Con un universo musical que abarca varias tendencias, pero que tiene predilección por el metal, esta banda vasca ha irrumpido en la escena con un primer álbum que está causando sensación.
Shinova es un grupo vizcaíno formado en el año 2007 por músicos que han pasado por otras formaciones, casi siempre vinculadas al metal. En este nuevo proyecto se han volcado con especial acierto: renovadas energías y el peso de su notable experiencia ya acumulada. Así han afrontado la grabación de su primer álbum, “Latidos”, que está siendo muy bien recibido por la crítica especializada, que lo sitúa como uno de los mejores trabajos del rock más duro en lo que va de año en nuestro país.
La banda está formada por Ákaro (guitarra), Ander (bajo), Javi (guitarra), Eneko (batería) y Gabriel de la Rosa (cantante). Este último ha respondido a nuestras preguntas.
Según nuestra información os formasteis a principios del año 2008… un solo año de trayectoria y un disco que suena como el vuestro me hace pensar que detrás hay un amplio bagaje con otras bandas… Me gustaría que me hablaseis de vuestras experiencias musicales y artísticas previas a Shinova…
Antes de “Latidos” habíamos grabado varios trabajos, cada miembro del grupo por su lado y en bandas distintas. Ander venía de Muted, Akaro es guitarrista de Seiurte, Eneko tocaba en Nabari, Javi en Raxxfer y yo venía de hacer algo cercano al death metal en The Kraven. LLevamos muchos años tocando y sabemos cómo preparar un disco para acabar satisfechos con él. Es obvio que siempre se encuentran detalles por mejorar, pero desde luego estamos más que contentos con el resultado.
¿Y cómo surgió que os unieseis para dar vida a Shinova?
Nos juntamos Ander y yo con la intención de hacer algo nuevo que nos llenara. Comenzamos grabando algunos temas en un pequeño estudio amateur y los colgábamos en Internet. Al poco tiempo nos empezaron a llegar mensajes de mucha gente felicitándonos por las canciones y en un mes llegamos a las veinte mil visitas en nuestro Myspace. Para nosotros aquello fue un logro, así que dimos un paso más y decidimos montar una banda.
Vuestra música se decanta claramente por el metal… me gustaría que me hablaseis de vuestros gustos musicales y nos destacaseis algunos grupos que son especiales para todos vosotros…
Todas las personas que formamos esta banda venimos de grupos cercanos a este estilo, así que es normal que este trabajo mantenga la •”esencia metálica”. En mi caso personal, nunca me he encerrado en un tipo de música y eso me ha dado la oportunidad de disfrutar de grandes bandas con estilos dispares, aunque creo que esto es algo en lo que coincido con el resto de miembros de Shinova. En “Latidos” se pueden encontrar pasajes cercanos al heavy metal, rock duro, grunge o incluso música electrónica, pero siempre manteniendo nuestra identidad.
Algunos de los grupos que nos han marcado son: Alice in Chains, Paradise Lost, Katatonia, Tool, Radiohead, Depeche Mode, Black Sabbath, y muchísimos más que me dejo en el tintero… pero como ya he dicho, intentamos mantener un sonido personal.
En vuestras canciones los textos son importantes… Pensáis que el rock sigue conservando su poder revolucionario, aunque sea a escala uni-personal, o que hace tiempo que se convirtió en un mero entretenimiento…
En el rock siempre ha predominado el mensaje y creo que aún lo mantiene. Siempre ha sido un espejo donde se refleja la realidad en la que se vive y creo que lo sigue siendo. Todavía aparecen bandas que no tienen pelos en la lengua y eso es señal de que todavía queda mucho por decir y que el rock tiene cuerda para rato.
El disco ha sido producido por Carlos Escobedo, quien también ha colaborado en una de las canciones… Un personaje muy respetado dentro de nuestra escena metálica… ¿Qué tal trabajar con él? ¿Habéis quedado contentos con el resultado de la grabación?
Ha sido un lujo trabajar con él. Carlos trabaja de una manera muy diferente a la que estamos acostumbrados nosotros y gracias a eso aprendimos a valorar nuestros temas desde otra perspectiva. Una experiencia muy positiva.
