Corcobado: Sangre escarlata con sabor mar

Corcobado: Sangre escarlata con sabor mar
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Para todo aquel fanático, que precie de serlo, de la música underground debe de, por lo menos, haber escuchado el nombre de la agrupación titulada Mar Otra Vez (1985), cuya base fundamental es apabullar de manera  insultante pero sutil la escena musical de finales de los ochenta española, donde lo más fácil era acercarse a Radio Futura o Danza Invisible, cuando se le cantaba a Simón o a las aguas sin sueño.

MOV le cantaba a las “culebras” y a las “Edades de óxido” durmiendo entre equipajes y edificios repletos de fierros retorcidos, preguntándose si Jesucristo respiraba aún a orillas del mar. El sonido de MOV es netamente estridente pero con cadencia, gritos de desesperación suave con tal esmero de dar la apariencia de ser tan azules como el mar del Mediterráneo, ¿pero se puede morir libre?

CorcobadoVoz/lamentos, falsetes/rudeza, es el ingrediente principal para dar tonalidad a lo que pretende el máximo creador de la música alternativa, el poeta no autonombrado maldito Javier Corcobado (Frankfurt 1963), porque él “ni me mata ni se mata” pues “el siguiente somos nosotros”. Corcobado recurre a todo lo no establecido, desde silbidos de callejero hasta rebuscados bajos y guitarrazos de su fiel guitarra “Tormenta”. Con esto es más que suficiente para lograr un ambiente de tensión/placer que se recodea  entre los pensamientos mas impuros del conocimiento humano.

CorcobadoPor entre las carreteras de una batería que no deja de darnos entre las cavidades craneales en “he” MOV  (1985), se deja ver a un Corcobado que hace voz de verdadero demonio de tres cabezas. La gran variedad musical que tiene este mesías atolondrado de interpretar silencios tan ruidosos es, simplemente la capacidad de poder  teñir las paredes con su voz…

El punk-rock más puro y estridente se escucha en  “el sombrerero loco” (MOV “algún paté venenoso” 1987), seguramente Lewis Carrol se sentirá agradecido de que Alicia y el conejo se acuesten en el día de tu no cumpleaños ¿o no es así?. Este material deja ver a un artista de la poesía musical de fin de milenio, cuando esto ni siquiera era una moda como ahora. “Obstante” se pretende como el camino a la búsqueda de lo que nuestro creador nunca se dignó a crear.

Demonios Tus Ojos (1988) con canciones como el “bar turbulento” dejan ver a un Corcobado un tanto más desencajado, para con esto poder crear sonidos interesantes y letras aun más transgresoras como en  “bicho salvaje” que se revuelca entre restos de cadáver y flujos viscosos, y qué decir de “demonios tus ojos”, “piano de fiebres”, “los huesos del amor” o “corazón roto en 2.000 pedazos”; temas con demasiada energía de tiniebla absurda que provocan el más puro llanto.

CorcobadoEn “Agrio beso” (1990), material ya como solista, Corcobado se deja ver con toda la poesía que lleva dentro, pero aun sin consolidar un solo libro, en este material entrega canciones como “ritmo en la ciudad”, “desde tu herida”, “labios repletos de púas”, con sonidos anárquicos bien estructurados y voz enferma que denota toda la sinceridad de la puerta del amor/odio. Puedo mencionar que gracias a este LP conocí a Corcobado por lo que le tengo gran afecto a este disco y sobre todo a este  ser criado en los arrabales madrileños.

Para 1991se forma la ya mítica agrupación Los Chatarreros de Sangre y Cielo, con la cual Corcobado graba “Tormenta de tormento”, nos separan ya 7 años de ese estupendo material, que entre sus surcos se podía pinchar y oler un poco de sangre envuelta entre velos de colores en tonalidades grises y negras. Tan memorable es este disco que en México se ha llegado a realizar una versión de “la navaja automática de tu voz” obviamente con la colaboración de Los Chatarreros y cantada por Zü, pero qué decir de las canciones-poemas “ladrada del afilador”, “donde no siembra el mal” y “canción de amor de mar” que sin más ni más son el vivo reflejo de la trayectoria de Corcobado por su andar por la vida escudriñando vísceras y entrañas interiores.

Corcobado“Ritmo de sangre” (1993) es el material que consolida a Los Chatarreros como un grupo parte aguas en España y a Corcobado lo coloca como el verdadero buscador de lo que sucede en la caverna de los sentidos, con piezas tan perfectas y avasalladoras como “el corazón de tu cabeza”, “quemaba Roma Nerón”, “dos corazones” y “de noche” ¿se puede pedir más?

