Zamarra: Del heavy al folk

Zamarra: Del heavy al folk
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ZAMARRA: Del heavy al folk.

ZamarraZamarra Cthutxi Zamarra es un cantante, músico y compositor extremeño de música folk, que ha crecido como artista junto al Grupo Folklórico Independiente el Arroyo los Cagaos, una de las formaciones de nombre más singular que recordamos en estas páginas.

Pero su vinculación a la música empezó mucho antes, bebiendo del rock y el heavy metal en su juventud más temprana. En ese ámbito dio sus primeros pasos como instrumentista, pero una coherente evolución posterior le llevó a buscar “lo auténtico” en el ámbito más cercano y próximo a su realidad… así descubrió el folklore de la comarca de la Vera, su comarca.

Con el paso del tiempo ha formado parte de varias agrupaciones, unas de rock y otras de folk, siendo el proyecto más estable y sólido “El Arroyo”, con los que ha registrado varios álbumnes y se ha hecho un hueco a escala nacional dentro del circuito de la música de raíz popular.

Por otra parte, hace escasas semanas, ha publicado su primer disco en solitario, “Barquitos de Sentimiento”, un trabajo en el que recoge composiciones propias de diversas épocas y que en ocasiones estaban destinadas a sus otras formaciones, pero adaptadas en esta ocasión siempre a los parámetros del folk. Además, en el álbum aparecen letras compuestas por Alfredo Pérez y Rubén Martín, y una de las canciones, “El remoto retorno”, está compuesta en colaboración con Félix Vera.

· Hace un montón de años estuviste muy metido en el heavy metal y con el paso del tiempo fuiste derivando hasta el folk, formando parte de varios grupos… Me gustaría que nos explicases esa transición hacia dos músicas en principio tan distintas…

He de decir que para mí en el fondo la música es una cuestión de identidad, a cada persona la define casi tanto la música que escucha como la profesión que ejerce (una le define por el ámbito del consumo la otra por el del trabajo). Hubo una época en la que la música jevi constituía el foco principal de mi identidad, a través de la cual podía expresar perfectamente la rebeldía ante la hipocresía de la sociedad. Era la época de las llamadas tribus urbanas, aunque en mi caso hay que decir que, como habitante de Villanueva de la Vera, un pueblo de Cáceres, formaba parte en realidad de una tribu rural, que tomaba algunas cosas de los jevis de ciudad pero no todas. Cuando pasó el tiempo de las tribus urbanas y el jevi metal quedó reducido a un estilo musical, coincidió con mi propio desplazamiento a la ciudad, primero Salamanca y luego Madrid, con lo que se activó mi identidad rural como forma de reacción ante un medio cultural hostil. Esto coincidió con un paulatino aumento de interés de mis propios compañeros del jevi rural hacia la música tradicional de nuestro pueblo por lo que abandonamos las guitarras eléctricas y nos compramos laúdes y bandurrias, ya que podíamos expresarnos mucho más fácilmente al estar perfectamente integrados en nuestro entorno cultural.

Zamarra· ¿Te siguen gusta el heavy metal y sigues estando atento a los discos que se editan?

Sí, por supuesto, siento que el jevi, o el rock en general tiene una capacidad de expresión que pocas músicas tienen, a pesar de que discrimina a un amplio sector de la población que por motivos culturales no accede a este estilo. Sin embargo he de decir que por lo general encuentro poco imaginativos a los grupos actuales, por lo que tardo en ponerme al día y por lo general recurro a consejo de amigos que están más enterados que yo, aunque a Sôber lo sigo porque los hermanos Escobedo son amigos de Villanueva desde hace muchos años.

· Has estado en varias formaciones de corte roquero y de hecho algunas de las canciones que has incorporado en “Barquitos de Sentimiento” vienen de aquella época… ¿Qué nos puedes contar de aquellos grupos?

