Extremoduro: Agila

Extremoduro: Agila
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El caballero Iniesta y su fiel escudero Iñaki Antón atacan de nuevo, y esta vez han traído la caballería ligera con ellos.

El quinto disco de Extremoduro les ha colocado, tan sólo en unos meses, en cabeza del rock estatal, aunque algunos no terminen de creérselo.

Supongo que entre estos últimos estarán los representantes de DRO, que a pesar de contar con ellos en sus filas desde hace tiempo, han tardado varios años en apostar por uno de los artistas más singulares del país. Nunca es tarde..y la dicha es este Agila, que gracias a ese apoyo presenta una producción mucho más trabajada que en anteriores ocasiones y un resultado a la altura de las circunstancias.

El disco comienza de parecida manera a la de su anterior trabajo publicado, Pedrá (proyecto experimental que fue obligado a comercializarse como disco de Extremoduro): una suave guitarra (esta vez española) y un susurrante saxo dan paso a la voz de Robe, más cuidada que en otras ocasiones, por cierto; es el inicio de “Buscando una luna”, tema que abre el disco y con razón. Aprovechando unos versos de Antonio Machado, Robe nos vuelve a inundar con un torrente de sentimientos encontrados; añoranza, embriaguez, euforia.

En “Prometeo”, Iñaki “Uoho” Antón vuelve a demostrarnos su dominio de las seis cuerdas. Es una canción polarizada, por una parte posee claras influencias metálicas, sobre todo en la guitarra solista y en la parte final, aunque suavizadas por la producción, y por otra el sonido, menos fuerte, que caracteriza todo el compacto.

Del resto del disco podemos destacar el lirismo de “Sucede” y sobre todo de “So payaso” donde Robe alcanza ese grado de intimidad que tanto le gusta (y nos gusta).

Para relajarnos y divertirnos un poco hay que destacar “Tomás”, “Correcaminos estate al loro” y sobre todo “Me estoy quitando”, variación de un tema de los veteranos andaluces Tabletom donde el Robe nos explica en clave de humor su particular relación con las drogas.

Como nota curiosa hay que destacar que la canción de “El día de la bestia” ha sido remezclada, eliminando la voz de Albert Pla, quien, por cierto, luego aparece iniciando “¡Que sonrisa tan rara!”. Además han retocado las guitarras y han vuelto a grabar la voz. El resultado es más uniforme con el disco (ciertamente esta versión está más trabajada) pero pierde la fuerza “satánica” que poseía la incluida en la banda sonora del filme de Alex de la Iglesia. Yo, por llevar la contraria, me quedo con esta última.

Ya casi finalizado el disco, el ahora afincado en Granada, nos recuerda quién es, y sobre todo quién ha sido, con “La carrera”, canción compuesta en 1983 y que nos devuelve a los orígenes yonquis y macarras del ahora encumbrado señor Iniesta (¡si hasta sale en la tele!). Aunque, definitivamente, la seña de identidad marca de la casa la encontramos en el centro del libreto de letras del compacto. La foto de grupo. ¡Nada de posturitas con maquillaje!, Extremoduro son unos tipos haciendo el lila en bermudas en un local de ensayo. Unos vasos de cubata vacíos, un porrito, mucha juerga, ¡y a vivir que son dos días!.

Como puntos oscuros destacan la sospechosa falta de fuerza de las guitarras y, esto ya es más personal, se echa de menos el sonido de bajo que tan buenos resultados le dio en trabajos anteriores, sobre todo en “¿Dónde están mis amigos?”. La ultima pega es bastante evidente. Vale que Ramone, el diseñador de la portada, sea colega del Robe, pero la verdad es que un grupo de tanta categoria no se merece esa portada tan cutre.

En definitiva, el Rey de Extremadura ha dado un paso de gigante a nivel personal, que no a nivel creativo. Es curioso leer a tanto crítico enteradillo elogiando Agila (que curiosamente significa espabila en castúo, dialecto extremeño) cuando dejaron caer obras de igual o mejor factura como Deltoya ó ¿Dónde están mis amigos? al cubo de la basura. Lo de siempre, en este país, o te aúpas tú sólo, como tuvo que hacer Robe, por medio del boca a boca, o estás perdido. ¡A ver si damos un oportunidad a todos! y no sólo a los que ya están arriba. Aunque me parece que decir esto sea como mear al viento.

Crónica realizada por Félix Vera.

 

 

Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo (sección: ).

Sobre los autores del artículo:

Félix Vera
Escritor, músico y viajero infatigable, ha pasado parte de su vida en Australia y actualmente reside en Alemania. Forma parte del equipo de La Factoría del Ritmo desde el año 1995. Militó como guitarrista en los grupos de rock Containers y Ras con Ras. Ha publicado relatos en diversas revistas y es autor del poemario-rock: "Las Vueltas". Además es uno de los fundadores de la inusual editorial Alas Ediciones, dedicada a promover "literatura que deja manchas".

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