Pues sí, colegas,  Los Chatarreros de Sangre y Cielo junto a Corcobado entregan en 1995 “Arco iris de lágrimas” dando rienda suelta a las cuestiones electrónicas que bien saben aprovechar Corcobado y sus secuaces. “Llanto peligroso” sacada de la misma vena cava de Corcobado, “Dientes de mezcal”, quizá Corcobado se acordó de su estancia por tierras mexicanas (Javier ¿recuerdas San Luis Potosi, Metepec o el Tramps?), “muere – mata”, con reminiscencias de MOV, “realidad” con tranquilidad del desierto mexicano ¿o no? y “déjame ver tu lado débil” electrónicamente inteligente, un disco perfecto por no decir a mi parecer el mejor en muchos años o al menos de 1995.

Con Cría cuervos, Corcobado tiene dos estupendos materiales, no podían tener mejor nombre que el de “Boleros enfermos de amor” vol I y II, creo que si Chavela Vargas escucha este material hubiese dejado de cantar desde ya hace mucho tiempo, o de perdida invitar a Corcobado a colaborar con ella. En estos dos volúmenes se encuentran piezas de Corcobado; “enfermo de ti”, “Madre” y ” Aquel tren” aunque está una versión en vivo de “Desde tu herida”.

Claro que me hace falta lo de los libros, bueno pues son dos excelentes materiales para reconciliarse con la soledad y sumergirse en el sufrimiento y la desesperación de sentir el dolor en pleno. Chatarra de Sangre y Cielo (ediciones Libertarias) es el título que da Corcobado a su primer libro de poesía, El Sudor de la Pistola 13 (ediciones Libertarias) es el segundo, donde Corcobado comenta “que es un libro escrito desde el punto de vista del asesino que todos llevamos dentro. Un asesino pasivo pero perceptible”.

Las presentaciones en vivo de Los chatarreros están llenas de versatilidad y se ad(mira) a un Corcobado dueño del escenario, agarrado de las bocinas monitor como buen gato trepador de bardas de barrio. La presentación, en el extinto LUCC (La última carcajada de la cumbancha),de Corcobado y Javier Arnal en un concierto de canciones desnudas que se publicitaba en México como un concierto de música para vampiros, y en efecto lo fue, un LUCC semi lleno, totalmente en penumbras, repleto de darkis anónimos admiradores de J. Corcobado que entonaban levemente las melodías de el ente viviente trepado en el foro, corría el año de 1992 y el mesías en pleno, promocionando el material de Tormenta de Tormento. Corcobado en directo es único, vociferando a escasos metros de los espectadores, lanzando miradas retadoras de ver quién sostiene más la mirada, mientras canta La navaja automática de tu voz, un Corcobado desafiante, jugetón/malévolo, conspirador, acróbata, voz de demonio enfermo de amor malsoñado.

CorcobadoPresentaciones en 1993; en México DF en dos ocasiones en el TRAMPS y una sola vez en el Teatro Morelos; en Toluca estado de México El sótano lo cobijó para que leyera poesía de su libro Chatarra de sangre y cielo, de igual forma deleitó al público con su  guitarra Tormenta y un amplificador prestado por alguno de sus seguidores, esto en solitario y haciéndose notar dueño del foro aún estando solo ante un público experto y conocedor de lo que Corcobado es y puede desarrollar, un Corcobado que invita al respetable a subir al escenario para compartir micrófono para cantar con él y su guitarra Tormenta.

Este es Corcobado un tipo directo que se revuelca entre vísceras y miasmas, lleno de intenciones y de creatividad, un tipo a contracorriente, un arduo investigador de la desilusión y el amor cuando este existe. Va pues este pequeño escrito desde la lejana ciudad de Toluca, México.

Nota:
Recientemente Corcobado ha editado el disco “Corcobator” (Recordings from the other side – Caroline España, 1999), donde se acerca a la electrónica, en un puñado de canciones donde se dan cita los sonidos de sintetizadores Yamaha y Casio, ritmos cercanos al break-beat, sus peculiares letras y dos versiones: “Nature Boy” (Nick Cave) y “Apelo” (Vinicius De Moraes). Además la portada del disco es sorprendente, con Javier en plan travesti petardo.

Texto por Gastón Pedraza Muñoz.
gaz@edomex1.telmex.net.mx

Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo (sección: ).

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