Hay veces en las que el corazón suple la calidad, pero cuando las dos cosas funcionan, damos con festivales tan buenos como el que se celebró hace unas pocas semanas en las entrañas de Navarra. Y hay quien dice que el rock progresivo es frío...
Tras unos 300 km. de viaje llegamos a Peralta, la población Navarra donde se desarrollaba el Minnuendö Fest 2007, en busca de su plaza de toros para ir ubicándonos. Encontramos todo sin problema, porque los atentos ciudadanos de Peralta estaban al corriente del evento y andábamos todo el mundo preguntando lo mismo. Retiramos la acreditación de prensa e hicimos un poco de tiempo mientras se acercaba la hora de comienzo del festival. A eso de las 21:00 abrieron las puertas de la pequeña plaza de toros, que resultó ser un muy acogedor recinto de conciertos.
A las 21:30 comenzaron su concierto Psicotropia. De menos a más, el trío madrileño fue descargando su material y animando a la gente a arrimarse al escenario, que poco a poco iba ganando en iluminación a medida que el día caía. Ésta fue la tercera vez que veía al grupo, y la verdad es que ha sido la vez que más me han gustado. Se les vio a gusto y eso se nota sobre un escenario, porque además la reacción del público fue recíproca. Su rock progresivo tan raro (del estilo de Primus, King Crimson o Imperfectus Bultus) y bienhumorado caló en la gente y hubo muchos aplausos y sonrisas. A destacar que terminaron con una versión: “RED” de King Crimson, que resultó ser un gran acierto para terminar los 45 minutos largos de concierto. Recomendamos escuchar su nuevo CD “Grog”, editado por Psycofonia Records, especializados en música potencialmente “no-comercial”, como Imperfectus Bultus, Banshee o Deidre.
Con la puntualidad propia, los ingleses Pendragon empezaron su concierto a las 23:00h, congregando a un buen número de seguidores junto al escenario. Musicalmente impecables, sus medios tiempos de rock sinfónico muy asequible fueron bien acogidos entre la audiencia. Personalmente no es que me gusten demasiado, pero es de esos grupos a los que solo puedes reprocharles que no te guste su estilo musical, porque su puesta en escena, ejecución etc…de los temas es impecable. Su frontman Nick Barrett (Voz y guitarra) tiene tablas para dar y tomar, y sabe manejar bien un concierto. Los más fans de la banda parecían encantados, así que puede decirse que hicieron un gran concierto. Casi hora y media de rock sinfónico de alta calidad. Un lujo.
Respetando horarios, a la 01:00 comenzó Pain of Salvation. Se notó que era los cabezas de cartel y que es una banda muy especial, que transmite muchísimo a quién le gusta su música. Abrieron con “Scarsick”, el homónimo tema de su último disco, y simplemente enloquecimos todos. Desde la primera nota, Pain of Salvation dejaron claro que estábamos ante un concierto para recordar. La música simplemente fluyó, empapándonos a todos y haciéndonos cantar, saltar y disfrutar de una de las apuestas musicales con mayor profundidad y originalidad que puede encontrarse hoy en día. Aunque lo normal sería comentar un poco “desde fuera” el concierto, no pude evitar integrarme al 100% en el evento, y así lo reflejo. Mezclando temas de todos los discos, aunque siempre echamos algo de menos, Pain of Salvation dominaron el difícil arte de la intensidad: Capaces de movernos a todos con la enérgica “Scarsick”, de divertirnos con “Disco Queen”, de conmovernos con “Undertow” o de elevarnos al séptimo cielo musical con “Inside”. Y todo hecho con una perfección y un mimo tremendos, con partes cambiadas con respecto a las originales, dando ocasionalmente un pequeño soplo de aire fresco sobre alguno de sus clásicos.
Mención aparte merecen las voces. Pese a que Daniel Gildenlow estaba tocado (Cosa que no notamos en absoluto, excepto mi amigo Javier Prieto de Banshee), cantó a la perfección, llegando a cada nota con sobrada solvencia y estilo. Básicamente, hace lo que quiere con la voz. Y el resto del grupo no le anda a la zaga, porque excepto su batería, Johan Langell, todo el grupo hace coros y suenan perfectos. Debido a este problema de garganta y para no machacarse, el concierto fue de solo una hora y cuarto aproximadamente. El público insistió e insistió, pero no pudo ser y (como ya intuía en la previa de este festival) nos dejaron con ganas de más. Con muchas ganas.
Hay mucha incertidumbre de cara a los siguientes pasos del grupo, ya que Johan Langell (Batería) ha decidido dejar la banda para pasar más tiempo con su familia, al igual que pasó con su anterior bajista, Kristoffer Gildenlow. Si la baja de Kristoffer parecía importante, la de Langell se me antoja aun más crítica, porque es uno de los baterías más musicales que conozco, y creo que pieza clave en esa enormidad musical que es Pain of Salvation. De todos modos, su nuevo bajista Simon Andersson cumplió a la perfección tanto con el bajo como con la voz, y como en Suecia parece que das una patada y salen 100 músicos sobresalientes no veo porqué no esperar el mismo resultado positivo para un nuevo batería.
Quería dejar para el final el comentario sobre la organización de este Minnuendö Fest 2007: La asociación Minnuendo, sin ánimo de lucro, organiza estas cosas porque les gusta, y eso se nota. Desde el momento de la retirada de la acreditación hasta su salida del backstage para decirnos que el grupo saldría un rato a firmar y a hacerse fotos, todo fueron sonrisas y buenas caras de gente que lo estaba pasando bien. Si añadimos que la barra tenía precios populares, podemos concluir que este Minnuendö Fest 2007 ha sido una maravilla y que muy mal tiene que estar la cosa para que no estemos en el 2008 de nuevo.
No te pierdas la galería fotográfica: “Minnuendo 2007: 21 de Julio, Peralta (Navarra)”.
