Los Aslandticos: El mundo está fatal de los nervios

Los Aslandticos: El mundo está fatal de los nervios
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Un nuevo grupo que nos llega desde el sur cargado de ritmos mestizos y letras llenas de mensaje. Doce canciones que merecen ser escuchadas y ansiar verles en directo.

Por suerte, desde hace algunos años, el panorama musical independiente ya no es algo casi exclusivo de las grandes ciudades del estado o el siempre prolífico País Vasco. Aún con las limitaciones y desventajas todavía evidentes, lo cierto es que numerosas bandas de calidad emergen en diversos lugares del territorio nacional, y con apuestas, en general, bastante innovadoras e interesantes. Una de esas nuevas bandas que merece más que la pena escuchar se llama Los Aslánticos, siete promesas de Córdoba que contribuirán en los años venideros a que el sur siga dando que hablar en cuanto a música independiente se refiere. Los Aslándticos son un grupo con futuro no sólo por su estilo fusionado y abierto a todo tipo de géneros (mestizaje, reggae, flamenco, funky y un largo etcétera) plagado de riqueza instrumental, sino también por la personalísima voz de su vocalista principal Mario Díaz, autor además de la mayor parte de las letras de este primer disco que titulan "El mundo está fatal de los nervios". Esas letras, a caballo entre el compromiso social y lo cotidiano, hablan de la vida misma en sus múltiples facetas, y son sin duda uno de los fuertes del conjunto. Cabe destacar dos temas como son "Qué calité" (escrito por quienes forman las tres voces de esta banda coral) y "Dime que lo deje" (una canción muy original sobre la desgracia y desesperación que supone ser heroinómano), si bien las doce canciones que conforman el álbum (además del video clip de "Se ven venir", una de las más festivas de este debut) derrochan talento y autenticidad en todos los aspectos. Si a todo esto, le sumamos un producción impecable, que es el caso, lo único que les queda a Los Aslándticos es darse a conocer y ser escuchados, pero también mantenerse unidos para soportar los rigores y presiones de una industria, también la independiente, cada vez más abyecta y desnortada por razones varias. Peligros aparte, solo decir que si tenéis la oportunidad de verlos en directo no la desaprovechéis, pues por su estilo es éste unos de esos grupos que ganan en vivo, tanto en frescura como en todo lo demás.

Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo (sección: ).

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