Botella y desfase etílico, en la portada, acompañado de colchón azul, vela, cierta suciedad y guitarra.
44´47´´ duran los 10 temas de este “Malas Costumbres”, que también se marcan chapa amarilla en la contraportada del libreto que está bien curradillo.
Se lo pedí al leer la promo que “The Bordelinemusic” les había hecho al igual que también esta gente hizo con mi poemario “A pesar de todo la cerveza no enmudece”, y me lo remitieron gratis. Gracias colegas. Os quiero, ¿para cuando intercambios…, cerveceros?
Encontraréis agradecimientos a gentes y a alguna banda punk y edición de “Santo Grial”, web de Kini y grabado en “Sonido XXI” de Esparaza de Galar (Navarra). Todo el diseño gráfico y la portada son de José Wisper. Punk rock y otras cosas. Voz, voces, Juan y Pancho las conducen y también se encargan del bajo y guitarra respectivamente.
Rabia y guitarras en suspensión para ese “Rabia” sucesión de conceptos y actitudes que disgustan al corazón humano hecho tinieblas. Música regentada sin estridencias con conclusiones fruto del conocimiento que nos hace escépticos en el patíbulo en el que somos autoverdugos. Tiempos de sinrazón y eclosión de siniestras sendas. Guitarras en un punk rock con tendencias de diversa sonoridad. Se registran influencias variadas. The Birras han tocado con los Koma, hardcore que me encanta, Los Suaves, Porretas, o Boikot y tienen tres trabajos en su haber.
Experiencia en la batería (Monchi) y constancia en el bajo hacia un final en el primer tema más metalero. Los dos marcan unas sensaciones especiales en “Malas Costumbres”: letra de caminar empírico hacia la creatividad e inicio oscuro, con coros ejecutados al servicio de la melodía para un rock que nos narra relaciones, despistes, punteado rockero y priva, notándose, creo al igual me equivoco, la guitarra solista (Juanan) que durante todo el trabajo es excelente habitat. Atmósfera rompedora y sensitiva.
Ruedan “Al día siguiente”, que se escucha modulado, con historias del día a día sin más pretensiones, en este caso, que el rollo resaca y a seguir, finalizando con más velocidad instrumental, que es cuando engancha, y “Amén…, que os den”, que nos marca un cambio de registro. Me devuelve a los 80. De fondo un suave guitarreo entre todo el resto de “caña” y una pcrítica a la iglesia, institución criminal generadora de analfabetismo, mentiras y ese hedor que pudre tanta palabra, ética y moral de contemplación y robo. Guitarras protagonistas más rockeras que otras cosas. Ciertas influencias metaleras de cierto heavy rock español. ¿Soy osado en el contraste?
“Guapa vas” es el 6º corte. Ritmo de samba, dicharachero, “corrido mejicano”, melancolía alegre, ¿qué has hecho esta noche cariño?, más de lo mismo.
“Recuerdos”, experiencia poética en la letra, coros más sinvergüenzas, punkys, como un medio tiempo más machacón para una evolución controlada. La memoria hecho emoción.
“Malos Tratos” diría yo que es el 2º temazo ¿cuál será el 1º? Aquí sí creo que me veo ante un sonido punk mezclado con la habilidad del bajo. Mochi demuestra porque la batería es tan necesaria. Suelta la guitarra, es como soltar amarras con un regate genial. “Sigo Tirando” ya es el 9º. Un diario propio. Poesía de actitud. Guiños de anarquía sin remedio. Viajero en la intemperie. Temilla clásico, “la guapa” que diría Rosendo. Acaban con “Chury”. Humor sin más, o ¿amor al primer abrazo?
Cuando acabo de corregir este engendro y antes de enviar un relato hiperbreve de fantasía (ciencia ficción) que me han pedido escucho el primer trabajo de los “Doble Gota” y veo relaciones y contrastes con esta banda que hasta este momento no se me habrían ocurrido. En verdad, y el ejemplo es ínfimo, el rock, el punk, o el harcore permiten hermanamientos y lejanías interesantes, libres y a gusto del oyente.
Comentario por: Julián Sánchez
(Fecha de publicación: 14/10/2004)
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