Sôber: Despertar del letargo

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Observaciones: Fotos por cortesía de Warner

Con nueve álbumes en estudio, dos décadas desde que iniciaron su actividad e innumerables conciertos, son una de las bandas de referencia del metal en nuestro país. Ahora tienen muy reciente la publicación de su álbum, “Letargo”, con nuevas y emocionantes canciones que ya están presentando en directo.

Como una fiera que lleva meses hibernando y al despertar abres sus fauces para comerse el mundo. Esa es la portada del nuevo disco de los madrileños Sôber, que muestra bien a las claras las intenciones de este ya veterano grupo con su nuevo lanzamiento. Grabado en los estudios Cube de Madrid bajo la supervisión de su inseparable Alberto Seara (Flor, el quinto Sôber), ponen sobre la mesa un trabajo con una excelente producción musical con temas como “Insecto”, “Capricho” o el propio “Letargo”, que tienen aromas de convertirse en fijos de aquí a la eternidad en las descargas en directo del cuarteto metalero.

Días atrás tuvimos la oportunidad de hablar un rato con Carlos Escobedo y Manu Reyes sobre el reciente estreno de Letargo y la gira de presentación que les llevará a lo largo y ancho del país.

SôberLa primera pregunta es obligatoria y rutinaria. ¿Cómo está Sôber? ¿Cómo está funcionando la marcha del disco?

Estamos en un momento bastante dulce. La acogida del disco, no solo a nivel de medios de comunicación (que es muy importante), sino sobre todo a nivel de fans ha sido muy buena. Lo hemos podido comprobar en los dos primeros conciertos de la gira, donde transcurridas solo dos semanas desde el lanzamiento del trabajo, la gente se sabe de memoria las nuevas canciones. Y esta es la parte más gratificante para un músico, que no te quepa duda.

Han pasado tres años desde vuestro anterior “Superbia”. ¿Por qué ha pasado tanto tiempo desde el anterior lanzamiento?

En esto de la música, hay discos que surgen más rápidos y otros que tardan más en elaborarse. Sôber sigue la filosofía de que saca disco cuando tiene algo que decir. No tenemos presión ni de discográficas ni seguimos ninguna pauta que nos obligue a ello. Sacamos disco cuando tenemos un proyecto que presentar al público, que es a quien debemos respeto. Nunca se sabe lo que tardaremos en sacar el siguiente.

Vuestros tres anteriores discos han sido editados por Sony-LastTour, Universal, Musixx y ahora dais el salto a Warner. ¿Sois culo de mal asiento en cuanto a las discográficas? ¿Qué os ofrece Warner?

“Superbia” fue una aventura que hicimos conjuntamente con LastTour y Sony. De él guardamos cosas positivas y cosas no tan gratificantes. En lo que sí estaremos de acuerdo es en que, tradicionalmente, quien mejor ha tratado a los grupos de rock ha sido Warner. Cuando se nos planteó el asunto, nos reunimos con ellos y llegamos en seguida a un acuerdo. Y, tanto Warner como nosotros, estamos muy satisfechos de cómo está funcionando el proyecto. Sôber está encantado de formar parte del elenco de grupos que trabajan con esta discográfica, pues saben comprenderlos y la sinergia es siempre positiva. No obstante, somos de los que pensamos que en la música hay que moverse. La gente en las discográficas también cambia y rota. Es necesario que haya feeling con la gente que está en las discográficas, más que con la propia marca y siempre tienes que contar con ese alguien que se crea tu proyecto.

La portada del disco es un oso pintado por Antonio Bernardini (guitarra de Sôber). Siempre os habéis caracterizado por decantaros por portadas de discos cuanto menos imaginativas, como en el caso de “De aquí a la eternidad” (salen vuestra niñas), “Superbia” (portada en 3D)…

La portada fue surgiendo durante la grabación del disco. Conforme iba tomando cuerpo la idea del disco, su nombre y otras historias, Antonio se presentó un día con el boceto, que fue perfeccionando en los ratos muertos de las grabaciones. Es algo curioso (cuanto menos) que sea un propio miembro del grupo el que ha elaborado la portada y, sobre todo, utilizando una técnica (punteado a bolígrafo) tan compleja. Si casi se deja los ojos pintándola…

Presentáis un trabajo que, desde mi punto de vista, es el más ecléctico de los que hasta ahora habéis publicado. Encuentro influencias de vuestros dos primeros discos (“Morfología” y “Síntesis”, como en el tema “Fugaz”), elementos de “Paradysso” (en la canción de “Letargo”) y sobre todo muchos reflejos de “Reddo” (sobre todo en la pista de “Insecto”).

Nosotros teníamos una totalidad de veinticinco canciones y, de ellas, hemos ido eligiendo aquellas que, siendo una cañera, otra más melódica, compusieran un disco muy variado. A día de hoy, siendo más objetivos, sí que somos capaces de ver que hay canciones que nos recuerdan a “Morfología” u otros temas que nos retrotraen a la época de “Síntesis”. En lo bueno que tiene un grupo que lleva ya veinte años sobre los escenarios y que, de esta manera, demuestra que ha sido fiel a su idea de partida, aunque dándole una vuelta de tuerca a todo con el fin de mejorar la producción musical e instrumental, los detalles y otras cosas que lo adapten a los tiempos que corren.

SôberTema Letras. Siempre tenéis algún tema dedicado al despecho o el desamor (“Insecto”, “La Nube”). ¿Hay algún amor mal curado?

