Tres álbumes avalan una propuesta de rock potente y ecléctico, con letra en inglés y muchas ganas de hacer temblar los escenarios.
Cuatro amigos músicos amantes del rock and roll decidieron a finales de los años 90 unir sus fuerzas para dar rienda suelta a sus inquietudes creativas. De esa ilusión inicial nació Beggar´s House, un combo que se ha ido convirtiendo en un proyecto cada vez más serio y sólido.
Primero grabaron varias maquetas, una de las cuales les sirvió para ganar el 2º permio del festival Largarto Rock de Jaén en 2003. Después comenzaron una carrera discográfica que llega hasta nuestros días: “Beggar´s House” (H-Records, 2005), “Deathwath Bettle” (autoedición, 2010) y “Behold the monster” (Lengua Armada, 2016).
El grupo está compuesto por Jurry de la Rosa (guitarra), Len Ávila (guiitarra y voz), Mele Ferrete (bajista) y Ramos Dual (batería).
Con motivo de su más reciente trabajo, el citado “Behold the monters”, hemos entrevistado a Jurry de la Rosa en representación del grupo:
Comenzasteis a dar conciertos en 2003 y vuestro primer álbum es de 2005. ¿Cómo fue la etapa previa a Beggar´s House? ¿Estabais en otro grupos?
Con “FoUr guys in the right place” conseguimos meter la cabeza en la escena underground española. Esa maqueta, grabada en Pig Studios (Granada) a los mandos de Javi PPM, y donde posteriormente grabaríamos nuestro primer álbum, nos abrió algunas puertas. Teníamos algunos proyecto paralelos, pero Beggar´s House era nuestra nave nodriza.
¿Y qué os llevó a fundar Beggar´s House?
La banda se formó algunos años atrás. Nos llevábamos todo el día idealizando la vida de los grupos que escuchábamos. Estábamos en el instituto, ya sabes… La primera maqueta, que data del 96, la grabamos con un cuatro pista de casete. Aun debe de estar guardada en algún cajón. Algún día la digitalizaremos.
¿Cuáles era vuestros gustos musicales e influencias en aquellos primeros tiempos?
Principalmente las bandas clásicas de los sesenta y setenta; pero en nuestra época de instituto muchas bandas de los noventas no estaban influyendo también. Por un lado teníamos todo lo que nos llegaba de los Estados Unidos y por otro los que nos llegaba de las islas británicas. En una cinta podías tener a Jon Spencer Blues Explosion en la cara A y a Supergrass en la B. Y así hasta aburrirte.
Es normal que los grupos al principio tengan detalles que recuerden a sus grupos de referencia. ¿En qué momento sentisteis que habías encontrado un sonido y estilo totalmente propio?
Principalmente con el primer álbum, pero, aunque uno no quiera, siempre acaban buscándote un referente a lo que haces. Solían decir de nosotros que éramos un híbrido entre Fugazi y Black Flag, ¡y por entonces no los escuchábamos! A día de hoy son bandas de cabecera.
Vuestro primer disco lo lanzasteis en 2005 con H-Records… ¿Cómo veis ahora aquella grabación?
Siempre hemos dicho que de aquel disco nos quedamos con la frescura del momento y la inocencia. Si lo escuchas hoy día, podrás apreciar que está latente a lo largo de todo el disco. Todo era mucho más intuitivo.
En 2010 publicasteis “Deathwath bettle” de manera autoeditada… Con este disco habéis estado manteniendo el grupo y el repertorio hasta hace muy poco… ¿Qué significó para vosotros ese segundo álbum?
Ese disco lo grabamos nosotros en casa, al igual que Behold The Monster. La diferencia es que Deathwatch Beetle fue el primero. Queríamos alejarnos un poco de la impulsividad del primer disco, queríamos hacer algo más complejo. Quedamos muy satisfechos con el resultado.
“Behold the monsters” lo habéis publicado muy recientemente, con el apoyo de Lengua Armada. Habéis publicado con H-Records, luego os habéis autoeditado y ahora publicáis con Lengua Armada… ¿Qué es para vosotros lo mejor de la autoedición y lo mejor de contar con un sello?
Principalmente, que cuando trabajas con un sello, como en este caso con Lengua Armada, que conoce a quien tiene que conocer y está curtido en mil batallas, los frutos que recoges son mejores. Un empujón siempre ayuda.
Han pasado seis años entre vuestro segundo y vuestro tercer disco… ¿Las nuevas 13 canciones las compusisteis recientemente o las habéis ido componiendo a lo largo de estos años?
En el nuevo disco te encuentras de todo, canciones que llevan con nosotros ya algún tiempo y otras que han llegado recientemente para quedarse.
¿Tenéis canciones creadas estos años que se han quedado sin grabar?
Sí, algunas. Muchas se olvidan en el local de ensayo y otras no las consideras merecedoras de incluirlas en un álbum. Siempre hay algún estribillo o puente reutilizable.
En el pasado habéis participado en algunos concursos de de grupos de rock, incluso habéis ganado algún premio. ¿Cuál es vuestra experiencia con esos certámenes? ¿Os resultaron útiles para potenciar vuestra proyección?
Hemos participado en algunos certámenes, sí. Precisamente acabamos de llevarnos el Primer Premio del Hip-Pop-Rock de Marchena. Ganamos también, hace ya unos añitos, el Segundo Premio del desaparecido ya, pero en su momento bastante aclamado, Lagarto Rock de Jaén. Con el premio grabamos nuestro primer disco. Estuvimos también en el Villa de Bilbao como semifinalistas y en el Surface Festival como finalistas nacionales. Bueno, todo suma, ¿no?
Muchos grupos sueñan con vivir de la música… ¿Es algo que habéis conseguido ya? ¿O aún es un sueño? ¿Cercano o lejano?
Es algo que no nos planteamos. ¿Molaría?, pues claro.
¿Qué tal los conciertos de presentación del nuevo disco?
Estamos muy contentos con todos y cada unos de los conciertos que llevamos hasta la fecha presentando Behold The Monster. El público está respondiendo bien, y eso nos hace confiar aun más en lo que hacemos. Es en el escenario donde mostramos el monstruo que cada uno tiene dentro.
Y nada más, salvo desearos suerte con vuestra música y dejaros espacio para si queréis añadir algo más para nuestros lectores…
Gracias a vosotros. Esperamos poder llevar pronto al “monstruo” a vuestra ciudad y demostraros que no hay que tener miedo, simplemente hay que abrir la mente. Lo demás fluirá.
Vídeo del tema “Through The Woods”:
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Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 25 (sección: Entrevistas).
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