Rosendo: Canciones para normales y mero demente

Rosendo: Canciones para normales y mero demente
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       El caso de Rosendo es único en nuestro panorama rock.

Lleva más de veinte años en las turbulentas aguas del panorama guitarrero nacional, sin casarse demasiado con nadie, y, sobre todo, sin perder esa etiqueta y sabor propio que se ha ido ganando a pulso con los años. Aunque quizá lo más sorprendente sea que aún siga en la ola cuando desde hace años que no saca un disco redondo. A lo mejor se debe a que cuenta con una legión de seguidores, ganados a pulso a base de canciones con alma y de sudar por los escenarios de todo el país, los cuales esperan que, ahora sí, llegue el disco definitivo del Rosen.

       Pues siento decepcionar a las hordas rosenderas, pero tras escuchar este “Canciones…” (título marca de la casa, ¿eh?) me da la impresión de que la hora todavía no ha llegado, así que tomo prestado uno de sus viejos temas para consolarme: “Mientras tanto, ya lo sé, seguiremos esperando. Mientras tanto, ya lo sé, ¿qué es lo que podemos hacer?”.

       Y eso que el cedé arranca de manera más que prometedora. “La fauna” es un temazo rocanrolero con el estampado “100% Rosendo Mercado” en cada uno de los compases. Guitarras frescas y un Rosendo descarado, insolente (pero sin faltar…), como en otros tiempos, salta a la palestra. Y si tiene un defecto este tema es el peligro de padecer el “síndrome del Pan de Higo”, lo cual te crea un enorme vacío cuando se van desgranando los siguientes temas del disco. El acelerador vuelve a soltarse hasta los medios o bajos tiempos tan propios de su última etapa, y el disco poco a poco va perdiendo el interés. Si bien es cierto que los tres primeros temas tienen su miga, en especial “Sire”, a partir del quinto tema parece que está todo el bacalao vendido. Menos mal que, cual roscón de reyes, este disco trae una sorpresita oculta, y esa es “El alma se colma”, un tema que se sale radicalmente de la onda a la que estábamos acostumbrados. Y es que esto es un reggae cantado con el más puro espíritu de Jamaica. Un sorprendente Rosendo, acompañado por su hijo Rodrigo a las voces, lleva con mucha pasión a su siempre maltrecha garganta por entre las dunas de una canción con mucho sentimiento. Y cuando no estábamos del todo repuestos ataca con el siguiente tema “Marcha atrás”. Guitarra con aires africanos y base con clara inspiración electrónica. Un buen tema, pero que desgraciadamente resulta un tanto fallido por una producción a todas luces errónea. Concluye el disco con “Así nos va”: más de lo mismo.

       Rosendo sigue, pues, con su peculiar carrera, realizando discos irregulares en los que apenas caben las medias tintas. Tiene tres temazos que sumar a esa impresionante lista de geniales composiciones que nos ha ido legando a lo largo de los años, pero el resto…. sólo para mero devotos.

Comentario: Félix Vera.
(Fecha de la publicación: 28/09/2001)

Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo (sección: ).

Sobre los autores del artículo:

Félix Vera
Escritor, músico y viajero infatigable, ha pasado parte de su vida en Australia y actualmente reside en Alemania. Forma parte del equipo de La Factoría del Ritmo desde el año 1995. Militó como guitarrista en los grupos de rock Containers y Ras con Ras. Ha publicado relatos en diversas revistas y es autor del poemario-rock: "Las Vueltas". Además es uno de los fundadores de la inusual editorial Alas Ediciones, dedicada a promover "literatura que deja manchas".

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