Motores: La experiencia es un grado

Motores: La experiencia es un grado
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Motores son ya perros viejos en esto del heavy.

Llevan desde el 91 en este mundillo, tienen 4 discos en el mercado y en sus filas milita una gloria nacional, Manolo Arias, quién ya tocó las seis cuerdas en grupos tan significativos como Niagara, Bella Bestia o Panzer. Aún así, nada de hablar de actitudes del pasado. Definen su sonido como heavy metal, pero con sonido mucho más actual.

Como tantos otros, han paseado sus huesos por distintas casas discográficas. Sacaron un disco con EMI, otro con D.R.O. y ahora están en la más modesta Clave Records. Reconocen haber tenido nuevos contactos con las multinacionales pero dicen que se lo pensarán, prefieren ser cabeza de ratón a cola de león.

Estuvimos charlando con Carlos, su vocalista y alma máter del grupo. Carlos es gallego, no hay más que oírle. No es tanto el acento, es esa especie de tranquilidad propia de la región, y sobre todo esa ironía tan propia del pueblo gallego. Sus palabras no tienen desperdicio.

La Factoría del Ritmo: ¿Qué diferencia una compañía multinacional de una pequeña?

Carlos: Simplemente que si quiero hablar con el director abro la puerta y entro, y en la grande tenía que hablar con 7 u 8 secretarias y me daban cita para el mes siguiente. En las pequeñas es todo como más familiar, todo se puede compartir, se puede hablar de las cosas. En una gran compañía no, hay gente para todo, tú no piensas, piensan ya por ti, y las cosas no funcionan así.

Yo siempre digo que para ser director de una compañía de discos la primera premisa es no saber de música, y los empleados, cuanto menos sepan, mejor. Y aún así, de vez en cuando tienen éxito con alguien. Y esto es en general, vale para compañías grandes y pequeñas.

Dato pendiente ( Motores : La experiencia es un grado )

Algún grupo me ha comentado que las pequeñas y las grandes terminan siendo lo mismo.

C: No exactamente. Las grandes tienen medios y no los saben utilizar y las pequeñas no tienen medios, con lo cual no tienen nada que utilizar. El músico siempre tiende, y esto te lo digo yo, que llevo unos cuantos años en esto, a pedir más de lo que te dan y la cuestión es que merezcas más de lo que te dan. A nosotros, cuando vendíamos 1000 discos, no nos daban nada y protestaba: “no vendemos porque no nos apoyan”. Ahora vendo 20.000 y sigo protestando y, sin embargo, si echas la vista atrás, tenemos muchos más medios que antes, lo cual quiere decir que, cuanto más vendes más te apoyan. Así de simple. Tú vales lo que generes. Es un negocio al fin y al cabo.

Pero con otro tipo de música es al revés: primero te apoyan y luego vendes…

C: Porque el pop vende de otra manera. El pop no vende si no se hace una gran campaña publicitaria. En el rock no. Ha habido grandes grupos que han hecho campañas inmensas y no han vendido nada, han sido unos bluffs tremendos. Me acuerdo de Júpiter, apoyado por grandes compañías multinacionales y no vendieron nada, aquel proyecto de Javier Vargas, Rh+, antes de que hiciera la Vargas Blues Band, y tantos otros…

El rock se vende de boca a boca y porque la gente quiere. Sacas ahora un grupo de heavy con una gran campaña de promoción y probablemente no venda un puto disco si no le gusta a la gente. Pero sacas un grupo que no lo oyes en ningún sitio, pero te vende 50.000 discos. Estoy hablando de Soziedad Alkoholika, Reincidentes y tantos grupos que no han tenido promoción ¡y Los Suaves! Yo, que soy de Galicia, cuando empezaron los vi tocar en un cine con 10 personas, y sin que nadie los ayudara, de repente, vendían y llenaban. En el rock no puedes engañar a nadie. No puedes engañar a un heavy, a un rockero, porque sienten la música. Da igual la pinta, el lacado que lleves y que la discográfica diga que eres el mejor grupo del mundo.

Tú te tendrás la escena gallega trillada. ¿Cómo ha llegado a ser tan importante, con lo lejos que estáis de Madrid?

C: Sí, pero es que siempre se ha dicho que Vigo es Madrid pero en pequeño. De Vigo han salido más grupos importantes incluso que de Madrid: Siniestro Total, Golpes Bajos, Aerolíneas Federales, Os Resentidos, y de todos los estilos. Ahora mismo, a nivel de heavy metal, en Galicia sólo estamos Los Suaves y nosotros funcionando a un nivel decente. Hay muchos grupos que empiezan pero no acaban de arrancar. Y de pop, lo de siempre, ahora está Golpes Bajos arrancando de nuevo. Siempre ha habido movimiento por Galicia. La gente responde, va a los conciertos, se hacen muchas cosas.

Quizá la gente es más abierta a todo tipo de música…

C: Sí, quizá sea la cultura musical que tengas en tu tierra. En Galicia ha habido cantidad de fiestas, de conciertos. La gente ya va desde pequeña escuchando esas cosas. Está mas alejada de los estereotipos. Un concierto como el de hoy, con Barón Rojo, la gente no se asusta. Es heavy, pues bien, no pasa nada. Hay de todo pero en otras partes siguen más vivos los estereotipos. Ante un concierto como el de hoy, igual se piensan que van a ver a 2000 peludos, que va a haber navajazos, muertos… y eso no pasa, eso sólo pasa en los conciertos de Alejandro Sanz.

Aparte de que esos estereotipos ya pasaron a la historia….

