Cada loco con su tema.
La Factoría del Ritmo: Cuéntanos un poco la trayectoria discográfica que habéis llevado…
Jesús: En los 15 años que llevamos funcionando hemos editado tres discos. Podíamos haber editado más, lo que pasa es que tuvimos un parón, un pequeño descanso, de siete años, para hacer treinta temas y seguir un poco más fuertes.
¿ Has dicho un parón de siete años?
J: Sí, para hacer este LP teníamos 35 canciones para elegir, lo cual tampoco quiere decir nada, pues hemos seguido rulando por ahí. No hemos dejado de tocar mientras tanto.
Santos: Pero hay que decir las cosas como son, el parón realmente fue, digámoslo en plan bruto y salvaje, por puteo de la casa discográfica: que si yo te doy más, que si quítate de esta y me voy con la otra… esa fue la movida del parón de siete años.
Estábamos fichados, nos quisieron fichar otra vez, luego vino otra casa, o sea un follón de mucho cuidado.
O sea que un parón forzado…
J: Claro, porque nosotros teníamos contrato discográfico con Godiss, una compañía británica y nos hicieron romper porque vino Ariola, y a nosotros nos interesaba una multinacional. Así que rompimos con Godiss y luego Ariola nos dejó sin plumas y cacareando. Que si mucho esto, que si mucho lo otro, se gastaron setecientas mil pelas en nosotros y luego para nada. Estuvimos dos años en la compañía, que si grabamos que si no grabamos, hasta que llegó un día en que dijimos, hasta aquí hemos llegado.
O sea que la industria no trata muy bien a los grupos.
J: Los trata muy mal. Tienes que ser un poco alguien para que apuesten un duro por ti. Antes, yo recuerdo que las compañías no eran así, fichaban y arriesgaban un dinero. Hoy día o lo tienen muy claro o no meten un duro. Es que ni siquiera quieren coger grupos, se quedan con los que tienen, que les vendan, y punto. Es muy difícil entrar en una compañía de discos. Parece mentira, pero es así.
Habéis tocado mucho en el extranjero ¿dónde disfruta más la gente?
J: Hombre, yo creo que siempre gustamos, porque en un concierto nuestro la gente siempre baila, lo que pasa es que en el extranjero, los guiris, coges una guitarra española, te pones a cantar, y la gente se vuelve un poco más loca, más inquieta. Y es que lo español gusta. Te coges a un francés o un alemán, vienen a España y ¿qué hacen? pues lo primero ver los toros y luego correrse una buena juerga flamenca. Pero es normal, esto no lo tienen allí.
¿Como surgió la idea de meter un D.J. en la primera canción de vuestro último disco?
S: Eso fue cosa del productor, de Alberto Gambero. Se le metió en el coco que había que meter algo así.
J: Por hacerlo un poco más discotequero.
Pero ¿os gusta cómo ha quedado?
Constancio: Apareció el D.J. Potas cuando estábamos haciendo la grabación…
J: Bueno este es Constancio, el batería.
(Omitiremos las presentaciones)
C: Él había grabado anteriormente en ese estudio y apareció. Escuchó lo que estábamos haciendo, le gustó y le dijo el productor ¿quieres meter algo? Y al día siguiente vino, se lo había preparado, se trajo los platos, e hizo la cosa. Nos gustó y bien. De hecho estamos pensado en que se venga y tocarlo en directo, pero eso está más en el aire.
Según parece en el disco, la columna vertebral de Combays sois tres, y luego está la banda a parte.
J: Bueno, si te refieres a que si Combays somos tres. No, Combays somos nueve. Somos todos porque somos de Zaragoza, estamos todos muy unidos, y todos somos buenos amigos.
¿De dónde viene el nombre de Combays?
J: Lo sacó mi hermana. Le sonaba como hawaiano y nos gustó, aunque todavía no sabemos ¡qué coño significa Combays!
Y nada más. Se estaban yendo, así que tuvimos que dar por finalizada la entrevista.
Entrevista realizada por Félix Vera y F-MHop
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