Desde Alemania nos llega el primer álbum de esta banda, que apuesta por un sonido duro y directo, que bebe principalmente del punk, pero también del heavy metal y el rockabilly.
The Ed Random Band son un grupo alemán formado en el 1997 y compuesto por Ole (voz y guitarras), Fiede (batería), Fin (guitarras) y Franski (contrabajo).
Tienen registradas varias demos, un EP ("Second Half Soul") y único CD larga duración, este "Boxer", que se publicó en el 2004, pero que nos llegó a nuestro país el año pasado, gracias al sello madrileño Mondongo Canibale.
La apuesta de The Ed Random Band es por un sonido potente, basado al 90 por cierto en el punk y aderezado con algo de rockabilly y de heavy onda Motorhead y similares.
El disco contiene doce canciones construidas sobre una base rítmica sencilla y firme, con riffs de guitarra efectivos, sin virtuosismos pero con la suficiente variedad para no aburrir, y la entusiasta voz del cantante arrastrando al oyente. Lo cierto es que escuchando el álbum uno piensa enseguida que donde debe funcionar muy bien este grupo es en directo.
El sonido de todas las canciones es bastante homogéneo. El disco arranca con "Thumbs Up", donde destacan la fuerza de las guitarras y los coros que apoyan al cantante. El siguiente tema, "The Guy Whos Known As Ed", es sobre todo rápido y recuerda a Motorhead y Ted Nugget. "Superspactic" parece que se relaja un poco, al ceder espacio las guitarras, pero enseguida van entrando y apuntalando otro trallazo. "Red Flag", es unas de las mejores canciones para corear… "The Steps of Descent" tiene un desarrollo bastante heavy, con un solo de guitarra extenso en el medio de la canción, que luego cede paso a un tramo "rockabilly" (se escucha perfectamente el contrabajo) y luego llega a un tramo similar al resto del disco. "Hope", "Broken Hearted", "Cant Tear Me Down", "Beware", "Fail", "Not Okay" y "Loves a Whore"… éstas otras canciones son las que completan el álbum… se suceden con una combinación de los elementos explicados para cada unas de las canciones anteriores… los coros que apoyan al cantante invitan a corear, los riffs de guitarra se pegan en el cerebro del oyente y en ocasiones dan un paso hacia los solos, todo cimentado sobre una base de ritmo imparable y sólida.
Sí te gusta el rock duro, efectivo y sin complicaciones, debieras escuchar este disco.
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