C: ¡Dónde estarán ya! Las broncas nunca vienen por conciertos de heavy, vienen por conciertos de pop o de bakalao. Y es lo de siempre, hay altercados en un concierto de Barricada y sale al día siguiente en los periódicos diciendo: es que los peludos… pero si mueren diez personas en un concierto de Alejandro Sanz no pasa nada, se murieron porque el tío es tan buen artista que llenó aquello hasta arriba y la gente se desmayaba. Mira, ¡estoy hasta los huevos de estas tonterías!

¿Qué opinas del resurgir del rock urbano?

C: Esa música siempre ha vendido en España, desde que Leño salió. Lo único que hacen esos grupos es seguir la estela de Leño, y todo lo que se le parezca tendrá éxito en este país porque le gusta a la gente. A mi, personalmente, no me gustan ni Extremoduro, ni Rosendo, ni Leño, ni nada que sea lo que llaman rock urbano, pero entiendo que es una cosa muy nuestra, muy de este país, y que a la peña le gusta. Para mi son cuatro grupos, que hacen los mismos acordes todos, y va cambiando la voz, porque hasta las letras son iguales. Quizá Extremoduro se salga un poco con las letras, por que el tío es medio poeta, pero ¿qué quieres que te diga? Yo no comulgo mucho con los gurús. Además creo que son una puta mentira. Yo los conozco desde dentro, y soy amigo de muchos de ellos, y no tiene mucho que ver con la idea que la gente tiene de ellos.

Entonces, ¿a quién destacarías de la escena nacional?

C: Yo toda la vida he sido fan de Barón Rojo, y lo seguiré siendo. Luego me parece que Koma está muy bien, Hamlet está muy bien… cosas de estas.

¿Y las tendencias más fusioneras del metal? Def Con Dos, etcétera.

C: No me gustan mucho ni Def Con Dos, ni el hip hop en general. Así que fusionarlo con ese estilo…

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Eres de la vieja escuela…

C: No, porque me gusta Sepultura, me gusta Pantera, o Soulfly, o grupos de ese tipo. Pero el hip hop no es santo de mi devoción y las grupos con mucho chiste en las letras tampoco me van mucho. Para mí una canción tiene que tener mensaje y música. Si falla una de las dos cosas, ya no me gusta. Yo creo que no se ha echo en España, nunca, un disco como aquel Volumen Brutal. Ni ellos mismos, que han ido bajando y cagándola disco tras disco. Creo que aquello fue el ABC del rock de aquí. Después, ¿qué paso? que subió Barricada. Y es que en este país está demostrado: si está de grupo más vendedor un grupo del ramo de Rosendo, entonces el heavy metal no pinta nada. Cuando estuvo Barón Rojo, Rosendo, Barricada y todos estos no pintaban nada. Cuando bajó Barón Rojo y surgió Barricada, volvió esa música. Luego bajó Barricada y empezó a oírse otra, pero subió Extremoduro… y la volvimos a cagar.

¿Tú te imaginas al heavy metal, en este país, como una cosa aceptada, no marginal?

C: No. Además yo creo que una de las bases por la que el heavy en su día triunfó, fue por el estereotipo. Tú te sentías identificado con esa manera de pensar y de vestir. Era una tribu.

Pero las tribus pasaron a la historia, ¿no?

C: Sí, yo creo que ya no hay tribus urbanas. Todo está muy mezclado. Ahora ves a un heavy yendo a una discoteca de bakalao en un momento dado, o a un bakaladero en un concierto de Barón Rojo, y además ¡es que tiene que ser así! ¿Qué tiene que ver cómo tú vayas a cómo te sientas ? Pienso que no tiene nada que ver, de hecho, yo tenía una melena mucho más larga y me la voy a cortar, incluso a lo mejor me rapo; el pelo me estorba. ¡y eso ya no asusta!. Antes sí, ¡mira con Metallica la que armaron!

Y la gente tiene que acostumbrarse. Yo creo que a un concierto de heavy metal puede ir cualquiera. Yo tengo un crío y dentro de 10 años seguiré yendo a conciertos de heavy metal, aunque vaya con corbata. Y es que los españoles somos la reostia, es el país más reaccionario en ese sentido que hay. No me gusta nada ese aspecto. ¿Por qué no vienen muchas chicas a un concierto de heavy? ¿Por qué van a ver otras cosas y no van a ver heavy? Pues por el mismo estereotipo de siempre, porque su padre le dirá: “¡coño! ¡como te vas a meter ahí, en esa jauría de perros!”, cuando realmente, lo que es una jauría de perros es ir a un concierto de Alejandro Sanz y meterte entre 5000 tías, ¡y tendrían que ver sus padres las burradas que pueden llegar a decir sus niñas!

Mira, yo he llevado a mi mujer a un concierto de Alejandro Sanz, porque a ella le gusta, y me quedé acojonado, yo cuando vi aquello me dije ¡esto sí que es heavy metal!

¿Mucha histérica?

C: Alucinante, decían unas burradas…. (risas)

Así que ¡no se de qué se asustan sus padres!

Extracto del tema “Carne para gusanos” extraído del CD-Single “Un día perfecto” de Motores
11 KHz. Sonido mono.
Formato MP3. 30 segundos aproximadamente. 85 Kbytes
Por cortesía de Motores.

Entrevista realizada por Félix Vera

Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo (sección: ).

Sobre los autores del artículo:

Félix Vera
Escritor, músico y viajero infatigable, ha pasado parte de su vida en Australia y actualmente reside en Alemania. Forma parte del equipo de La Factoría del Ritmo desde el año 1995. Militó como guitarrista en los grupos de rock Containers y Ras con Ras. Ha publicado relatos en diversas revistas y es autor del poemario-rock: "Las Vueltas". Además es uno de los fundadores de la inusual editorial Alas Ediciones, dedicada a promover "literatura que deja manchas".

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