Amante de la música y la vida hasta el extremo, nos regaló canciones inolvidables.
El mundo del rock en español está doblemente conmocionado estos días, por la muerte de dos de sus grandes figuras de las últimas décadas: Jorge Martínez, de Ilegales (fallecido el 9 de diciembre), y Roberto Iniesta, de Extremoduro (el 10 de diciembre).
A Robe le dedicaremos otro artículo. El presente es para Jorge “Ilegal”.
Jorge Martínez era un tipo indomable, de trato rudo desde niño, pero de cautivadora personalidad para los amigos que elegía, para quienes estaban atentos a las entrevistas que ofrecía y para quienes admiraban su carrera.
Pero ante todo era un talentoso músico, de características únicas y originales, con ingenio para componer piezas musicales efectivas y la agudeza para combinar en sus letras ironía, crítica y picardía.
Con Ilegales publicó entorno a 15 álbumes de estudio, además de varios directos y discos recopilatorios.
También tuvo otra banda durante una etapa en la que disolvió Ilegales, llamada Jorge Ilegal y Los Magníficos, con la que publicó dos albúmenes y exploraba ritmos diferentes al rock and roll: twist, guarachas, joropos, chachachá y otros.
En su etapa inicial, previa a Ilegales, tocó en orquestas y también formó parte de los grupos Madson y Los Metálicos.
En el presente año Ilegales había publicado un nuevo trabajo, “Joven y arrogante”, y en las entrevistas que ofreció Jorge para presentarlo se le veía pleno de energía y muy ilusionado con las nuevas canciones y la gira prevista. Hasta que en septiembre se anunció la suspensión de las actuaciones por enfermedad.
Poco después se supo que padecía cáncer. Pero todos sus seguidores confiábamos en que lo superaría, por la robustez que siempre había demostrado y esa energía vital que expedía.
Jorge Martínez tenía muchas frases memorables, una de ellas era “Mejor morir que perder la vida”, la cual resumía de forma muy efectiva su filosofía de vida: disfruta de cada momento como si fuera el último.
Es duro decirle adiós. Todavía tenía mucho que decir musicalmente. Y en su etapa de madurez se esta mostrando muy lúcido intelectualmente.
Pero no nos queda más remedio que hacerlo. Decirle adiós, seguir disfrutando de su música y aprender, cada uno ajustado a su propia realidad, de ese planteamiento vital que practicaba con tanta entrega.
Foto por cortesía de: www.ilegalesrock.com
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 26 (sección: ).
