los marcianos quieren escuchar nuestro disco, pues para allá que se lo mandamos (risas).
Tanta cantidad de álbumes en menos de 15 años indica que soy muy prolíficos en cuanto a la creación de canciones. ¿Tanta facilidad tenéis para escribir música?
G: Pues es que siempre estoy escribiendo música, grabando y haciendo demos. Tengo muchos temas en la recámara. Algunos de ellos necesitan un poco más de elaboración, pero sí que tengo facilidad para imaginar y crear música. También es cierto que no soy ese tipo de persona que necesita hacer cada canción perfecta, sino que todas canciones son especiales y pueden fluir sin necesidad de ser la mejor canción del mundo. Yo no puedo estar diez años sin sacar un disco, sin mostrar mi música.
En “Far from here” suena un solo potente de guitarra para acabar la canción. ¿Os gustan también las guitarras contundentes?
G: Claro que sí. Somos fanáticos de Thin Lizzy, de Jimmy Page, de Hendrix y, por supuesto, de sus guitarras. Nos encanta combinar los solos de guitarra con nuestros sonidos más jazz, nos encanta experimentar. Esa canción, cuando la estaba componiendo, me surgió el solo ahí y, después de tocarlo, dije “se tiene que acabar la canción, no puede continuar más allá. El solo es el final perfecto”.
Por cierto: ¿Qué habéis querido reflejar con esa portada tan psicodélica, como de un objeto cayendo sobre un acantilado?
G: Pues estaba compartiendo ideas con nuestro amigo artista Andrew McGranahan y, como somos muy fanáticos de sus creaciones, pues imaginamos un planeta (que no es el nuestro) donde hay cosas (por ejemplo) flotando, como el cristal que aparece en la portada. Bueno, es de nuevo una combinación de ideas y como Andrew es muy talentoso, pues fue relativamente fácil para él hacer esta portada. Ya ha diseñado varios discos nuestros y es como de la familia.
De hecho, acabáis de lanzar un EP llamado Night Shifts (con una portada prácticamente similar a la de Shapeshifter) donde reinterpretáis el clásico “Spooky” de Classics IV, además de añadir una serie de temas nuevos. ¿Por qué habéis elegido este tema?
G: Pues es que estábamos tocando “Spooky” de forma instrumental en medio de nuestros shows, como un jam entre tema y tema y la gente lo bailaba. Así que pensamos que sería una buena idea incluirlo en nuestro siguiente trabajo. Como iba a salir en Halloween, pues le venía perfecto. Además también forma parte de nuestras influencias.
Tenéis cuatro conciertos en España y otros ocho en el resto de Europa ¿Cuánto es de complicado para una banda americana venir a tocar a este continente?
G: Pues lo más complicado es lo de las zonas de bajas emisiones, meterte ahí con la furgo…(risas). Lo más complicado es siempre encontrar el equipo para tocar: teclados, amplis, etc. Pero afortunadamente nuestro guitarrista está ahora mismo viviendo en Dinamarca y eso es de gran ayuda para encontrar todo lo que necesitamos. La gente de aquí te apoya bastante y, si encuentras todo eso que te comento para poder tocar, es hasta más fácil que en EEUU.
Habéis firmado de últimas con Label 51 Recordings: ¿Qué creéis que os puede aportar este movimiento?
G: Pues la verdad es que acabamos nuestra relación contractual con nuestra anterior compañía (con la que habíamos sacado dos discos) y esta gente de Label 51 Recordings eran amigos de nuestro manager. Son gente muy apasionada de la música y nos ayudan en todo. El próximo disco (que esperamos que esté listo para la primavera o verano siguiente) saldrá con ellos. Y es que tengo material para dos o tres discos más. Solo necesitamos “limpiar el banco” (financiación en castellano).
¿Conocéis algo de la música española?
G: He estado escuchando Los Brincos (los Beatles españoles) y me he comprado unos discos de segunda mano para escucharlos y pincharlos en el 45 revoluciones que tengo en casa. También he escuchado mucha música catalana, pues tuve una novia de Barcelona (risas). Tengo que explorar más la música española pues me vendrá bien para mejorar mi nivel de castellano.
¿Es fácil más vivir de la música en Estados Unidos que en España?
G: No creo. En Estados Unidos ahora mismo no se quiere apoyar nada que esté relacionado con el arte y la cultura. Sin embargo, en España creo que se apoya más a este tipo de movimientos. Se está más interesado en escuchar y no en consumir, como pasa en mi país. Aquí se aprecia más a la música. No obstante, estoy enamorado de California y estoy encantado de vivir allí. Yo (por ejemplo) vengo de Georgia y allí el ambiente es muy conservador.
Vuestro sonido recuerda a esa vida americana de los años 60 y 70 (el gran sueño americano) ¿Os hubiera gustado vivir en esa época?
G: Fueron años muy interesantes desde el punto de vista musical pero también había muchos, muchos problemas y menos adelantos. La vida era muy difícil, había menos derechos y menos libertades (aunque ahora mismo parece que estamos yendo para atrás en algunas cosas). Sí que me hubiese gustado conocer esa época, pero solo desde el punto de vista musical.
¿Con que te conformarías en esto de la música?
G: Bueno, pues me conformaría con poder seguir girando con mi música pero sin el estrés y los problemas que me genera el tener que prepararlas. También mejorar la financiación para poder girar. El dinero es, como se dice, el diablo pero también facilita (y mucho) la labor del músico. Soy feliz haciendo música, que es lo importante y me gustaría poder llegar a más gente, por supuesto.
La Factoría del Ritmo quiere agradecer a Glenn y Ana Laballo las facilidades dadas para poder llevar a cabo esta entrevista.
Vídeos de las canciones “Spooky” y “Shapeshifter”:
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Triptides: https://triptides.bandcamp.com
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 26 (sección: ).
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