Discordia: Versos de rabia

Leño estableció el patrón y solo algunos después lo matizaron (Barricada o Extremoduro, dejando claro que lo de “urbano” no debía entender como circunscrito a la ciudad, por ejemplo). Sin embargo es un género que engancha a muchísimos seguidores y también a muchos grupos que se entregan con entusiasmos a esa visión del rock equidistante de hardrock y el punk. En defensa de él se puede argumentar la sinceridad de quienes lo practican, así como la cercanía a los problemas cotidianos de su público, y desde luego son dos buenas razones que explican su resistencia al paso del tiempo y su impermeabilidad a las modas. Con todo esto… tenemos un panorama donde surgen muchos grupos de éste género y en el que muy poco logran destacar y llamar la atención sobre el resto. Aunque también es cierto que a la mayoría de todos ellos eso les da igual y con hacer su música son felices. Perfecto. Pero de vez en cuando surge una formación que, con unos planteamientos similares al resto, tienen una chispa que les hace distintos… atractivos, personales… ¿mejores?. Este es el caso de los murcianos Discordia, que con su debut “Versos de Rabia”, han hecho un disco de rock urbano, que es el mejor del género que he escuchado en mucho tiempo… desde ??? de los ???… Canciones directas, fuertes, que enganchan diréctamente al oyente. “Kizás así” abre el disco y la voz del cantante (segurámente un punto clave en lo bueno del resultado) convierte la letra en casi un himno, liderando una compacta base musical. “El Barrio Callao” se inicia con gaitas y éste es otro himno… pero de los que se corearán en directo con entusiasmo y saltos. La base musical oscila entre el reggae y el rock, y la letra sobre una barrio ricachón y ellos empeñados en colarse en una fiesta. “Mundo animal” denuncia el maltrato animal por parte de los humanos, con un planteamiento muy punk… te podrías imaginar a Evaristo cantándola, sino fuera por el estribillo muy al estilo de los Leize. “Ké felicidad” proclama “admiración” por los que están ciegos y no ven los problemas del mundo. “Invasión” se sustenta sobre un ritmo rápido, que se intercala con otro más lento, para una letra sobre el ataque de Estados Unidos a Irak, una de esas canciones que hacen pensar y que pone los pelos de punta. “Enganchado” es una canción en la que el cantante parece Boni de los primeros tiempos de Barricada… y toda la música recuerda a los buenos momentos de “Noches de Rock and Roll”. “El Iluminado” es un tema en el que arremeten contra la iglesia. “No olvidemos” habla sobre los muertos de la guerra civil que se quedaron en las cunetas durante décadas y hoy al fin hay alguien que se preocupa por rescatar su memoria… Una nueva muestra de cómo son capaces de crear melodías pegadizas. “Sólo dando se puede perder” trata sobre la parca situación laboral que sufre la juventud actual. “No lloréis por mi” es una tema en el que parecen Reincidentes… cantando sobre las vidas quemadas en supuestas “entregas sacrificadas” al bien común. Y el último tema es “Cuando estén durmiendo”, es un tema sobre las infancias terribles que sufren muchos niños en muchas partes del mundo. Discordia no inventan nada y en muchos casos suenan a Barricada, Reincidentes, Boikot, La Polla o incluso Leño… pero tienen algo especial que les hace atractivos… ¿Será el talento?. Desde luego puedo asegurar que éste es un disco para disfrutar, que enlaza directamente con los tiempos más frescos y con los mejores discos de ésta forma de entender el rock. Comentario: F-MHop.(Fecha de publicación: 21/04/2005)