El año 2006 ha sido el año del Barón, en el se han cumplido veinticinco años de su nacimiento y en el que se han publicado varios discos con canciones de esta banda legendaria.
Veinticinco años de carrera dan para mucho, entre otras cosas para recibir un reconocimiento por parte de la multinacional BMG, la cual tiene los derechos sobre las primeras grabaciones y aquel memorable “Cueste lo que cueste”, que contenía cortes y mezclas nuevas. Tal reconocimiento no ha sido otro que plasmar una buena muestra de canciones en un gran doble recopilatorio, “Las aventuras del Barón” y sendos cortes extraídos de diversas actuaciones de TVE en los años 80 que conforman un estupendo DVD que ningún “fan” debería pasar por alto. En el cual vienen históricas actuaciones en programas de TVE, tales como Aplauso, Tocata, Fin de siglo o Buenas noches. Una a destacar, sin duda y muy dignamente recuperada, es la jam entre Barón Rojo y Antonio Flores y su banda. Antonio era gran admirador del grupo y su aparición en el play-back con voces en directo, algo así como un “karaoke” rockero de los que se estilaba entonces en el ente público, se prestó a colaborar para cantar junto a Carlos de Castro, el tema “Dame la oportunidad”.
Desde mi modesta opinión, me congratulo por la elección por parte de BMG del “track-list”, el cual lo veo muy compensado en cuanto a los pesos pesados del repertorio de Barón, como el himno “Los rockeros van al infierno” con respecto a otros singles que curiosamente no habían tenido cabida en anteriores recopilaciones, como son el caso de “Travesía urbana”, la magnífica revisión del tema de Los Canarios “Get on your Knees” o la fantástica “Trampa y cartón”. Canciones que insisto, había echado en falta en anteriores “Grandes éxitos”. Son buenos temas, aunque el momento en que salieron publicados no fue el más propicio para haberlos encumbrado al podio de los “hits” de épocas pasadas. Y es que en aquel tiempo, a pesar de llegar a vender gran multitud de copias, conquistando oros y haciendo giras por países sudamericanos, al grupo siempre se le exigía superar aquel listón que en épocas no tan remotas habían puesto bien alto. Precisamente, de su época dorada incluyen la magnífica versión en directo de “Diosa razón” y la declaración de principios e intenciones, “Seguimos vivos”, gracias a que el espíritu de Von Richtofen sigue surcando los confines del cielo rockero y mantiene intacto tal sentimiento.
Siguiendo con homenajes, el que se han marcado en la siempre bien avenida Argentina para con el metal hispano, en donde bandas como Barón Rojo o los argentinos V8 y Riff siempre ocuparán un lugar privilegiado en el trono heavy y harán de “El Barón vuela sobre Argentina. Tributo argentino a Barón Rojo” un disco imprescindible en todas las hemerotecas y colecciones del mundo del rock. Parafraseando y recordando a cierto rockero argentino que conocí hace años, supo definir muy bien el sentimiento que profesa el rockerío argento por los barones en una sola frase que venía a decir así: ” Barón se escribe en la Argentina con letras de oro y cuando se habla igual, se les tiene el mismo respeto.” Imagino que el mismo sentimiento que destilan las emocionantes palabras de los créditos a cargo de los impulsores de esta historia: Fabián de la Torre y Pocho Metalica. También valedores de Hurling Metal (www.hurlingmetal.com.ar) y Metalica Fanzine (www.metalicazine.com.ar) ya anteriormente reseñados en nuestra publicación digital.
Entre las bandas participantes destacan especialmente Lörihen y Jason, que eligieron versiones de los temas “No ver, no hablar, no oír” e “Hijos de Caín”, contenidos en uno de los muchos discos de Barón que pegaron por tierras criollas, el L.P. “En un lugar de la marcha”, entre los años 1985 y 1986, un tiempo en el cual el movimiento heavy mundialmente estaba en uno de los puntos más álgidos. También me gusta mucho la interpretación de “Siempre estás allí” por parte de Carnarium y esos toques femeninos a las voces y coros góticos. Sin desmerecer el buen trabajo de bandas con sonidos más extremos como Devastación en “Las flores del mal” o el estupendo trabajo de Patán con el tema del Desafío “Exorcismo”.
Mención especial para la estupenda tapa y el grafismo interior de la mano de Emiliano Mariani, el cual recrea bajo su personal visión creativa a un Barón muy parecido en pose y aspecto al famoso Barón dibujado por Ángel Ortiz, que apareciera en la portada del “Metalmorfosis” y se terminara convirtiendo en principal motivo del telón de fondo y testigo “mudo” de ojos de fuego en las hazañas del Barón en “Al rojo vivo”.
