Si este disco llega a tus manos sin ningún tipo de información y lees el título, "The Brooklyn Sessions", ves las fotos y le hechas un vistazo al libreto, sin fijarte demasiado en los detalles, pensarás que es un grupo americano.
Pues no, son de Bilbao.
Irrumpieron en escena hace poco tiempo en realidad, en el 2003, y dejaron con la boca abierta al proponer un estilo que bebía directamente de las corrientes del rock de los 50, pero actualizándolas y abordándolas con desparpajo punk… De hecho en un segundo vistazo tanto la estética como el sonido del grupo tiene bastante que ver con el lado "rocker" de The Clash.
Editaron un disco en aquel año, "The Boggie Punkers" (Haryride/On the Hill") y en 2004 lanzaron un split con el grupo The Intronova (El Beasto Records). Ahora lanzan "The Brooklyn Session" de la mano de Noizpop, un subsello de Gaztelupeko Hotsak, para el cual se desplazaron a grabar a Brooklyn. Todo un gustazo que les permitió registrar sus canciones en un estudio legendario, Atlantic Sound, y después pasearse por las calles de ese legendario barrio de esa legendaria ciudad que es Nueva York.
Tal vez ese ambiente haya influido y el espíritu del rock primigenio les haya abducido… tal vez, pero lo cierto es que las canciones del disco merecen un aplauso.
El disco se abre con "Listen", toda una llamada de atención que resume lo que el disco propone y que engancha desde el primer punteo de guitarra. Rabia, rapidez y gancho. Curiosamente termina con loops construidos por programaciones (algo único en el disco).
"My babe", un tema de guitarras sucias y una voz que junto al ritmo te invitan a dejarte tupé, ponerte una camisa de gasolinero, unos pantalones justos y lanzarte a bailar a la pista con tu chica como un loco.
"I?m not you" continua construida entorno a un riff a lo Bo Diddley. "Happy Loneliness" parte de un ritmo de bossa y nos presenta a Luis Arroyo, el cantante, transmutado en Elvis… chulería seductora en la voz para un tema que podía haber formado parte del repertorio de aquel.
En "I?m fine" viran hacia el blues de la forma más energética posible, haciendo guiños a varios estilos del género.
"Tuesday Night At The Hank" es un tema dedicado a un bar de Bilbao, lugar simbólico para los que aman los fines de semana eternos, que despega con una melodía en la voz que se desliza sobre una sólida base rítmica hasta llegar a una zona vocal que le convierte en un himno seguro para sus directos.
"Corridor" es un tema hiperveloz, una especie de canción surf acelerada y con voz. "Waiting for the end" relaja la velocidad y nos lleva a "Domo Arigatoo Gozaimazu", un corte de inicial protagonismo rítmico, que vuelve a convertir al cantante en Elvis.
"Six Boogies" podía haber formado parte de la banda sonora de la película "Grease". Uno se imagina con facilidad a Travolta bailando y gesticulando con este tema.
"Beto?s Party" es un instrumental rápido cercano al surf, aunque más rabioso que pegadizo.
Y el disco termina con "The guessed your intentions", un colofón con punzadas frenéticas a la altura del resto del contenido del disco y que a la vez lo resume con sus guiños a varios estilos.
"The Brooklyn Session" es un disco vibrante y con gancho. A veces mirar atrás en lo mejor para sorprender, y aunque hace falta talento para no terminar siendo solo una copia, The Boogie Punkers demuestran que lo tienen.
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