El último y quinto día del Rock in Rio Lisboa era el más interesante (por mis gustos musicales, claro está), y fué el día que me desplacé a la capital lusa para poder observar el show en ese maravilloso parque haciendo de inmenso anfiteatro llamado Bela Vista.
El último y quinto día del Rock in Rio Lisboa era el más interesante (por mis gustos musicales, claro está), y fué el día que me desplacé a la capital lusa para poder observar el show en ese maravilloso parque haciendo de inmenso anfiteatro llamado Bela Vista. Mucha camiseta negra en la entrada del festival, y es que hoy era el día dedícado a la música Metal.
Los primeros en saltar a ese gran escenario denominado Palco Mundo eran los brasileños Soulfly. Eran las siente en punto de la tarde y con un sol de justicia sobre nuestras cabelleras, el ex-Sepultura Max Cavalera (con una guitarra SG negra con bandera de su pais) aparece en escena. Con “ Blood, Fire, War, Hate” empiezan las hostilidades, con un sonido terrorífico por parte de el muro sónico guitarrero realizado por Cavalera-Rizzo tan característico de la banda. “Prophecy” y “Primitive” seguirían la senda de ese sónido tan brutal de la banda. Con un Joe Nunez muy puesto tras los parches, atacarían con el clásico de Sepultura “Refuse Resist”, y es que Max sabe que la audiencia, siempre quiere escuchar algún tema de su banda madre. “Troops of Doom”, “Unleash” y “Attitude”, marcarían una tripleta rompecuellos. Para el final, el super clásico “Roots”, que está vez iría acompañada de “Jump” y para terminar el set acabarían con una estruendosa “Eye for an Eye”.
Lemmy sería el siguiente en subir al Escenario Mundo, con unos Motörhead muy electricos desde el principio del show. Y es que el Sr. Kilmister sabe como calentar al personal, desde su ya mítica primera frase “We are Motörhead, and we play rock and roll!”, antes de soltar ningún riff, aquello parecía un campo de batalla en las primeras filas. “Iron Fist”, “Stay Clean” y “Be my Baby”, serían la tripleta con la que empezó todo. Phil Campbell no paraba de correr de un lada para otro, mientras Mikkey Dee saludaba al personal entre tema y tema. Lemmy con gafas de sol y sombrero de cowboy, estaría muy estático en casi todo el concierto (como casí todos los que dan los ingleses), dedicando Brazil a todos los basileños presentes el el Parque Bela Vista. “Killed By Death”, la tarareada por todos “Ace Of Spades” y una gran “Overkill” con circle pit incluído, cerraron el show de los británicos.
En el segundo escenario tocaban la superbanda de versiones Hail!, formada en estos momentos por Tim “Ripper” Owens a la voces, Andreas Kisser a la guitarra, James Lomenzo a las cuatro cuerdas y Paul Bostaph tras los parches. La verdad es que la banda se dedica a tocar clásicas versiones de sus bandas madres, aunque también habría sitio para algún cover de otros grupos. “Refuse/Resist” de Sepultura abre las hostilidades. La rockera “Hell Bent for Leather” de los Judas y “Symphony Of Destruction” de Megadeth, seguirían el karaoke metalero allí montado. Habría un recuerdo para el gran Dio, recientemente desaparecido, y con “Stand Up and Shout” y “Neon Knights”, recordaron al pequeño gran hombre. Para cerrar el show que mejor que “Territory” de Sepultura y “Aces of Spades” de Motörhead, que unos minutos antes la habían tocado en el primer escenario.
Megadeth haría presencia en el escenario Mundo. Con la vuelta de David Ellesfon al la banda, la verdad, es que estos renovados Megadeth suenan mucho más compactos. Dave Mustaine siempre tan antipático con la platea, arranca con “Trust” y le sigue “In my Darkest Hour”. Chris Broderick es el que actualmente lleva el peso de las guitarras en Megadeth lo cual el sr. Mustaine agradece para centrarse en su voces. Shawn Drover lleva ya más de cinco años en la banda, y eso se nota, ya que se suelta tras los parches, repartiendo estopa en platos y timbales a más no poder.
Los clásicos “Rust In Peace” y “Symphony Of Destruction” también sonaron en el show, para agradecimiento de sus fans más clásicos. Para cerrar el show sonó “Peace Sells… (But Who’s Buying?)”.
Y era el turno de los cabezas de cartel, los alemanes Rammstein, quienes cerrarían esta edición del 2010 del Rock in Rio Lisboa. Till Lindermann y los suyos están encabezando la mayoría de los festivales de la vieja Europa, y no iba a ser menos en el RIR. Y si, todos los efectos visuales (llamaradas, fuegos de luces, pirotecnia), saltaron a escena con un sonido brutal, marca de la casa. Esa muralla sónica que es ya referencia de los alemanes hizo temblar el suelo del Parque Bela Vista. En cuanto sonó la Intro, la gente no paraba de gritar, y en cuanto sonaron los primeros acordes de Rammlied aquello se vino abajo. Está claro que los alemanes juegan mucho con la teatralidad en sus shows, pero no descuidan para nada su sonido, claro y contundente. Así irian cayendo una tras otra “Keine Lust”, “Feuer Frei”, “Benzin” y “Links 1,2,3”, pero no fue hasta que sonó la mítica “Du Hast” que aquello parecía un incendio sonoro, ya que la pirotecnia que hacen uso en esta canción, llega incluso hasta la mesa de sonido. Todo un espectáculo. Para el final, el viaje del teclista en barca inchable sobre nuestras cabezas mientras sonaba “Haifisch”, uno de los momentos más espectaculares de la noche. “Ich Will” cerraría el show de los alemanes.
Esperamos volver dentro de dos años, a ese vendito Parque Bela Vista, eso sí, deseamos que no sea solo un día dedicado al Metal, y que haya más de un día, si acaso para el rock más clásico.
Fotos por: Jesús Figueirido
