Casi esplendor en las tablas. El grupo sevillano celebró un concierto en la sala BNS (Buenas Noches Santander), pero tuvo que luchar contra un mal sonido que afeó su actuación.
En su anterior visita a Santander, que tuvo lugar en el paraninfo de la Universidad de Cantabria, Sr.Chinarro nos habían dejado un gran sabor de boca. Vinieron a presentar El fuego Amigo y pudimos ver a una banda con un sonido muy trabajado donde las canciones sonaban fieles al disco pero con la intensidad que debe tener un directo.
Casi un año y medio después, con nuevo trabajo (El mundo Según…) y con unas crónicas que nos advertían que sus conciertos no habían hecho otra cosa que mejorar aún más, llegaba el momento de la verdad. Pero ay que ver, ay que ver que mal le sienta a Sr.Chinarro una sala tan difícil de sonorizar. Tristemente, el metacrilato detrás de la batería y la cristalera que separa la sala de la playa fueron casi más protagonistas que Jordi Gil (guitarra), Pablo Cabra (batería), Javier Vega (bajo) y Antonio Luque (guitarra y voz). Debido a esto, el concierto tuvo muchos altibajos y el grupo, a veces sí a veces no, conseguía hacernos olvidar el mal sonido del local y concentrarnos en sus bonitas canciones, que de eso se trata. Lo lograron en el caso de “Ni lo sé ni lo Quiero Pensar” -genial como va tomando forma con Luque hasta que entra el resto-, “La Cruz Verde” -excelente-, “Remordimientos” -con Antonio Luque en solitario, impecable-, “No Dispares” -con la guitarra de Jordi oscurísima-, “El Rito” -con Antonio haciéndose los coros a lo Enrique Morente- o en “Militar” -tremenda-.
A veces por el sonido, otras por una cierta desgana del grupo producida por la desesperación, la peor parte se la llevaron canciones más movidas como “La Decoración”, “Gitana” o “El Rayo Verde”, temas que no conseguían sonar tan vivos como deberían.
No son pocos los grupos que tras su paso por esta sala, y sus correspondientes problemas para lograr una buena sonorización, deciden no volver a ofrecer un recital en la misma. Quizá este club no nació queriendo ser una sala de conciertos y por ello su construcción no está preparada para este tipo de eventos, pero parece que esto ha cambiado y por tanto no exime de responsabilidad a la sala. Poco a poco -ya son unos cuantos años- parece consolidarse como la única en la capital cántabra, con una amplia programación y con una afluencia de público cada vez mayor. La gente responde pero no obtiene unos mínimos. Es un placer poder ver a Sr.Chinarro, sí, pero no así. No es justo para la banda, que no puede hacer bien su trabajo. Al igual que no es justo para el respetable, que afloja -en este caso 15 o 18 ? (anticipada y taquilla)- para ver a un grupo en malas condiciones.
No te pierdas la galería fotográfica: “Sr. Chinarro: Concierto en Santander – 13/04/2007”.
