Norton Club: Kale Artean

Norton Club: Kale Artean
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Un disco que arriesga y que propone sensaciones no habituales... con música que engancha y letras poéticas en euskera.

"Kale Artean", de Norton Club. Letras que son poemas en euskera, según me comenta entusiasmada mi amiga, vocalista, letrista, y guitarrista "La Rubia", de las Des+karadas, banda que sigue funcionando en simetría con sus raíces y que va a viajar con su frescura, compromiso y calidad este 2006. Pero no adelantemos acontecimientos. Además hoy ell@s no tocan ser reseñad@s.

Es ella, "La Rubia", la que me pasa este CD de un amigo suyo, técnico de sonido también, mientras nos tomamos un par de cafés en un bar que hace esquina con el monumento de la "Sagrada Familia", fotografiado sin descanso y cansinamente, y zona donde vivo hace cinco años y donde viví otros 12 ó 13 más, en Barcelona.

En total este CD son cinco temas con una duración de 22m57s, editado por Barne Records, en Bilbo (www.barne.net), según consta en los sobres que me han llegado con más material bien numeraditos y en fila india.

Paco Román tiene que ver con la grabación y aparecen unos cuantos nombres más como son los de Mikel Irisarri, Aitor y Mikel Gorosabel Garai, que tiene más que ver todavía. La portada presenta circunferencias en blanco y naranja sobre fondo azul en un equilibrio cromático entre melancólico y onírico.

El primer tema es "Kale Artean". Una canción que emerge suave, casi como entre sombras, mediante un sonido relajado para que la cuerda, creo que de Mikel Irisarri, subsiguiente no nos lastime, sino que nos insinúe las líneas a un apunte electrónico potenciado a los 47 segundos mediante cierto aroma funky, con cercanías discotequeras y acordes encadenados de guitarra eléctrica muy medidos, que duran cada uno de ellos décimas de segundo.

No será hasta casi los dos minutos que la voz se haga territorio en unos pasajes que han ido acomodándose unos junto a otros como las bolas de la portada. Los arreglos son medidos, la percusión programada encierra diversas evoluciones y el tema plantea arreglos variopintos. Es una canción tranquila, balada poética extensible en el tiempo (6m6s), para cerrarse a base de una textura pacífica aliñada con la reiteración de un largo estribillo. Sorprenderá a quién escuche este CD los impresionantes cambios de registro y de estilo. De eso no hay duda.

"Illargiari So", que dura 3m 44s, es un agradable viaje de rock sinfónico gracias a la guitarra, lo cual añade ínsulas rockeras, poéticas, en compadreo con un lirismo instrumental especial.

La voz es la geografía de un movimiento rítmico en progresión que a los 2m07s permite un salto apreciable en su sonoridad. El poeta dialoga reduciendo las esquizofrenias de tantas realidades y las guitarras construyen un horizonte de pequeñas nubes de carácter melódico e infinito. Un tema que nos redirige a un punteado de casi 80 segundos el cual destaca por rompernos las entrañas en positivo, aunando un cóctel de decir, voz y letra como propio efecto musical. Algo difícil de conseguir. Raudas cuerdas, más oscuras, como sombras, mantienen la tensión de todo este tercer corte, el cual vuelve a ser rock más clásico a los 2m20s en un tiempo de otros 80 segundos excelentes, seguidos de nuevos efectos y un retorno que varias voces concluyen regándose con un minipunteado, riffs si queréis, y conclusión electrónica a modo de requiebro. La batería de Aintzira es modélica y necesaria en toda la obra.

Y llegamos a la cuarta pieza sobre la que lanzo una pregunta. ¿Alguien se acuerda del autor de un tema musical que se llama "Oxígeno" y que ya tiene su edad?. Creo que el nombre era Jean Michel. ¿Porqué digo esto?. Porque "Kanta Gara" me lo ha traído a la memoria con una nueva demostración de la abundancia de registros, buenas programaciones y unas guitarras bien dobladas, grabadas diría el experto, que irrumpen al 1m20s. Un tema curioso, de fusión vanguardista. Las palabras llevan un ritmo más esperanzador. Columnas inquietas las estrofas que nos perfilan un cantautor de corazón fresco en este primer proyecto en solitario de Mikel Gorasabel Garai, en el que denota una particular introspección de la música. Este 4º corte parece una salida musical y humana a algunas oscuridades anteriores. Obviamente el rock está presente sobre todo en la guitarra que habla desde unos riffs bellos hasta que al final nos marquen un tiempo de rock duro que llega con el 5º. Y hemos acertado porque como se dice en la web de Norton el eje es el rock, acercándose a las diferentes tendencias entre los 60 y hoy en día, por lo cual no íbamos tan desencaminados al ir comentándolo.

Un 5º tema titulado "Libre", el más cañero, batería como médula y 50s segundos iniciáticos de instrumentalidad. El bajo es de voluntad fuerte. Las palabras, se debe decir dada esta calamidad de bazofia esperpéntica llamada sociedad en la que nos aliñan, emergen todavía en la cabina de la libertad.

Conserva líneas de punkrock, y unas guitarras en insistencia, como una alarma. Memoria y antiapartheid, lejos de estas mazmorras que las almas esclavas urbanitas, y del naufragio sedentario de tantos errores hechos horror social.

Es el tema más corto. Dura 3m19s, ¡lástima!, je,je.

"Kale Artean" es un trabajo que se arriesga y nos dispone a sensaciones distintas, como mecanismo y órgano vivo que es. No seáis tímidos y embadurnaros con él.

Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo (sección: ).

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