El primer grupo que monté con los amigos del pueblo se llamaba “Trashtorno”, y queríamos hacer trash metal, aunque en realidad pasamos el tiempo aprendiendo a tocar. Luego los supervivientes junto a otros amigos formamos “Tractor-No”, grupo que tuvo una fase más rockera al uso tradicional y otra en la que incoporé el laud, creando por tanto un sonido propio bastante inconfundible. Aunque no llegamos a grabar nada presentable nos movimos bastante por la Vera. Paralelamente en Salamanca colaboré con un grupo pop, “Edipo´s Band”, y con otro grunge “Maldita Gravedad”, con los que ganamos el Imaginarock provincial.
Cuando se disolvió Tractor-No y me vine a vivir a Madrid me junté junto a los supervivientes de otro grupo de Villanueva, los “Containers” y formamos Ras con Ras. En Ras con Ras no tenían intención de incluir sonidos tradicionales y mis composiciones las adaptábamos al sonido rockero que pretendía tener el proyecto, aunque yo ya las había compuesto con la idea de interpretarlas con instrumentos tradicionales.

· En una de esas bandas, Ras con Ras, coincidiste con Félix Vera, que como sabes es uno de los principales artífices de La Factoría del Ritmo… ¿qué nos puedes contar de ese grupo? ¿tuvo un significado especial para vosotros?

Ras con Ras funcionaba más como un grupo de amigos que nos reuníamos a tocar rock que como un grupo que tuviera pretensiones de llegar a estrellas. Considerábamos el rock como un instrumento de comunicación al servicio de la amistad y la fiesta que nos permitía expresar nuestra propia visión del mundo, por eso renunciamos a algunas concesiones que nos hubiera permitido llegar a más gente.

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· Desde hace unos años el grupo principal con el que estás trabajando es El Arroyo Los Cagaos… Un nombre que desde luego no se olvida. ¿Cuántos años de trayectoria lleváis? ¿Cuántos trabajos tenéis editados?

Paralelamente a mis actividades musicales en Salamanca y en Madrid continuaba tocando el laúd con los amigos en el pueblo. Tras abandonar el grupo oficial del pueblo montamos nuestro propio grupo para poder presentarnos a un concurso de jotas y surgió el proyecto del “Grupo Folklórico Independiente el Arroyo los Cagaos” (www.arroyoloscagaos.com). A partir de vernos en el concurso, en el que rompimos con la forma institucionalizada de interpretar música tradicional tratando de rescatar un repertorio más espontáneo, pícaro y crítico, nos empezaron a llamar para tocar en muchos sitios, yendo a encuentros y festivales cada vez más lejanos. Esto hizo que nos tuviéramos que tomar más en serio las actuaciones y aprender los trucos de escenario que en un principio rechazábamos por incompatibles con nuestro carácter espontáneo. En 2001 publicamos nuestro primer disco, en 2003 el segundo y ahora estamos preparando el tercero.

· Ahora has editado un disco en solitario… ¿Desde cuando tenías en mente este trabajo?

Desde que se disolvió “Ras con Ras” tenía ganas de grabar mis canciones de forma como las entendía, aprovechando los recursos que había ido aprendiendo a través de mis colaboraciones con El Arroyo los Cagaos y Muérdago, un grupo de folk extremeño con el que colaboro de vez en cuando. Así quería hacer un disco que usara los instrumentos de la música tradicional para hacer música actual, aunque con letras que hablaran del mundo rural y su especial relación con tiempos anteriores.

· En el álbum tú te has encargado de todas las composiciones, salvo “El remoto retorno” a medias con Félix Vera. ¿A qué épocas pertenecen las composiciones? ¿en que porcentajes participan el rock y el folk en tu música?

