Elektroduendes

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Llega lo nuevo de “Elektroduendes”, ¿disfrutasteis con aquella buena rareza de CD compartido con otras 3 bandas? Supongo que sí.

Ahora salen a la calle, más, miran y hablan de lo que hay. Esa flatulencia enajenada que nos atraviesa a base de imposturas y falacias. Una progresión permanente de analfabetismo y esclavitud. 12 temas, 7 euros de nada, 38´35´´, portada, CD, libreto (despegable) y carátula en rojo sangre y tinta negra. Cromatismo intenso y los Elektroduendes de “La Bola de Cristal”, magnífica serie televisiva de la que la editorial barcelonesa Virus editó en dos libros (varias reediciones) una selección de guiones, como reafirmación.

Trabajo elaborado entre el 1 y el 23-03-04 por Pau, con maquetación de Marta. Alejo toca el bajo y canta en algunos temas (le he reconocido), poniendo voz y guitarra Uri, así como Itxaso que se encarga de la batería. Colaboran Moro con guitarras en varios temas y Kako Kantamo y Jaume cantando, ¿dónde? Pillátelo.

“Al otro lado” inicia contundente un instrumental firme, con ese gancho de voz de mujer de variados registros nutriendo al punk de otras tonalidades y alternándose, en las doce calles, con las otras ya citadas. Letras sobre la situación repulsiva en México. Calles de dolor y desidia en las que se vende el pobre para crápulas indecentes. Evoluciona ampliamente el ritmo. Los instrumentos perfilan otras secuencias, con una parada al final muy hábil. ¿Estamos ante algo distinto? Pues sí porque “Salgo a la calle”, poema de carencias personales y necesidades propias e impropias, “Te vigilan”, o “Tras la alambrada”, muestra temas cantados naturalmente, sin artificios, guitarras de rifs dulces, melancólicos y largos, como los 58” del 3º y una letra en el 4º que expresa el horror del exterminio. Prisiones, la locura laboral, la resistencia van cayendo en la nómina de contenidos. En el 4º los cambios musicales tienen magisterio con una frenada excesiva.

“La celda de tortura” es desgarro con una lluvia de guitarras y final bien ejecutado. Siguen “Armas de destrucción”, de potente batería y bajo, incombustibles en el viaje del CD, “Tiempos de atraco”, musicalmente fenomenal, más rápido como el punk ancestral, con un contra tiempo, al gusto, y espacios de rock gracias al bajo, tratando la cuestión del trabajo. Robo y asalto que, pienso, ha dado la vuelta a la tortilla a la lucha obrera con el trabajador negociando menos sueldo, más horas sin cobrar, inseguridad y contratos horrendos para que no le despidan. “Makiladoras”, que merece más escuchas para pillarlo mejor”, “Tranquilos y seguros”, un monólogo con el tirano del mundo, cerrando “Piensa II”, que me ha hecho recordar cierta banda argentina, “La herida”, poema que sabe de la vejación, el suburbio y de la miseria, nuestra pandemia diaria que cotiza en Bolsa y una estrofa romántica, la última, tierna y triste, a base de punk-rock en este caso, y “Viva el mal, viva el capital” el más cirrósico y sarcástico del recorrido. La medida del dominio del mundo matando y matando.

Calles musicales que han conseguido un nivel racional y musical difícil de compaginar según lo que escuchamos por ahí, ¿podrán mantenerlo?

Artículo por: Julián Sánchez, escritor y periodista.
(Fecha de publicación: 02/09/2004)

Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo (sección: ).

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