Hermanos Belmondo, Milton Nascimiento: Concierto en Cartagena – 9/07/2008

Hermanos Belmondo, Milton Nascimiento: Concierto en Cartagena – 9/07/2008
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Una noche mágica, con un excelente concierto protagonizado por una de las figuras más relevantes de la música brasileña, encuadro del Festival La Mar de Músicas.

protagonistasAuditorio de vieja piedra rebosante de público para presenciar a uno de los músicos más significativos de las últimas décadas. La cálida noche mediterránea albergó un espectáculo intimista a la par que grandioso.

Hace unos años leí algo en un boletín de Discoplay. La reseña hablaba de un niño adoptado que se convirtió en un hombre con una sensibilidad extrema, capaz de traer de otro lugar hermosas melodías y forjarlas con ayuda de su voz mágica de barítono.  Días después, en medio del otoño lluvioso de Santander, recogía un paquete en la oficina de correos conteniendo un disco llamado Clube Da Esquina…

…Desde entonces ya nunca me salto la sección de Músicas del Mundo.
El día 9 de Julio se celebró en la ciudad murciana de Cartagena el recital de Milton Nascimento, acompañado de la banda de los hermanos Belmondo, The French Horns y la Orquesta Sinfónica  de Murcia. Este concierto, englobado en la XIV edición del Festival la Mar de músicas ha conseguido acercar al público de una forma fiel el sonido intensamente espiritual y cósmico  que la mayoría de las canciones de Milton poseen. Dicha cualidad es si cabe más patente en los temas pertenecientes a discos como Minas o Tamba 4 (también conocido como Travessia), donde la profusión de hermosos arreglos de viento, cuerda y metales confieren una atmósfera incomparable y evocadora.

El concierto fue concebido como un homenaje de los hermanos Stephane y Lionel Belmondo al talento de Milton Nascimento, y existe un álbum donde se recoge esta colaboración ( Belmondo & Milton Nascimento).  Tanto en los conciertos como en el álbum se plasmaron versiones de los temas que más profunda marca han dejado en los hermanos, y siendo estos músicos de jazz, no sorprende que escogieran como eje  de su proyecto conjunto los temas de los dos álbumes mencionados anteriormente, pues en ellos encontramos a partes iguales audacia, belleza y una estructura maleable de las  composiciones.

El  escenario del auditorio del Parque Torres, con unas condiciones magnificas que permiten un sonido óptimo y una visibilidad perfecta desde todos los puntos, acogió al gran número de personas implicadas en llevar a cabo esta hermosa obra. Es obligado destacar la importancia que tiene el hecho de que más de veinte músicos profesionales estuvieran sobre el mismo escenario, pues se genera un efecto sinérgico, que sumado a la calidad original de los temas consiguió emocionar de manera intensa e imborrable al numeroso público congregado.

protagonistasLa mágica velada comenzó con una tema instrumental que picoteaba de Clube da Esquina pt.1, mostrando el  hermoso lecho sonoro sobre el que iba a sustentarse el resto del concierto. La excitación creciente se convirtió en un sentimiento de elación cuando un estático Milton Nascimento apareció en escena entonando con dulzura y profundidad los primeros versos de esa maravilla que es Ponta de Areia. El poder presenciar en directo tan magnífica interpretación de una de las gemas del álbum  Minas  ya de por si hubiese sido un bálsamo capaz de aliviar dudas, heridas y temores.
Aturdidos como estábamos por tanta belleza, nos fuimos introduciendo en aquel sueño de sonidos y silencios: La siguiente etapa era la luminosa y alegre  Cancion do Sal, que se enlazó con la estremecedora Travessia.

Es frecuente la comparación de la voz de Milton Nascimento con la de un ángel, no en vano se le conoce como “el ángel negro”, y en la velada del 9 de Julio pudimos constatar esa naturaleza seráfica. Allí, ese espíritu de 66 años, encarnado en un cuerpo ya algo mayor y cansado, arropado por arpas, violines y un sinfín de instrumentos que obedecían las manos bailarinas del director de orquesta, transmitió a la audiencia una inefable sensación, una especie de alegría optimista y calmada.

El concierto se prolongaría por espacio de aproximadamente dos horas, y con un ritmo  relajado pero nunca falto de dinamismo, la caterva de músicos fue ofreciendo mágicas melodías; allí sonaron, entre otras, Milagro dos peixes, Morro Velho, Nada será como antes, Saudade dos aviones de Pan Air…

En la recta final, una luminosa versión de María, María consiguió levantar de sus asientos a gran parte del público presente que adornó con palmas y coros  el bello mensaje de una canción que es casi un himno. De este modo, tras un breve bis, arrancado a fuerza de miles de aplausos, el concierto tocó a su fin, dejando a todos los presentes con una enorme sonrisa en los labios y el corazón.

En definitiva, una experiencia musical inigualable, englobada en una iniciativa honesta orientada  a la difusión de la cultura que consigue desmarcarse del mercantilismo imperante en el panorama actual.

Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo (sección: ).

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