La mayoría de las canciones son de finales de los años noventa y las presentaba a los diversos grupos con los tocaba aunque en algunos casos se habían quedado fuera del repertorio al contrastar excesivamente con la filosofía musical de estos.
El Remoto Retorno era una canción de Ras con Ras a la que le cambié la letra e introduje un nuevo estribillo, y que me gustaba por usar armonías en “La menor” típicas de la música tradicional. Del mismo modo, para Barquitos de Sentimiento, Hermosa Sierra de Gredos, La Suerte del Soldado aproveché los arreglos que habíamos preparado en Ras con Ras ya que al someter las canciones al grupo habían mejorado sustancialmente. Del mismo modo, aunque “Peropalismo” es una canción compuesta expresamente para este trabajo, trataba de hacer una canción que sonara a rock, aunque usando los mismos instrumentos que el Arroyo los Cagaos, con lo que al final me salió una especie de himno al Peropalo de gran éxito en el pueblo. El resto de canciones no tienen tanto de rockeras y beben de otras influencias, como la rumba macarra de moda actualmente o la propia jota.

· Y en las letras hay algunas tuyas, otras de Alfredo Pérez y otras de Rubén Martín… ¿Qué nos puedes contar sobre tus letras y sobre las aportaciones de los otros dos letristas?

Mi amigo Rubén me pasó hace años un librillo de poemas de los que tomé la letra de Barquitos de Sentimientos y Hermosa Sierra de Gredos, canciones que tocábamos Ras con Ras. Del mismo modo, un día redescubrí un libro de poemas de Alfredo Pérez, hermano de mi abuelo, escritas en su vejez en Francia y que hablaban sobre la Villanueva de antes de antes de la guerra civil. Dada la gran capacidad que tenían para expresar los sentimientos que pretendía plasmar en mis canciones readapté algunas canciones que había desechado, haciendo nuevos arreglos y compuse alguna otra. Al final me quedó una línea bastante uniforme en cuanto a estilo y letras, aunque alguna hablen de la misma cosa desde perspectivas distintas, como es el caso de Barquitos de Sentimieto y Mi Guitarra Bravía, o El Vals del Ermitaño y La suerte del Soldado.

· En el disco te has encargado de tocas casi todos los instrumentos, pero también tiene alguna colaboración… ¿qué nos puedes contar sobre los músicos que participan?

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Como dije más arriba, en la grabación quería aprovecharme de todo los instrumentos que soy capaz de hacer sonar para mostrar la riqueza de la música tradicional en cuanto a sonoridad. Pedí a mis amigos de Ras con Ras que me hicieran colaboraciones, pero tan sólo mi hermano Dani tenía disponibilidad para ello, por lo que me hizo un pequeño punteo melódico en La Suerte del Soldado. También colaboró conmigo mi amigo Carlos Escobedo, de Sôber, que al ser el dueño del estudio actuaba como productor y rellenó un poco los huecos que mis capacidades musicales dejaban, sobre todo con el cajón flamenco.

· ¿Cómo fue el proceso de grabación y todo lo que rodeó la producción del disco?

En realidad fue bastante sencillo al ser autoproducido e intervenir tan sólo una persona. Yo hice todo y ya está. Acababa de terminar un trabajo y tenía la disponibilidad de tiempo y dinero y decidí volcarme en este proyecto. Arreglé las canciones, grabé una referencia con un cuatro pistas en casa, me fui un mes a Madrid a grabar, me encerré a diseñar el libreto y tras pedir ayuda financiera logré sacarlo para el verano.

· Tu disco es una autoproducción y ahora viene que llegue al público… presentarlo en directo, distribuirlo, venderlo, promocionarlo… ¿Qué posibilidades tienes para dar salida a un disco como el tuyo?

He de decir que de momento tengo pocas, pues tengo problemas evidentes para tocar al no poder tocas más de un instrumento a la vez. El Ayuntamiento de Villanueva me permitió presentar el disco y gracias a los amigos del Arroyo pude hacerlo, por lo que se puede decir que hasta ahora la promoción ha sido estrictamente local, aprovechando el tirón de El Arroyo los Cagaos. Ahora que me he trasladado a Madrid estoy tratando de montar un grupo aquí y tratar de buscarnos la vida sin necesidad de vender nuestro alma a una discográfica, pero todo ha de ir poco a poco. No tengo ninguna prisa, lo importante es estar a gusto con lo que se vaya haciendo.

