Un álbum gestado a medias por la gran leyenda de la guitarra y por el grupo italiano Novecento. Un trabajo variado, con el jazz como principal referente.
A principios de los años 80 Stanley Jordan solo era un músico callejero, que se movía por las calles de Nueva York y Filadelfia para conseguir unas monedas.
Pero ya en aquel momento su estilo era asombroso y el rumor de un guitarrista virtuoso que vagaba por las esquinas se corrió como la pólvora hasta llegar a los oídos de Bruce Lundvall, ejecutivo de Elektra Records, quien intentó ficharle. No tuvo suerte, pero algo más de un año después, y trabajando para otro sello (Blue Note), logró su objetivo.
Así la música de Stanley Jordan pudo registrarse en disco por primera vez en el año 1982, en el álbum "Touch Sentive". Ahí mostraba al mundo una forma muy peculiar de tocar el instrumento… presionaba las cuerdas con las dos manos y era capaz de reproducir el sonidos de dos o tres guitarras y de acompañarse a sí mismo interpretando la línea de bajo.
Esa técnica se llama tapping y en aquel momento era algo incipiente. Él no fue el absoluto pionero en ella, pero sí que logró llevarla a un nivel creativo muy por encima del resto de guitarristas. Además, en los resultados que conseguía con su instrumento, también tenía una importancia clave una particular forma de afinar la guitarra: de grave a agudo, por cuartas (Mi, La, Re, Sol, Do, Fa).
Desde entonces ha seguido con su carrera, llegando a publicar unos 15 discos hasta la actualidad. Sin embargo no ha sido todo lo prolífico que podía haber llegado a ser, pues su pasión por las aplicaciones médicas de la música ha absorbido gran parte de su tiempo.
La grabación que ahora nos ocupa es del año 2004 y fue realizada en Italia, en los estudios de los hermanos Nicolosi. Se trata de un álbum gestado a medias con el grupo Novecento, hasta el punto de que ambas partes participaron en la composición de todos los temas (incluso existe una primera edición del álbum etiqueta como "Novecento featuring Stanley Jordan").
Por otra parte, en dos de los cortes incluidos, "I can show you something" y "Sky Flower", colabora Grez Kofi Brown, el que fuera cantante del legendario grupo de los años 60 y 70 de afro-funk Osibisa.
El disco, "Dreams of Peace", contiene ocho temas, donde la guitarra de Stanley Jordan es la gran protagonista, no podía ser de otra manera, y donde el resto de instrumentos pone una cimentación elegante y firme a los temas.
Los hay con gancho por su agilidad y el "rollo" casi funky que les imprime ("Flying on the sky", "Too Close to the sun"), otros rabiosos y veloces ("Spring"; a un paso del heavy metal), también lentos, cadenciosos y románticos ("Dreams of Peace" e "Easy Love"). Sin pasar por alto los que cuentan con la participación vocal de Grez Kofi Brown ("I Can Show You Something" y "Sky Flower") o de una de las hermanas Nicolosi ("Destination of my Heart") que están llenos de atractivo.
En definitiva, un disco "bien chulo" donde deleitarse con la habilidad de Stanley Jordan en la guitarra, acompañado con solvencia por el grupo Novecento. Además resulta bastante variado, pues aunque parece un álbum pensado para su lucimiento, por un parte el registro en la concepción de los temas no es monocorde, y por otra, hay tres de ellos que son vocales.
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