San Pedro Rock 2004: Carpa De San Pedro Alcántara – Marbella (Málaga). 28/03/04

San Pedro Rock 2004: Carpa De San Pedro Alcántara – Marbella (Málaga). 28/03/04
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San Pedro Rock 2004    San Pedro Rock 2004: una fiesta del copón… algo está cambiando en el estado español.

    Cita rockera en el conocido municipio costasoleño marbellí en contraste con las empalagosas fiestas de la jet-set hortera que a menudo atestan las revistas del corazón y los programas de la caja tonta del “marujeo”. Ni los caciques más recalcitrantes podrán desterrar a los chicos del rock ni a los caballeros de Neón que noche tras noche y gala tras gala nos hacen vibrar al ritmo del rock duro más cañero y con el mensaje más sincero y veraz del sentimiento de un colectivo, el rockero que está cada vez más harto de tanta corrupción, paro y la consabida manipulación a la que los medios de IN-comunicación hacen alarde como si su mensaje fuese dirigido único y exclusivamente a un rebaño de mansos y serviles corderitos, que saludablemente hemos dejado claro que ¡NO! en las urnas, ¡NO A LA GUERRA! y citando a Julio Anguita, antiguo coordinador de IU, cuyo hijo Julio Anguita Parrado fue asesinado en la guerra de Irak por eso que los “yankies” llaman “error humano”: “MALDITAS SEAN LAS GUERRAS Y LOS CANALLAS QUE LAS HACEN”…¡NO MÁS MENTIRAS!

    Si hubiera que escribir y charlar de grupos luchadores por antonomasia en el estado, sin duda me asaltan a la mente grupos legendarios pioneros del hard rock como Barón Rojo, Asfalto y Obús recientemente protagonistas del excepcional documental “El rock de nuestra transición” de Alfonso Arteseros, periodista de entre periodistas, un documentalista de los mejores con el rigor histórico y la objetividad suficiente para sacar a la luz entrevistas y momentos memorables de la historia política del país más reciente, yendo más allá poniéndole esa dura banda sonora a los veinticinco años de democracia. Otra nueva hornada saldría a mitad de los ochenta, tales como Panzer, Santa o Sobredosis que por desgracia no tendrían el mismo apoyo que sus antecesores, aunque sí que venían apretando grupos de prácticamente los años 1983 u 84 como era el caso de Barricada. Esta banda de Iruña que despuntaba ya como teloneros de Ramoncín en unos comienzos difíciles en los que tuvieron que buscar batera para realizar un cambio forzado en el “line-up” de la banda por la desgraciada muerte de Mikel Astrain. Barricada, herederos directos del rock urbano que practicaban los Coz de los setenta curiosamente el caldo de cultivo de lo que luego sería Barón Rojo. El propio Drogas reconoce su predilección por esta leyenda del rock nacional, o como no, Leño el baluarte del rock callejero y que luego Rosendo Mercado continuaría enarbolando hasta nuestros días tal bandera. Es precisamente Rosendo quien apoyaría a los Barri, en discazos a nivel de producción y maestría rockera donde las haya tales como “No hay tregua” o “No sé que hacer contigo”. Pues bien con todos estos antecedentes se presentaba la edición rockera del festival San Pedro Rock. Y precisamente serían trallazos de estos discos imprescindibles de mediados de los ochenta, como “Todos mirando”, “Ocupación” o “Campo amargo” los que se irían desgranando a lo largo de la noche tormentosa, menos mal que para una vez se habían previsto lluvias y la carpa ante las inclemencias del tiempo cumplió sus funciones a la perfección.

   Antes habrían tenido su momento de gloria los teloneros Natura, Ganjazz, Pepe Chapman & los Malajes en donde se dieron citas diversas formas de entender música desde el rock fusión con bastantes influencias a bandas setenteras y sinfónicas tal vez de forma fortuita por usar instrumentos de vientos y ritmos de aquellos dorados años del rock progresivo. Inclusive se dieron citas ritmos más extremos más cercanos a sonidos “thrash”, hubo un bis en homenaje a Black Sabbath, ¡menuda paranoia! Aunque sin duda los reyes de la noche eran los cabezas cartel, los esperedísimos Barri. A grito pelado de Barricada, palmas y brazos en alto trancurrirían los prolegómenos de la mayor descarga que recuerdo del grupo pamplonica en los últimos tiempos y que se les ve muy motivados presentando nuevas canciones del último trabajo “Hombre mate a hombre”. Decidieron abrir con mucho acierto con “Rojo” y “Bajo control” y conforme transcurría la noche irían cayendo temas que ya son considerados parte de los clásicos del rock de la siempre maltratada escena nacional. Unos cientos de fans venidos de localidades cercanas como Cádiz, Sevilla y la provincia de Málaga o “locos” como los tres “expedicionarios” que nos metimos unos cuantos kilómetros desde la capital a base de trenes de cercanías y autobuses por un tubo, más concretamente dos autobuses urbanos, un tren y un interurbano.. eso y las mismas dosis de emoción e ilusión por volver a reverdecer viejos laureles y como no, vivir un festival que merecería tener más continuidad, toda una celebración del buen rollo y el buen rock and roll, ¡larga vida!

   Para mí los momentos álgidos además de algunos de los temas ya citados se darían con “Animal caliente” o “En blanco y negro” o en los temas finales y de los dos extensos bises con temas como “No hay tregua” o “Esta noche no es para andar por estas calles”. Por supuesto sin olvidarnos de “La hora del carnaval” y temas menos antiguos en el tiempo pero no por ello, exentos de fuerza y ferocidad como “Problemas”. Temas que al igual que “Oveja negra” siguen estando de actualidad por las malas gestiones de los políticos siempre intentando abrir brecha en la ya de por sí marcadas diferencias sociales, en las que su máxima es seguir manteniendo su status quo intacto, su nivel de vida esteriotipado, aburrido y podrido de dinero a costa de pisotear al personal, debe existir por tanto un tercer mundo al que explotar. Un tema muy comprometido socialmente en estos temas es la buenísima “Víctima” que por cierto sirvió de telón de fondo para “espantar” a la poca bofia que estaba presente en el concierto, todo hay que decirlo un concierto en el que reinó la camaradería entre el público y Barricada, un feed-back muy emotivo que hizo que la banda hiciera un concierto larguísimo cercano a las tres horas de actuación. Trallazo tras trallazo que mantuvo el clímax bien alto durante todo el bolo. En toda esta descarga tan cañera hubo un momento para la relajación y la nota curiosa, la versión acústica de “Pasión por el ruido” que nos dedicaron Alfredo y Boni. También comentar el buen acompañamiento de Ibi a la batería, que hasta el momento no había podido disfrutar en directo, un “Barri” que se ha ganado el puesto a base de pundonor y calidad. Ojalá nos veamos pronto en la próxima edición del Viña Rock, ¡salud y rock and roll.

Entrevista por: José Francisco Fernández de Guevara Ferri
(Fecha de publicación: 08/04/2004)

Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo (sección: ).

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