La banda vizcaína presenta su segundo LP titulado "Tóxico".
No Quiero es una banda bilbaína, formada tras la pandemia, que anda presentando su segundo disco. Los integrantes que la conforman no son personas ajenas a este mundillo musical. Han trabajado en otras facetas menos artísticas y poco expuestas al público como el management o la producción. Ahora han decidido cambiar de acera e intentar dar rienda suelta a su vena más creativa. Presentan “Tóxico”, su segundo disco y estuvimos hablando con Gaby, voz y alma mater de la banda, sobre toda la actualidad que les rodea.
¿Cómo está No Quiero? ¿Tenemos No Quiero para rato?
Lo que más cuidamos en la banda es el estado de la misma, la química entre nosotros. Así que creo que la banda está en un muy buen momento y con ganas de que esto dure mucho tiempo.
Yo no os conocía. ¿Qué podéis contarme de vuestra historia como grupo? ¿a vuestra edad? ¿De dónde surge vuestro nombre? ¿Cuáles son vuestras influencias musicales? He leído por ahí que temas como “Elisa” tenían aromas a soft-rock de Toto, Journey, Asia… Sin embargo, los registros de temas como “Esos años” son completamente diferentes…
No Quiero surge hace unos años, justo después del confinamiento. Somos todos gente talludita y con unos años encima y lo hace con deseo de poner en marcha un proyecto musical. La mayoría de nosotros ya estábamos involucrados desde hace años en este mundillo y aunque la mayoría ya éramos padre, creímos que se daban las circunstancias perfectas para poner en marcha esta aventura musical. Nos pusimos en marcha Alberto como producto, Antón como instrumentista y yo como voz. Lo hicimos como un hobby, sacamos el primer disco y no dimos conciertos. Ya, para este segundo álbum, se han incorporado Mario, Blas y Javi al bajo, batería y guitarra y con ello ya nos hemos lanzado a los directos. De las influencias te puedo enumerar todas esas grandes bandas del rock desde los sesenta hasta principio de siglo. Cada uno tiene sus propias influencias particulares, que metemos en la batidora mental de cada uno y todo eso da forma a nuestro proyecto. Lo del nombre viene porque yo soy padre y mis hijas, cuando eran pequeñas, no dejaban de decir en casa esa famosa coletilla. Y un día, pensando vi que ese dicho encerraba más que dos palabras y una negativa. Representaba una rebelión contra lo que yo les mandaba, pues ellas querían hacer lo que a ellas les daba la gana. Me gustó y creo que recoge lo que representa la banda: queremos hacer rock, música e invertir el poco dinero que tenemos en esto, que nos divierte.
Sin embargo, la mayoría de vosotros no sois ajenos al mundo musical. Habéis trabajado en este sector, pero desde otros puntos de vista ¿Por qué este salto? ¿Qué ventajas e inconvenientes tiene el hecho de conocer este mundillo desde otras perspectivas radicalmente diferente?
Todos somos profesionales de la música. Yo, por ejemplo, me dedico al marketing y a la promoción de conciertos. Alberto es productor y tiene su estudio, Antón es realizador audiovisual y el resto son profesores de música. Así que todo ello es positivo, pero también arrastra parejo una responsabilidad en cuanto al nivel de lo que se espera, de un acabado perfecto, a la altura de un profesional. Es un desafío, pero yo solo le veo cosas buenas.
Es vuestro segundo disco. ¿Qué diferencias podemos encontrar en el mismo respecto a vuestro trabajo de debut Monterey?
El primero es un trabajo puramente de estudio y el segundo lo es de estudio y de local de ensayo. Y además las hemos podido tocar en directo, terminando de moldearlas.
Habéis tardado 4 años en darlo a luz…ni los elefantes tienen embarazos tan largos…
Es cierto. Pero el primer single salió hace año y medio. Nuestros álbumes son conceptuales, entendidos como un todo. Y eso concepto hay tratarlo en su totalidad. También es cierto que hay que adaptarse al mundo actual. Sacar un disco con solo dos singles pues es casi condenarlo al ostracismo. Hay que ir desgranándolo poco a poco.
“Tóxico” da nombre al disco. En él os vestís de Maria Jiménez y con un análogo al su famoso “Se Acabó”, dais por finalizado algo que está castigando física y mentalmente a un sufridor o sufridora…
En su momento dudamos entre llamarlo tóxico o tóxica. Es una canción con un doble sentido. Por un lado, el papel paternal de “hija, cuidado con las relaciones tóxicas, tened un radar para detectarlas”. Pero luego el título del álbum tiene un sentido más global. Vivimos en un mundo tóxico, lleno de toxicidad. La sociedad se está enmierdando y ésta es la forma de luchar desde el rock&roll contra ello.
“Toma de control” es un tema que, además de darnos un paseo por mi añorado Botxo con un toque Bond-iano, habla sobre el empoderamiento de una mujer que demuestra la valía que puede tener y que normalmente es menospreciada por el hombre.
