Ruth Lorenzo vuelve a sus orígenes rockeros.

La vida es como navegar en el mar. Unas veces sopla el viento en una dirección, otras veces es la corriente la que te empuja hacia otro lado. Pero siempre existe un timón para enderezar el rumbo. Ruth Lorenzo, una de las mejores voces de este país y ampliamente conocida por el público por su faceta televisiva o tras habernos representado en Eurovisión, ha decidido redirigir su destino y mostrar su ADN musical. Su adenina, guanina o citosina, han sido sustituidas por acordes de Led Zeppelin, la energía de Tina Turner o el poder de Janis Joplin. Con motivo de su próximo lanzamiento “Black Sheep”, donde la artista de Torres de Cotillas vuelve a sus esencias rockeras, hemos estados hablando brevemente con ella.

¿Como está Ruth Lorenzo y si tenemos Ruth Lorenzo para rato?

Claro que sí y mientras me aguante el cuerpo…y me cuido bastante. Así que hay Ruth Lorenzo para rato. Mi meta sería llegar hasta los 80 años dándolo todo sobre el escenario.

Presentas “Black Sheep”, con otro título de disco relacionado con el mundo animal como tu anterior Crisálida (o tu marca de ropa White Lion). Sin embargo, si crisálida está relacionado con un cambio, con una metamorfosis, “Black Sheep” tiene connotaciones negativas. ¿Dónde es Ruth la oveja negra? Recuerda que Barricada tenía balas blancas para la oveja negra…

Pues hay que aceptar la condición de cada uno y no camuflarse y esconderse de nada ni de nadie. En la sociedad actual es fácil conducirnos como un rebaño sin rumbo, donde perdemos la identidad. Este disco trata de aceptar cada uno su propia identidad, aceptar quien eres y tirar para adelante con ello.

Por las demos que he podido escuchar de tres temas de los once que contiene el disco, tiene una alta componente rockera. Yo desconocía esta faceta tan rockera de Ruth pero rascando un poco he visto tus colaboraciones con Sôber, tu amistad con Jeff Beck o Ritchie Sambora o que ha compuesto temas para Floor Jansen. ¿Este es el estilo musical que más te atrae actualmente? ¿O siempre te ha gustado el rock, lo que pasa que ha pasado desapercibido entre tus canciones?

Siempre canté rock. Es cierto que me inicié en el mundo musical con la ópera, pero a los 17 ó 18 años monté mi primera banda, con la que hacíamos versiones de grupos de rock. Siempre me ha gustado el rock y el heavy. Luego me marché fuera y es en Reino Unido donde entro en contacto con Jeff Beck, por ejemplo. A mi regreso a España y con la posibilidad de representar a España en Eurovisión, me despego un poco del que había sido mi estilo de siempre y exploro ese otro camino más pop. Me funcionó (no te lo voy a negar) pero es cierto que esto me llena más, tiene mi identidad.

Referentes de mujeres en el mundo del rock hay menos que otras facetas musicales. ¿A quien admira Ruth? Porque oyendo las demos yo veo cosa de Janis, de Debbie Harry, …

Para mi Janis Joplin es una de las cantantes femeninas que más me han marcado. No obstante, en cuestión de mujeres, las que más me han atraído han sido las mujeres del soul como Aretha o Nina Simone, por ejemplo. Respecto a hombres, siempre me ha encantado David Coverdale o Mercury con su versatilidad y su toque clásico, o Fleetwood Mac. Luego ya en los 90, cuando me voy a Estados Unidos, se produce la eclosión de Foo Fighters, Red Hot Chilly Peppers, Sublime, Alanis Morissette…Son todas bandas que me han influido como artista.

Las demos que he escuchado están cantadas en inglés, por lo que imagino que el disco completo está en la lengua de Shakespeare, ¿Es el idioma ideal para cantar rock? ¿lo haces con vistas a promocionarte más allá de nuestras fronteras? ¿Es con la lengua con la que te sientes más cómoda para cantar?

Pues eso último que comentas. Es la lengua con la que más cómoda me siento a la hora de cantar. El castellano es un idioma complejo para cantar. Es muy duro para las cuerdas vocales, que sufren mucho. Pero es cierto que, dentro del castellano, hay géneros que le funcionan mejor. Pero para el blues o este rock mas setentero, el inglés creo que se adapta mejor.

He leído por ahí que disco lo habíais grabado en cinta analógica ¿es cierto? ¿qué buscabais con ello? Te he visto en un video de un concierto grabando con una cámara de video…

Pues no grabamos con una cinta analógica sino con once, pues en cada cinta no caben más de tres tomas de una misma canción. La culpa la tengo yo, que soy una friky del sonido. Ya con mi primera banda, yo estaba como pipa, como asistente de sonido. Yo montaba, desmontaba, dormía en el camión. Es decir, empecé desde abajo. Y mi amor por el sonido siempre ha sido muy evidente. El sonido lo cambia todo. Y ahora que vivimos en una era digital, donde todo pasa por unos filtros y por unos ecualizadores que empequeñecen a la música, yo tenía claro que quería hacer lo contrario. La música en analógico no pasa de moda, perdura en el tiempo (sonoramente hablando). Tú oyes un disco de Hendrix y podría haber estado grabado en la actualidad. No pasa de moda. Suena añejo, pero no suena antiguo. Eso es porque el sonido está tratado de una manera especial.

De nuevo, de los retales de las canciones que podido escuchar, he encontrado trazas de la Joplin, pero también sonidos zepelianos o purpplelianos, donde tienen especial relevancia los teclados. ¿Es este sonido rockero de los 70 el que más te atrae?

Sí, es el que más me atrae, sin duda. Y lo es porque tiene una base muy importante blusera. Y para mí el blues es algo que me toca mucho. Yo soy española, nacida en Murcia pero me fui a los 9 años a Estados Unidos. La cultura musical que yo he mamado es la del oeste de los Estados Unidos. Si hubiese crecido en España pues seguramente sería cantante de flamenco, que es lo más parecido al blues. Pero esa música de los 70, con sus baterías, sus teclados, ese toque psicodélico que te lleva a la introspección. Y yo, que soy Escorpio profunda, es un mar que me encanta navegar.

Te has rodeado de un equipo de diez para sacar el producto final: el multipremiado Rafa Sardina como ingeniero, Emilio Esteban como productor, la mismísima Silvia Massy en la mezcla, Nicolás Martínez en la parte artística y lo has grabado en los estudios del gran Peter Gabriel. La cosa no puede salir mal con estos mimbres…

Buff, nunca se sabe…Una cosa es lo que uno tiene in mente y otra es lo que finalmente va a salir a la luz. Lo que sí tengo claro es que es un disco con un sonido muy especial. Es un disco que he compuesto con la banda. Nos hemos sentado y lo hemos hablado, sin ningún tipo de egoísmo y ninguna visión de éxito propio, sino reconociéndonos en el otro y construyendo algo juntos. Todos esos nombres que enumeras están en el proyecto porque creen en el proyecto, no porque haya más o menos dinero. Ya no se suele grabar en cinta analógica. Pero, por ejemplo, Silvia mezcla en analógico y aporta mucha creatividad. Para mí, haberme topado con ella y que me diga que le encanta mi proyecto, que sería un honor para ella mezclarlo, que se ponga nerviosa a la hora de enseñármelo, a mi me deja perpleja. Me siento muy orgullosa de lo que hemos hecho, porque es un trabajo sincero y reivindicativo, que cuenta las verdades de algunas realidades que son crudas y horribles pero que son ciertas. En esas lagunas de oscuridad es posible ver que no estás tan sola. Y yo estoy con mi banda.

Supongo que el disco lo has compuesto tú en su totalidad, ¿no? ¿Qué faceta musical es tu preferida: composición, grabación o presentación en directo?

Pues que todo me encanta. Las pruebas de sonido son de mis cosas favoritas. El disco lo hemos escupido y vomitado entre todos. A veces yo traía ideas, otras veces es simplemente Sergio él que ha empezado a marcar un bombo a negras y hemos parido una canción de tres minutos y medio perfecta. No hay méritos de uno, sino un cúmulo de energía. Ellos venían de cerrar un capítulo, yo también. Cuando esas energías se encuentran, sin mirar a nadie por encima del hombro, sin que haya nadie por encima de otro, entonces pasan cosas mágicas. Cada uno de nosotros somos ovejas negras en este equipo. Silvia, por ejemplo, tiene su estudio en Oregon, alejado del mundanal ruido porque tiene una forma muy friki de trabajar. Emilio, por ejemplo, te viene al estudio en chanclas. Somos un grupo de gente que nos hemos confluido en un momento muy particular.

La portada del disco (o por lo menos lo que nos han pasado desde promoción) incluye la cabeza de la oveja negra pero también unas letras de tu nombre que parecen como trazadas en sangre. Vamos, que parece casi más el cartel de una peli de terror, ¿A que tiene miedo Ruth Lorenzo? ¿a esa industria musical que más de una vez te la ha jugado?

No, miedo no. Relativo a la industria musical, en el disco hay una canción titulada “The game” y es que, una vez que comprendes su juego, ya sabes por donde te va a venir cada uno. No hay que tener miedo a nada en esta vida. Hay que tener miedo a no vivir, no intentarlo, a quedarte quieto.

Has participado en multitud de programas televisivos musicales, desde “Factor X” hasta “Tu cara me suena”. ¿Qué opinión te merecen los talent shows?

A mí me han ayudado mucho, en especial a financiar mi proyecto musical. Quizás hay muchos prejuicios, sobre todo ahora que estoy en este proceso de cambio, muchos prejuicios de críticos musicales que te echan en cara que “tú ya trabajas en la tele”. Como te acabo de decir, es la manera que tengo de autofinanciar mi carrera musical. Pero recibo tanto amor de la gente, tanto apoyo gracias a esos programas, me han dado la oportunidad de hacer actuaciones espectaculares en televisión que han quedado para la historia, que yo no puedo más que dar las gracias.

Eres una persona polifacética, pues has presentado programas de televisión o colaborado en radio, has hecho algún papel como actriz, pero supongo que lo que más te atrae y donde más te sientes cómoda de cara al público es en el escenario cantando, ¿no?

Lo que más me gusta hacer delante del publico es música en directo. Estoy enganchadísima. Además, esto que estamos haciendo para promocionar el disco con tanta antelación, que es tocarlo en su totalidad y en auténtica primicia delante de un público que no lo ha escuchado nunca, nos permite ver como reacciona la gente frente a esa primera vez. Ese placer de mirarlos a la cara y ver su reacción no está pagado. La gente hasta deja sus móviles y se queda enganchado al tema.

Tenemos muy reciente lo de Eurovisión, ¿Qué opinas de lo que pasó, de esas puntuaciones tan bajas que nos dieron? ¿No sería el momento para dar paso a alguna alternativa nunca tanteada como, por ejemplo, algo más rockero?

Pues sería muy guay. Lo de Eurovisión es muy complicado. Pero cuando se va con ilusión, con toda tu intención, pues eso queda ahí, para perdurar en el tiempo. Siempre puedes volver a Youtube, volver a verlo y sentirte orgullosa por lo que hiciste. Son actuaciones que no pasan de moda, están ejecutadas con amor y artesanía. Luego, lo del puesto es algo que la gente olvida. Lo importante es hacer tu trabajo y sentirte orgulloso.

Desde tu punto de vista: ¿qué te está dando la música? ¿y qué le estás aportando tú a ella?

La música me da terapia, sanación, energía, fuerza…pero desde el minuto uno de mi vida. También me permite soñar despierta, navegar en los momentos no tan buenos, ponerte esa canción en los momentos no tan buenos y pensar que todo va a pasar. La composición es algo mágico y yo espera estar aportando verdad.

La Factoría del Ritmo quiere agradecer a Ruth y a Claudia Orellana (Son Buenos) las facilidades dadas para poder realizar esta entrevista.

Más información:

Web oficial: https://ruthlorenzo.com/
Twitter: https://x.com/RuthLorenzo
Instagram: https://www.instagram.com/RUTHLORENZOMUSIC/