El mastering lo habéis encargado a Argentina, al estudio La Nave de Oseberg, donde han trabajado con Nightwish, Rata Blanca o Lujuria… lo habitual es que los grupos intenten masterizar en Estados Unidos o los que buscan un sonido extremo peculiar en los países escandinavos… ¿porqué elegisteis ese estudio? ¿Qué técnico trabajó con vosotros?
Cuando estábamos en los Cube, nos enseñaron un disco masterizado en La Nave de Oseberg y nos impresionó bastante el resultado. Era exactamente lo que buscábamos. El técnico fue Martín Toledo, conocido por sus trabajos con Rata Blanca, Nightwish o Lujuria entre otros, así que la calidad estaba garantizada.
¿Y obtuvisteis el resultado esperado?
Desde luego.
En el disco hay más colaboraciones, como Kantz de Tenpel o Sandra de Nemon… me gustaría que repasaseis a todo ese otro personal que ha participado en el álbum…
En mi opinión, Kantz es uno de los mejores vocalistas del estado y cuando accedió a colaborar con nosotros fue un pequeño sueño hecho realidad. Además, en los días que estuvo con nosotros demostró ser una persona de gran calidad humana, ese tipo de gente que vale la pena conocer.
Sandra es batería de un grupo de “post-folk” llamado Nemon. Es muy buena como percusionista, pero la voz que posee no está al alcance de muchas personas. Tiene una voz muy dulce que encaja perfectamente con el sentimiento de “Por si el viento cambia”.
Edurne es una violinista que ha estudiado en Musikene e introdujo arreglos en un par de temas. Recuerdo que grabó todas sus partes de una sola toma, sin trampa ni cartón. Buenísima.
Y por último, Loick Woignier es un amigo que colaboró con nosotros metiendo unas voces en off en “Mi decisión”. Tiene una voz profunda que dio un toque especial a la canción.
Euskadi es un lugar donde desde los años 80 sale muy buen rock y muchas veces su circuito ha sido referenciado como modelo… locales alternativos, casas ocupas, fanzines propios, emisoras libres y lo más importante, un público activamente interesado por el rock y por la música que se hace en su propia zona. ¿Sigue siendo así el panorama en Euskadi?
En Euskadi hay una escena rockera muy difícil de encontrar en otros lugares. Roberto Moso escribió un libro titulado “Flores en la basura”, donde desde su punto de vista explica cómo empezó todo y te das cuenta de que no fue sencillo. En su momento mucha gente luchó por este tipo de cultura y consiguieron que a día de hoy el rock sea fuerte en Euskadi. Aunque pase el tiempo y los estilos cambien, la esencia se mantiene.
¿Cuáles son las mayores dificultades que estáis encontrando para que vuestra música llegue a donde os gustaría?
Hasta ahora hemos conseguido llegar a donde queríamos, gracias en una buena parte a Ana Laballo, la persona que se encarga de nuestra promoción. Está claro que es muy difícil llegar a los medios más comerciales, esos que rara vez apoyan el rock, pero tampoco nos interesa aparecer en ese tipo de medios porque hoy en día existen multitud de vías alternativas donde podemos dar a conocer nuestro trabajo con el mismo resultado.
Vuestro disco se publicó hace ya unos meses… ¿qué tal los conciertos de presentación?
Cada vez mejor. Cuando empezamos con los directos veíamos la cosa bastante oscura, para una banda que presenta su primer disco, las cosas no suelen ser sencillas. Poco a poco nos han ido saliendo fechas y el público ha respondido bien, incluso mejor de lo que esperábamos.
¿Tenéis próximas fechas en directo programadas?
Tenemos unas cuantas fechas por cerrar, pero ahora mismo estamos preparando la presentación del disco en Madrid, el día 11 de Noviembre.
¿Vuestros sueños en el mundo de la música?
Puede parecer un tópico, pero nuestro sueño es disfrutar de lo que hacemos y eso lo hemos logrado.
¿Os gustaría añadir algo más?
Simplemente daros las gracias por vuestra atención, ha sido un verdadero placer responder estas preguntas.
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 24 (sección: Entrevistas).
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