Estamos muy sensibilizados en cuanto al papel de la mujer y del hombre en nuestro mundo actual. Sale de manera natural reflejado en nuestras canciones y en nuestros videoclips. Somos padres de hijos e hijas. Yo, concretamente, lo soy de hijas. Y hasta que no he sido padre no me he puesto en el papel de la mujer. Y está claro que venimos de una sociedad supermachista, que se va mejorando poco a poco pero que el camino a recorrer hasta la paridad es todavía largo.
Y lo rematáis con “Sexy Jane”, que representa a un hombre (un looser, como dicen los modernos) que cae rendido a una mujer, no por su valía (pues no la conoce) y sí por su imagen, aunque luego el tiro le sale por la culata.
Ese videoclip quería recoger esa historia que nos ha pasado a todos y a todas, en la época adolescente, en la cual hacías tu labor de cortejo (unas veces con más acierto, otras con menos) y luego al final todo te salía mal, porque venía el o la guaperas (o el mayor o la mayor) y te lo quitaba. En fin, eran cosas sanas y necesarias para el desarrollo personal.
“Amarillo” es un tema que denuncia (con letra e imágenes) la manipulación que sufrimos debido a los medios de (des-)información…
Bueno, a ver…Empezando porque todos hemos sido alguna vez tóxicos, también alguna vez hemos sido amarillos o sensacionalistas. Sí hay ahí una referencia hacia la desinformación en los medios de comunicación, pero también existe en las redes sociales, en la comunicación entre personas, etc. Los medios de comunicación tienen mucha culpa (con esos titulares sensacionalistas, que muchas veces poco o nada tienen que ver con la noticia), pero la sociedad o la clase política, también es amarillista.
Habéis dedicado un tema a “Elisa”, como el gran Beethoven…
Esta es una canción de amor no rematado, no culminado. El otro día, en un concierto, me acordaba de Elisa, la madre de un amigo, y que murió hace poco tiempo. La canción también se puede aplicar al amor a una madre o a un hijo.
Tenéis miembros de la banda con experiencia en el mundo audiovisual. Está claro que eso ayuda, pero veo que la mayoría de vuestros temas están acompañados de un video. ¿Es importante esa imagen para fomentar el trabajo?
Es fundamental. La máxima expresión de una obra es la música junto a su representación audiovisual. De los 18 temas que tenemos entre los dos álbumes, solo uno de los 9 temas que llevaba cada disco se ha quedado sin su video. Vamos, por decir eso de “No Quiero”…(risas). Nos gustaría seguir con esa filosofía, aunque es cierto que es una medida cara y que nos obliga a liar a amigos y conocidos para que nos ayuden en esto o lo otro. Aunque creemos que la gente finalmente lo valora.
Habéis tenido citas importantes este verano como ha sido actual en festivales de la talla de Sonorica en Castro, el celebérrimo Sonorama en Aranda o el vecino Ebrovisión en Miranda de Ebro. ¿Cómo está siendo la acogida entre los vuestros de este trabajo? Porque, además, sobre los escenarios (hablando literalmente) solo lleváis un año, ¿no?
Somos una banda emergente, en escenarios secundarios y en horarios poco destacados. Es normal. Vamos entrando poco a poco y con humildad, pero está siendo muy bonito. Es como hacer la mili. Pero está siendo muy bonito. En una sala tienes que tirar tú del carro. En un festi tiran principalmente los cabezas de cartel. Ese trabajo te lo ahorras. Hay que ir paso a paso.
A un joven que quisiera iniciarse en esto de la música, ¿qué le recomendarías? ¿La parte creativa? ¿La parte de comunicación? ¿La parte de management?
Como medio de vida no le empujaría a pensar que va a vivir de la música. Si eres un enamorado de la música, trata de trabajar con la materia prima de la música. Y luego, la vena artística, a partir de las cinco de la tarde, la puedes explayar con tus colegas en el local de ensayo. Triunfar en la música es muy complejo. Hay muchos artistas y hay que tener mucha suerte para poder vivir de esto.
¿Con que os conformáis en esto de la música?
Pues con poder celebrar una entrevista como ésta dentro de 20 años. Y allí pudiéramos departir sobre los siete discos que lleváramos a las espaldas, sobre nuestra próxima gira y sobre lo bien que lo estamos pasando. Y ya si nos podemos autofinanciar y no tirar de nuestros bolsillos, pues ya sería la pera. Pero buscamos más la rentabilidad emocional que la económica, que conste.
La Factoría del Ritmo quiere agradecer al Gaby de No Quiero y a Chema de La Central de Comunicación por las facilidades dadas para poder llevar a cabo esta entrevista.
Videoclip de la canción “Mentiras”.
Más información:
Web oficial: https://noquiero.net
Facebook: https://www.facebook.com/noquieromusic
Instagram: https://www.instagram.com/noquieromusic
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 26 (sección: ).
Sobre los autores del artículo:
