Robin Hitchcock es poeta, pintor, actor y un veterano del mundo de la música, al que se le pueden atribuir casi treinta años de creación musical, primero con The Soft Boys, después con The Egyptians y entre tanto, la publicación de algún que otro trabajo en solitario.
En esta ocasión se han mezclado distintos factores que convierten a “Spooked” en un disco ciertamente especial.
El primero de los factores es la magia que rodea al encuentro entre Robyn Hitchcock y los dos músicos que lo acompañan en este trabajo. David Rawkings y Gillian Welch componen el dúo Americana y en este caso se han convertido en “músicos de estudio” de Robyn. David se ha responsabilizado de la producción del disco y de tocar la guitarra de acompañamiento, el dobro, el wurlitzer y los coros, por su parte Gillian firma la guitarra, el bajo, la batería y los coros.
David Rawlings se confiesa seguidor de The Egyptians e incluso posee una guitarra firma por Robyn allá por el 89. Por su parte, Robyn tuvo el primer contacto con el dúo cuando los vio en concierto por primera vez un año antes de la grabación de este disco y confiesa que, “Uno de los muchos momentos brillantes fue para mí una canción nueva titulada ‘Miss Ohio'”. El encuentro personal llegó unos días después del concierto, pero el motivo principal para que Robyn contara con ellos, fue la recepción de una foto de un concurso de belleza en el que la nueva “Miss Ohio” era coronada: su nombre era Robyn Hitchcock. Todo un círculo de casualidades que propiciaron un contexto realmente especial.
Según cuenta el propio Robyn, todas las canciones fueron grabadas en directo, tocando todos al mismo tiempo y sin utilizar nada pregrabado. “Nadie controlaba las canciones dentro; siempre empezábamos a tocar a la vez y la cinta siempre tenía que estar rodando”, explica. Esto, sumado a la grabación en Nashville, la cuna del Country, se ha traducido en naturalidad y frescura palpables en el resultado final.
“Spooked” es un disco intimista, donde Robyn se adentra en la exploración de sonidos sutiles y delicados con canciones tan sencillas y directas como “Televisión”, el corte que abre el disco, que comienza con un estribillo pegadizo, interpretada únicamente con dos guitarras acústicas y acompañamiento coral. De igual forma, en “English Girl” explica cómo “se enamoró de una chica inglesa” únicamente con una guitarra acústica, una steel guitar y unos deliciosos arreglos de órgano.
Canciones como “If You Know Time”, “Every Needs Love” o ” Flanagan’s Song”, tanto por el timbre de voz, como por la melodía o la producción musical, podrían encajar por momentos en una de las primeras grabaciones de Leonard Cohen.
En “Demonds & Friends”, la voz únicamente es acompaña por chasquidos de dedos y un coro, cruzando los límites del pop y adentrándose en un estilo tan espiritual, que se podría considerar gospel.
Con “Creeped Out”, Robyn alcanza el punto más intenso y psicodélico del disco, una de las pocas canciones donde se incluye la batería, acompañada con unos arreglos de guitarra eléctrica que podrían haber sido tocados por George Harrison en el Sgt. Pepper o por Lou Reed en su época de la Velvet.
Casi cerrando el disco, Robyn se toma la licencia de hacer una versión en la misma línea intimista que el resto de las canciones de “Tryin’ to Get to Heaven Before They Close the Door” de Bob Dylan.
El último trabajo de Robyn Hitchcock se podría decir que es un collage de lo mejor del pop clásico, mezclado con toques de folk y un poco de country americano. Claro, que podría ser el resultado ciertamente lógico de que un músico inglés materialice su última creación musical en forma de doce canciones en la cuna del country.
Comentario: F-MHop.
(Fecha de publicación: 2005/06/02)
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