Bruno Sanfilippo: El viento nos trajo lo qué

Bruno Sanfilippo: El viento nos trajo lo qué
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La música puede efectuar en nuestro organismo diversos efectos, según sea esta y según el estado de ánimo en que nos encontremos.

Podemos descargar nuestro odio, dar rienda suelta a la melancolía o sencillamente, mover brazos y piernas mientras nos fijamos en las extremedidades del que baila enfrente nuestro.

En el caso de la música de este argentino, se puede decir que escuchar sus discos es como ir al cine. Si cierras los ojos puedes imaginar mil aventuras diferentes, dependiendo del estado de ánimo en que te encuentres. Un viaje sin límites.

En nuestro anterior número hicimos una reseña de su disco anterior trabajo, “Solemnis”, que completamos ahora con esta entrevista a la espera de la publicación en España de su reciente disco “Suite Patagonia”.

Aunque en este cuestionario utilizo el término new age para referirme a tu música, me gustaría que nos comentases un poco cómo la definirías en tus propias palabras, pues quizá definirla con esta etiqueta sea, cuando menos , injusto.

Nada fácil es hoy en día rotular música instrumental si uno pretende hacerlo con precisión. Esa tarea la dejaría para el mercado discográfico para la cual, en última instancia, es imprescindible.

Definiría a mi música como “visionaria”, por lo inevitablemente sugerente en imágenes, por momentos contemplativa, sugestiva e imprevisible en su discurso.

Mi formación clásica se revela con creces y mis raíces del mediterráneo con mixtura indoamericana surgen sigilosamente en mis composiciones.

Podrías contarme un poco tus orígenes ¿cómo empezaste en el mundo de la música y qué te decidió a lanzarte en solitario al mundo de la composición?

Dato pendiente ( Bruno Sanfilippo : El viento nos trajo lo qué )

Desde niño había un piano en casa, jamás pude desprenderme de ese amor y pasión al hacerlo sonar por primera vez.

El piano es el instrumento que me llevó a los vastos océanos de lo sinfónico, allí comencé a esbozar mis primeras composiciones..

Me gusta el trabajo solitario en la composición, me siento cómodo así, sin embargo en la parte técnica y aspectos de grabación acudo a mis ingenieros para que colaboren con su sabio criterio.

Creo que cada artista tiene su preferencia en el modo de trabajar, no creo en reglas al respecto.

La etiqueta nuevas músicas, o new age, se asocia ciertas veces a una tendencia espiritual moderna. En tu caso ¿es esto cierto?

Yo intento llevar mi espiritualidad a lo cotidiano llevando una vida simple. Uno puede elegir un modo de vida sin seguir un movimiento, dogma ó lo que represente una etiqueta.

Yogi Bhajan decía; “No nacemos como humanos para vivir una experiencia espiritual, somos espíritus nacidos para vivir una experiencia humana”.

Tu anterior disco, Solemnis, podía ser calificado de “visual”, con un estilo muy cercano a lo que podríamos denominar música de cine ¿estás de acuerdo? ¿influyen los sentimientos visuales (el cine, los paisajes, las personas) en tu manera de componer?

Es evidente que la música en general estimula la imaginación.

“Solemnis” no es un álbum precisamente ambient, permanentemente sugiere imágenes que despiertan en cada uno distintas fantasías y emociones.

Todo influye a la hora de crear, mi música es el resultado de mi mismo y mis experiencias, la pasión por lo sublime, la fuerza de la naturaleza, el amor , el cosmos.

A un ser ermitaño se le haría difícil la creación, sin lo social se debilita.

Dato pendiente ( Bruno Sanfilippo : El viento nos trajo lo qué )

Hay músicos que consideran que la inspiración llega con el trabajo y la autodisciplina, mientras otros esperan, preparados, eso sí, el momento del contacto de las musas ¿En qué tipo de músico te encasillarías tú?

Existen momentos más propicios que otros para componer, sin embargo la creación es la capacidad para aceptar lo nuevo y es necesario entonces cierto coraje para permitirnos lanzarnos a esa dimensión desconocida que alberga el infinito silencio. La mente actúa inmediatamente después para “ordenar” y darle forma a la obra. El verdadero trabajo es llevar a la realidad lo que va sembrando la inspiración. Beethoven decía; noventa y nueve por ciento de transpiración y uno por ciento de inspiración. Claro que, su uno por ciento…

Tu disco Solemnis, se grabó íntegramente con instrumentación MIDI. ¿estás satisfecho con el resultado?

Bueno, de hecho estaba en mis planes trabajar de esa forma y representaba un desafío especial.

Lo que no se puede negar es que en un álbum con instrumentación electrónica como sintetizadores y samplers, determinados sonidos deben ser procesados y tratados de una forma criteriosa si se pretende lograr naturalidad.

