Hasta ahora encontrarse con un disco de Negu Gorriak era toparse con un disco increíble.
Cuando conseguí acceder al disco lo hice con cautela, ya que no es la primera que un grupo magnífico, tras un “live” como respiro, comienza a decaer.
Escuché el disco y quedé tranquilo. No se trata de otro disco increíble, es tan solo muy bueno, pero abre en el grupo un nuevo camino de asimilación de ritmos que puede muy pronto ser arrebatador. Esta afirmación parte del hecho de que los mejores temas del disco son aquellos en que los desvaríos rítmicos en principio parecen más desconcertantes para el grupo: salsa, dub, funky…
El disco se abre con un collage, “Hitzaurrea”, con ritmos Hip Hop y voces de tribus africanas, apenas un minuto que deja paso a “Hitz Egin”, una canción compuesta para la plataforma de defensa del diario vasco “Egin”. Cuestiones políticas aparte, la letra, basada en un poema de Bertolt Brecht, es realmente inquietante y musicalmente la canción se caracteriza por un cierto acercamiento a lo industrial. El tercer tema es “Ipurbegia”, una salsa en euskera, algo que ya harían en el tema “Txakito”, de su tercer Lp, pero que en este caso han logrado realizar con mucha mayor convicción y credibilidad, aunque su estribillo sea totalmente metálico.
“Nire Baitan Daude Biak”, con sample de En-Vogue incluido, es un tema en la más pura linea rap-metal, incendiario y con coros femeninos. El quinto corte en un “refrito” que cuenta con la participación de Radio Bemba (Mano Negra) en pleno y que desemboca en “Ideien Kontrabandoa”, un pildorazo hardcore tan breve como impactante.
“Bakartan Ondarribia” es uno de los temas, que distando mucho de ser mediocre, bajan el nivel general del disco. Lo mismo ocurre con “Ezagutu Hire Lagunak”, el tema más flojo del plástico. “Alaka Txikito” es un breve instrumental funk que desemboca en “Hiri Gerrularen Dantza”, rap soltado a bocajarro, que hace apología de la guerrilla urbana, tan de moda en Euskal-Herria, y que con bastante humor hace comparaciones entre las batallas urbanas y los bailes más marchosos: rap, funky, fandango, ska… en esta canción es destacable los arreglos de viento en un estribillo muy “pesado”. Sin duda uno de los mejores temas del disco.
“NG Bridada Peligros” es otro collage repleto de samplings en una linea muy cercana al Hip Hop. Tras esto suena “Aizu”, un tema completamente funky, con coros femeninos y que aunque en principio sea desconcertante para un grupo como Negu Gorriak, deja claro que estos vascos, musicalmente, son los número 1. Se trata de un retrato sobre la generación del 60 al 64, que se encontró con la heroína, el Sida, la crisis económica del 79… con un estribillo hermoso y unos coros en la parte final repletos de falsetes a lo Curtis Mayfiel a cargo de M.C. Pez (Parafunk) e Irantzu Silva.
“Salam, Agur” combina el vasco y el árabe para reivindicar a ritmo de rock-rap el respeto para los emigrante árabes. Tras esto viene “Ume Hilak”, una magnífica canción con una mezcla de dub, reggae, ska y raggamuffin que la sitúa en una coordenadas cercanas, falta el techno, a la música Jungle muy de actualidad en Inglaterra. También cuenta con la colaboración de Radio Bemba. Después, “Oliver Iparra”, que es otro de esos temas menos afortunados del disco.
“Ideia Zabaldu II” es el último corte donde aparecen Radio Bemba, que precede a “Potroengatik”, un tema dedicado a “los que tiene una polla por cerebro”.
El disco se cierra con “Begirunea”, sample del sub-comandante Marcos incluido, un tema donde el grupo deja clara su peculiar filosofía: “…a veces, no basta con una dosis de ternura y es necesario agregar… una cierta dosis de plomo”.
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 2 (sección: Comentarios de discos).
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