Kristofer Maddigan: Selected tunes from Cuphead

Kristofer Maddigan: Selected tunes from Cuphead
Protagonista del artículo:
Temática: Estilo: ,
Discográfica o editorial: Año de publicación:
Concepto: Soporte:
Redactor:

Uno de los videojuegos más originales y exitosos de los últimos años contó con una pontentísima banda sonora de jazz al estilo clásico.

El mercado del videojuego hoy en día es enorme, superando por goleada al del cine y la música. Según un artículo publicado en The Objetive el 4/6/2023, en el año 2022 la industria de los videojuegos recaudó 192,7 mil millones de dólares, la del cine 99 mil millones y la de la música 25,9 millones de dólares (“La industria de los videojuegos ya genera más ingresos que la música y el cine juntos” ).

Estos datos tan actuales no son una sorpresa ni una novedad. En los últimos años la tendencia ha sido clara y tan enorme mercado supone un mar de oportunidades y retos. Algo que supieron ver los hermanos Chad y Jared Moldenhauer, dos canadienses que lo apostaron todo en 2013, en que fundaron el Studio MDHR para volcarse en desarrollar el videojuego que habían imaginado y que sentían que debían hacer realidad a toda costa.

Tardaron 4 años, bordearon la ruina, el fracaso y el desaliento, pero lograron finalmente publicarlo el 29 de septiembre de 2017 y resultó ser un rotundo éxito.

Ese videojuego se llamó “Cuphead”, con el subtítulo “Don’t deal with the devil”, y es uno de los más aclamados por la crítica y público de los últimos tiempos. Cuenta con una concepción artística muy original, directamente inspirada en las películas de dibujos animados de la década de los 20 del siglo pasado. Para conseguir esa factura “retro”, se combinaron en las animaciones el uso de herramientas informáticas con dibujos elaborados a mano con técnicas tradicionales, de manera que el color y el movimiento es resultado de la tecnología actual, pero los trazos de cada fotograma se pintaron previamente a mano.

El juego en sí es del tipo “run and gun”, con un ritmo trepidante, plataformas, saltos, disparos y enemigos sin fin. Pero aquí nos ocupa la música y ese fue un elemento que también se cuidó al máximo para recrear esa estética retro que antes hemos citado.

En aquellos dibujos animados antiguos la música que sonaba como banda sonora era jazz, en diversas tendencias, incluyendo el estilo ragtime, una corriente que le precedió, fue uno de sus pilares y luego pasó a formar parte del repertorio de las bandas del nuevo género.

Pues en “Cuphead” podrían haber optado por hacer una selección de clásicos del jazz, pero no, en su lugar optaron por encargar al compositor, pero ante todo batería, Kristofer Maddigan, la creación de nuevas piezas pensadas especialmente para el videojuego y su posterior grabación.

Kristofer es canadiense, de Toronto, es músico profesional y su especialidad es tocar la batería al estilo jazz. Desde 2010 forma parte de la National Ballet of Canada Orchestra, pero también toca en otras muchas agrupaciones, casi todas ellas vinculadas al jazz.

Como compositor ha firmado la pieza “‘My Virtual Dream”, así como las bandas sonoras de “Cuphead” y de su continuación “The Delicious Last Course” (lanzado el 30 de junio de 2022). También ha realizado arreglos para National Ballet of Canada y para la representación teatral “The Master and Margarita”.

Centrándonos en la banda sonora de “Cuphead”, Kristofer compuso un total de 56 piezas, sumando casi 3 horas de duración, pensadas para dar chispa al videojuego, añadirle emoción, mantener la atención de los jugadores y subrayar esa estética retro que caracteriza al juego.

Contó con un presupuesto suficiente para grabar esas piezas con verdadera calidad y, fuera de utilizar recreaciones artificiales de los instrumentos, pudo disponer de nada más y nada menos que cerca de 50 músicos, entre los que se encontraba él mismo.

El resultado fue fantástico y consiguió ser unos de los puntos fuertes del videojuego.

La banda sonora se lanzó en digital en 2017 y dado el éxito que consiguió el videojuego, se pusieron a la venta las partituras y una cuidadísima edición en doble vinilo, que es la que hemos analizado en La Factoría del Ritmo.

En esta edición se hizo una selección de 27 piezas y se realizó un primoroso trabajo estético, con una carpeta doble, con dibujos sacados del videojuego, respetando al 100×100 su estética retro. Su portada es muy atractiva, pero la supera una de las caras interiores de la carpeta, con un gran dibujo de cuatro personajes bailando al ritmo de las notas musicales.

Las piezas musicales, si bien todas están en lanzamiento digital inicial, se diferencian en que algunas de ellas incluyen solos de instrumentos solo disponibles en esta edición en vinilo.

Además, algo que es de agradecer, en la carpeta se incluyen unos créditos muy detallados, que recogen todo el listado de músicos y técnicos participantes en la grabación.

Entrando a valorar las piezas musicales de Kristofer Maddigan, se puede decir que recrea muy bien el sonido añejo del jazz de aquellos lejanos años 20, consiguiendo piezas variadas, mayormente rápidas, de aire optimista, con la percusión jugando un papel importante, se nota que es batería, aunque con predominio protagonista de los metales.

Eso sí, hay una diferencia apreciable respecto a las grabaciones auténticas de aquella época de ese mismo estilo: la perfección y limpieza del registro sonoro.

No habría sido difícil añadir defectos al sonido, para asemejarlo más a lo que nos ha llegado de aquellos años, algo que sin embargo sí se ha hecho con las imágenes del videojuego, que imitan los defectos de los proyectores cinematográficos del momento. Pero se ha optado por sacar partido a la tecnología actual y conseguir el mejor sonido posible. Y lo cierto es que los dos discos suenan tremendos y es una gozada disfrutar de la riqueza de los timbres de esas decenas de instrumentos. Los técnicos ahí han hecho un gran trabajo, como también los músicos con unas interpretaciones fantásticas.

Esta edición en vinilo se publicó en 2019 y es toda pieza gozosa para los amantes del jazz, tanto por su contenido estrictamente musical como por su cuidada y atractiva presentación.

Más información:

Web oficial de Kristofer Maddigan: https://krismaddigan.com

Twitter de Kristofer Maddigan: http://twitter.com/krismaddigan

Web oficial del videojuego “Cuphead”: https://cupheadgame.com/

Web oficial de Studio MDHR: https://studiomdhr.com/

Facebook de Studio MDHR: https://www.facebook.com/studiomdhr

Twitter de Studio MDHR: https://twitter.com/StudioMDHR

Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo (sección: ).

Sobre los autores del artículo:

F-MHop
Jefe de redacción de La Factoría del Ritmo desde su fundación en 1995. Ha colaborado en diversas publicaciones musicales, entre las que se encuentran Rockdelux, Hip Hop Life, Hip Hop Nation, Serie B, Metali-k.o., Zona de Obras, Pulse! Latino o Astur Music. También ha hecho radio, colaborando con Onda Cero, Arco FM y Onda Verde Gijón. También fue beatmaker en el grupo Soul Dealers, practicantes de un Hip Hop combativo y comprometido.

Comentarios

Atención: El sistema de comentarios de La Factoría del Ritmo está integrado en Facebook y si los usas, este servicio recogerá y hará tratamiento de datos de datos personales (el mismo que hace al usar Facebook de la manera estándar). Para más información visitar la página de Politica de datos de Facebook y/o nuestra página con la Política de privacidad, protección de datos personales y cookies.