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· Sabemos que eres una persona muy comprometida con la búsqueda de la justicia social, algo que también se puede detectar en los agradecimientos del disco y alguna letra… ¿Compensa el esfuerzo de buscar la solidaridad y la paz entre los pueblos? ¿Qué actividades desarrollas en este ámbito?

A raíz de mi participación en la campaña de insumisión entré a formar parte del Movimiento de Objeción de Conciencia. Ahora milito en el Grupo Antimilitarista de Carabanchel (www.nodo50.org/moc-carabanchel), con el que tenemos en marcha una campaña de desobediencia a las guerras para tratar de promover la conciencia sobre la importancia de nuestra colaboración para el triunfo del militarismo actual y estudiar nuevas vías de desobediencia civil que logren parar con la dinámica imperialista actual. Cuando iba a estallar la guerra de Irak, cogí los bártulos y me fui para allá para tratar de parar el bombardeo, aunque nos bloquearon en Jordania. Después he estado en Colombia y en Palestina en sendos encuentros y acciones de resistencia a la guerra y acabo de publicar un libro sobre derechos humanos en este último lugar.
Respondiendo a la primera pregunta decir que es muy frustrante observar como la manipulación mediática nos convierte en cómplices de la masacre y la injusticia social, pero al menos si nos organizamos, aunque seamos pocos y nos cueste mucho influir realmente en la sociedad, al menos queda la satisfacción de que hemos tenido la valentía de aceptar el papel histórico que nos corresponde como personas con conciencia en un mundo sin ella. También consuela ver como a nivel global somos muchas personas las que luchamos desde la noviolencia contra los abusos del poder y la depredación capitalista y que podemos ayudarnos mucho unos a otros.

· Hace años leímos textos tuyos en algunos fanzines… ¿sigues escribiendo? ¿podemos leer los textos en algún sitio?

He de confesar que sigo escribiendo de tarde en tarde, pues estoy tratando de dar una unidad a una serie de cuentos que tenía de antiguo para crear una historia con todos ellos. Sin embargo es un proyecto a largo plazo, pues mi ritmo de vida me deja poco tiempo para escribir y soy algo desorganizado para hacerlo a diario, pero ahí estamos. Ya habrás visto que he colado un par de poesías en el libreto del disco, como quien no quiere la cosa…

· Y a partir de ahora… ¿qué nuevos proyectos musicales tienes en mente? ¿sigue adelante la carrera de El Arroyo de los Cagaos?

El Arroyo queremos parar un poco la dinámica de conciertos que tenemos actualmente y ponernos a grabar lo que sería el tercer disco, aunque también estamos preparando un DVD con grabaciones de conciertos, pues tenemos algunas que te partes… Y como te comentaba antes, trataré de montar un grupo en Madrid para tocar las canciones del proyecto Zamarra, aprovechando la diáspora verata que por aquí abunda.

Entrevista por: F-MHop
Fotos por cortesía de Zamarra.
(Fecha de publicación: 09/12/2004)

Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo (sección: ).

Sobre los autores del artículo:

F-MHop
Jefe de redacción de La Factoría del Ritmo desde su fundación en 1995. Ha colaborado en diversas publicaciones musicales, entre las que se encuentran Rockdelux, Hip Hop Life, Hip Hop Nation, Serie B, Metali-k.o., Zona de Obras, Pulse! Latino o Astur Music. También ha hecho radio, colaborando con Onda Cero, Arco FM y Onda Verde Gijón. También fue beatmaker en el grupo Soul Dealers, practicantes de un Hip Hop combativo y comprometido.

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