La mezcla es un punto clave en tal sentido y hoy por hoy siento que en “Solemnis” hubiera ajustado un par de perillas más, pero esto lo digo ahora, sucede que me cuesta mucho dar por terminada una obra ó grabación, uno siempre quiere plasmar lo mejor.

Hay quien dice que la música salida directamente de un computador no tiene alma, es otra cosa, no música. ¿estás de acuerdo?

Attenti, puedes tocar en un gran piano y parecer un desalmado…

El computador es una herramienta muy completa que está al servicio del músico. Igualmente hay diversas formas de usar un computador.

Puedes usarlo como un grabador con poderosas herramientas de corrección, de modo que es muy relativo lo referente a la música, el alma y el computador.

¿Qué equipo utilizas para componer?

¡Un computador! Bueno, “Suite Patagonia” es el primer álbum que suma esta herramienta, es muy curioso pero mis tres discos anteriores acudí a tecnologías más simples para lo que era la época, pero resulta que ahora lo más sencillo es lo de última generación y creo que ahora vale más la pena estar “aggiornado”. El software es cada vez más completo y simple de utilizar, bueno, no siempre…claro.

Tengo algunos sintetizadores y un Sampler de la casa EMU, que es el más utilizo, además de procesadores y una mesa de mezclas. Cuando grabo instrumentos acústicos acudo a un estudio más grande con acústica y técnicas de microfonías adecuadas.

Internet se impone día a día. Para ti ¿es una herramienta o un simple complemento?

Internet es un fenómeno interesante desde varios puntos de vista para el mundo entero.

Yo la utilizo como medio de comunicación y consulta, es para mí como una herramienta complementaria.

¿Qué tipo de música escuchas habitualmente?

Desde Bach a Debussy, músicas del mundo, ambient, contemplativa y no tanto, es decir, muy variada como es característico de éstos tiempos.

Parece que la música new age tuvo un auge a finales de los 80 y principios de los 90, pero que ahora las grandes casas de discos se centran más en otros territorios sonoros, como la música celta o la étnica ¿sientes este desinterés?

La verdad es que no lo sé muy bien, lo cierto es que hay mucha música y mucho marketing, de modo que cuesta un poco más hoy en día reconocer las auténticas perlas artísticas.

Creo que a simple vista tu pregunta se parecería a una acertada respuesta.

¿Podrías citar tres artistas, dentro de tu escena o fuera de ella, a tu juicio, poco valorados y otros tres con los que ocurra lo contrario, que estén sobrevalorados?

Oh no…siempre ocurrió…¿Van Gogh tal vez?

Existen artistas por doquier que no han sido reconocidos ó valorados por el público. Los motivos deben ser muy variados y complejos. El artista en sí, crea para sí mismo, pero luego necesita mostrar su obra, es una forma de deshacerse de ella, de liberarla, de renovarse, más tarde si llega el reconocimiento masivo del artista y bueno… es motivador, pero es como un lujo.

El hecho de vivir en Argentina ¿dificulta la difusión de tu música o vivimos en una aldea global?

Mi música está sólo en Argentina, el circuito aquí es pequeño y más o menos cerrado.

La aldea global se está manifestando en algunos sentidos, hay cada vez más información de lo que ocurre artística y culturalmente en otras latitudes.

Es una dificultad en los artistas latinoamericanos que sus obras no sean mostradas al mundo, sobre todo para los que realmente desean exponerse.

La llamada música new age olvida por lo general las cuestiones de este mundo, los asuntos políticos ó sociales para centrarse más en lo espiritual. La música ¿debe estar por encima de lo cotidiano, o por el contrario, debe ser un arma para tratar de cambiar el mundo?

La música pertenece a lo cotidiano, es una manifestación esencial, viva en el contexto que viva, el hombre necesita soñar y convivir con el arte. No creo que la música sea un arma para cambiar el mundo, sólo el mismo hombre puede cambiar su mundo, el arte, la ciencia, el deporte, el trabajo son sólo los entretenimientos más nobles.

¿Qué planes tienes para este año 2000?

A mediados de año viajaré a Barcelona, haré la presentación de “Suite Patagonia” allí, luego de hacer lo propio en Buenos Aires.

Entrevista: Félix Vera

Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo (sección: ).

Sobre los autores del artículo:

Félix Vera
Escritor, músico y viajero infatigable, ha pasado parte de su vida en Australia y actualmente reside en Alemania. Forma parte del equipo de La Factoría del Ritmo desde el año 1995. Militó como guitarrista en los grupos de rock Containers y Ras con Ras. Ha publicado relatos en diversas revistas y es autor del poemario-rock: "Las Vueltas". Además es uno de los fundadores de la inusual editorial Alas Ediciones, dedicada a promover "literatura que deja manchas".

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