En cuanto al material más fresco del Barón y todo hay que comentarlo, sorprendente “Ultimasmentes”. Hasta original en su título, para no perder las buenas costumbres por parte del grupo, creo que ha sorprendido gratamente desde los viejos a los nuevos “fans”, tanto por el tratamiento de guitarras, muy rockero y fiel a los parámetros originales de siempre, rescatando viejos riffs que recuerdan sobre todo a la NWOHM, sin lo de “British” a posta, que tanto en el viejo, como en el nuevo continente además había y aún hay muy buenas bandas: Barón Rojo, Krokus, Accept, Scorpions…
En suma, un disco muy cañero con letras muy curradas, que destilan madurez y sapiencia musical, aunque esto no es nuevo en un grupo que ha sabido sobrevivir a la ruptura, entonces traumática, por la marcha de Sherpa y Hermes y necesaria desde la perspectiva del tiempo, aunque suene duro para muchos y cueste a veces entenderlo. Porque para poder seguir disfrutando de su arte, con periodos más o menos oscuros, pero siempre con un público fiel que jamás le ha dado la espalda al grupo; y éste, liderado por los hermanos De Castro han sabido estar siempre al quite y por encima de intereses y montajes se han mantenido firmes en sus convicciones rockeras. Ese gesto es de agradecer, especialmente en un mundo globalizado a base de intereses creados, en donde prima el vil metal, antes que el bienestar del ser humano. Por una vez algunos nos dan toda una lección de dignidad y fidelidad a sus principios, salud y larga vida Barones, personas como vosotros son las que hacen falta en este mundo cruel y falto de precisamente eso, principios. El caso es que tras multitud de cambios en el “line-up” de la banda a lo largo de un extenso periodo de tiempo tras la marcha de los “hijos pródigos”, vuelven a ser fuertes con una de las bases rítmicas más contundentes de toda la historia del grupo, que por cierto ya se estrenaron con “Arma secreta” en el 1997.
Desde la intro “Primerasmentes” ya ejecutada en vivo, previamente en algunos bolos, nos da una idea de lo que nos vamos a ir encontrando a lo largo del álbum. “Al final, perderán” es la típica canción de estribillos y versos sangrantes de buen rock y exposición de verdades como puños al más puro estilo Barón. “Hombre de las cavernas” es un viejo tema que Armando tenía guardado en la recámara y que por fin con una gran producción se han decidido a plasmar en disco. “Nada que hablar” es sencillamente todo un puntazo y tal vez la gran sorpresa del disco, en donde Ángel destapa el tarro de las esencias y se marca a la voz un tema con ciertos aires a rock sureño. Canta estupendamente y encima usa unos fraseos de bajo sencillamente que dejan bien claro porque es el bajista por derecho de Barón Rojo, hoy por hoy. Como diría cierto entrenador inglés de fútbol: “no coment”.
“Rock’n’roll gang” es de temática acerca de los fieles al metal, guitarras bien afiladas y fielmente sincronizadas como para no perderse ni un solo detalle a la hora de ser ejecutadas, esperemos que sea uno de los temas a incluir en el “set-list” de la gira de este disco. “Caballo desbocado” está dedicado a un nuevo arquetipo, creado por los Barones, que bien podría sumarse a los de siempre: “El pobre”, “El malo”… Pero éste en cambio, lo encuadraría en el lado oscuro, junto a otros, tales como “El Trepa”, “Político” o “El fugitivo”, aunque eso sí, en un plano más banal y cercano, de personajes que lamentablemente a veces nos topamos con ellos escudándose en la falsa amistad. Tal vez, por esto Barón Rojo desde siempre hayan calado tan hondo en los corazones duros de muchos rockeros, precisamente, por saber transmitir experiencias y vivencias muy cercanas y proyectables a cualquier hijo de vecino. De haberse comportado siempre como auténticos “gentleman” tanto encima como fuera del escenario y alejados de “sobrevivir a la realidad” como bien dejan claro en uno de los versos de “Leyenda negra”.
Armando firma dos temazos muy en su onda, mucho feeling y garra a la voz, buenas letras, algo introspectivas y sobre todo guitarras bien cuidadas. El primero más cañero frente a las cadencias más relajadas del segundo, que es mucho más melódico, pero que no resta ni un ápice al “pedigree” rockero que destilan cada una de sus notas musicales y menos aún los vertiginosos solos que harían saltar chispas del diapasón de la Gibson Les Paul, mientras grababa las tomas del disco.
Y como curiosa es la introducción y los nuevos temas que conforman el álbum, no podía ser menos la canción que cierra el disco, “Ultimasmentes” que además como podéis ver es la encargada de dar título genérico con cierto aire conceptual al mismo, está plasmado en plan coro gregoriano al estilo de aquel pasaje de “Tierra de nadie”, pero esta vez, totalmente vocal sin más aditamentos. Un gran disco que podréis comprar en las tiendas especializadas y que si la distribución finalmente está a la altura, seguirá dando que hablar en los próximos meses. Además hay mucho material de “merchandising” nuevo que podrás pedir en la web oficial www.baronrojo.net.
Y por supuesto no te pierdas la web del Barón Rojo Fan Club,www.redbaronfanclub.com, una forma ideal de conocer todo tipo de información relacionada con este legendario grupo.
¡¡Larga vida al Barón!!
