Una gran fiesta para los amantes del motor. Tres días con exposiciones, exhibiciones, encuentros, charlas, espectáculos y stands para empaparse a fondo de ese atractivo mundo.
Celebrada en Zaragoza los días 27, 28 y 29 de Enero, esta feria es uno de los grandes acontecimientos del motor a escala nacional, siendo a su vez atractiva para aficionados de más allá de nuestras fronteras.
Año a año, el Motor Show Festival, que acaba de celebrar su tercera edición, crece de forma espectacular. En esta ocasión su organización estima que han acudido 112.300 visitantes, quienes han disfrutado de 100.000 m2 de instalaciones, repartidos en un buen número de pabellones y espacios al aire libre, donde se han desarrollado actividades de diversos tipos y mostrado productos variados.
Dadas las grandes dimensiones de esta feria, el público que asistió fue de lo más variopinto. Abarcando a verdaderos especialistas y profesionales, a aficionados al motor “de los de verdad” y a un público general, atraído por un interés puntual y muy influenciado por las cuestiones de actualidad… Lo que explica el tremendo éxito del pabellón de Tunning Profesional, tendencia tan de moda últimamente, y en el que se producían constantes colas en sus accesos de entrada (algo que también sucedías en las taquillas, pero que no se repetía en el resto de pabellones).
En su interior se encontraban los manipuladores de vehículos más reconocidos de España, luciendo sus coches alterados más espectaculares. Y junto a ellos, un gigantesco Dodge Ram pick-up que sorteará X-Box próximamente, una “clínica” de sonido de la marca Pionner y la presencia de las atractivas chicas que representan a la marca FHM.
Continuando con el tirón de la personalización de vehículos, el recinto dedicado al tatoo también gozo de un gran éxito.
El pabellón de clásicos fue una de las maravillas de la feria, con verdaderas joyas allí expuestas y además con stands de venta de piezas, recambios y material bibliográfico. Además se incluía una exposición monográfica sobre la marca Pegaso.
Las motos tenías un pabellón específico, que incluía stands de tunning y tatoo, además de una zona para exhibiciones de trial.
También había otros pabellones, de menor atractivo para el público en general, pero donde personas concretas podían cumplir sus sueños… como el dedicado a los coches de segunda mano, donde se podían adquirir gangas a elegir entre un gran surtido.
Además de todas estas exposiciones, hubo muchas actividades a lo largo de los tres días… Se celebró el I Trofeo Ciudad del Motor de Aragón, en el que participaron 18 importantes pilotos españoles, que se pusieron a los mandos de los denominados “Legends Cards”, vehículos ligeros de 125 caballos de potencia, que se enfrentaban en mangas eliminatoria de persecución.
En el espacio denominado Audiodrome se celebraron muchos espectáculos que combinaban sonido, luz y motor, los cuales atrajeron a los espectadores hasta alcanzar el lleno total durante los tres días de la feria.
También hubo exhibiciones con clásicos, como los populares R-8 de la legendaria Copa Renault, así como charlas y talleres impartidos por personalidades de este apasionante mundo, entre las que destacó la realizada por Pedro Martínez de la Rosa, uno de los mejores pilotos españoles de todos los tiempos.
En definitiva, una feria enorme en la que los aficionados al motor tenían mucha razones para disfrutar y un público más general motivos para sorprenderse y acercarse a ese mundo.
Puedes encontrar más información sobre este evento en su página web oficial:
http://www.motorshowfestival.com
También puedes leer el artículo “previo” que publicamos sobre este evento:
“27, 28 y 29 de Enero, Zaragoza 2006 (Previo)”