Hombre, todos en nuestra vida y en lo relativo al amor hacia alguien o algo, te has llevado una decepción. Y que mejor manera que plasmarlo en una canción, para dar salida a ese sentimiento. Sôber siempre intentan incluir un par de canciones en sus discos para poner de manifiesto este tipo de rencor y decir que ahí te quedas, que yo sigo adelante. Hay que cerrar la herida.

El tema “Unax” llama la atención sobre su trasfondo. ¿De dónde parte la idea? ¿Ha dejado el rock de ser vehículo transmisor de problemas sociales?

El rock es el vehículo conductor ideal para reflejar este tipo de historias. “Unax” parte de la idea de una persona que es músico y que tiene un hijo que tiene un problema. Él se rodea de su gente y sus amigos (que son músicos) para que le ayuden a llamar a la puerta de gente que, de manera altruista, ponen su granito de arena y consiguen reunir en menos de un mes el dinero suficiente como para poder sufragar la operación sin ni si quiera llegar a tener que montar el festival que estábamos planificando. Fue un mes cargado de emociones, ya que los que somos padres empatizamos en seguida con este tipo de historias. A nosotros no se nos ocurrió mejor idea que escribir una canción e intentar plasmar lo que había sido esta historia. El otro día me llamó el padre para decirme que, al escuchar la canción, se le pusieron los pelos de punta.

“Tal día como hoy” es un tema duro y de recuerdo. ¿De dónde parte la idea?

La idea parte de una carta escrita por un hijo a un padre que había fallecido hace tiempo y que al que le quedaron muchas cosas que contar. A medida que vas creciendo te vas dando cuenta de cómo nos parecemos a nuestros padres y con frases como “..nunca mis defectos fueron tus fracasos…” queremos exponer pues que las cosas que hacemo.s mal no es achacable a nuestros progenitores. La historia es real, basada en un amigo malagueño.

En vuestros dos últimos discos recurrís a coros vocales (corales). Dado que vuestra música tiene una alta carga instrumental: ¿os habéis planteado alguna vez grabar algo tipo a lo que ya han hecho otros grupos con orquestas sinfónicas (Metallica, Scorpions).

Esa es una espinita que tenemos clavada. Es una cosa que nos encanta lo de combinar el rock clásico con la parte sinfónica y emocional de las cuerdas. La música de Sôber combina muy bien con la parte instrumental en canciones como “Capricho” y eso que no son instrumentos reales. Después de ver a Kiss, Metallica o Scorpions, para hacerlo, hay que alcanzar, como mínimo ese nivel.

Los primeros días hubo cierta polémica por unas declaraciones tergiversadas por el medio que las publico…

Cuando un grupo está en el punto de mira y un medio no especializado busca un titular, surgen este tipo de cosas. En esas declaraciones nosotros queríamos comentar que llevábamos mucho tiempo ensayando el disco nuevo y, como cualquier banda, aunque hayas tocado tu canción veinte mil veces, una canción siempre tienes que ensayarla una vez más antes de un concierto. Y nosotros hemos visto ensayar “Ride the lighting” a Metallica y tener que parar a la mitad de la canción porque había algo que no estaba saliendo bien. Pero de ahí a decir lo dijeron, cuando nuestra admiración por Metallica y Judas Priest siempre ha sido patente…

SôberVuestra gira que acabáis de comenzar se extiende a lo largo y ancho de la piel de toro. Sin embargo, es de esperar que deis el salto, de nuevo a Iberoamérica. ¿Será esta la ocasión de reafirmar a Sôber en el mercado latino? ¿Por qué os está costando tanto?

Nos está costando que salga algo como nosotros queremos que salga. Tenemos mucho público (varios clubs de fans), pero queremos ir con un show que merezca la pena y que les merezca a los que están allí. Ya son tres veces las que hemos estado allí y creo que hemos dejado un poso muy interesante. Estamos dando forma y creemos que esta semana estará cerrado un acuerdo con una oficina de management de allí que nos haga no ir a la aventura y que volvamos desanimados, como vuelven muchas bandas. Porque las cosas allí son diferentes a las de aquí.

Ya habéis visitado, en ocasiones, Londres pero cantando en castellano. Dado que vuestra música tiene esa componente musical tan contundente: ¿os habéis planteado cantar alguna vez en inglés (ya hicisteis vuestros pinitos con Mirror´s way)?

Hemos hecho algunos pinitos con versiones de homenaje a Judas Priest u Ozzy Osbourne pero cuando componemos, lo hacemos siempre pensando en castellano, por lo que esta idea, de momento, no entra dentro de nuestros planes.

Vuestros discos mantienen la curiosidad de seguirse titulando con una única palabra, ¿de dónde viene esa idea?

Lo que intentamos con los títulos es incluir en esta palabra el sentido completo del álbum. Encontrar una palabra única es complicado. Esta vez nos hemos alejado del latinismo y creemos que Letargo resume bien a las claras cual ha sido el momento que ha vivido Sôber y el momento por el que está discurriendo la soledad, pero sin ningún carácter peyorativo.

Volviendo la vista atrás ¿qué queda de esos chicos que entre canalón y canalón, soñaban con tocar frente a un público que les aclamara?

SôberYo creo que nos queda todo. Seguimos con la mismo ilusión y los mismos sueños, esa necesidad de comunicar con el público. Estamos muy contentos de arrancar una gira, de que la gente te siga y se sepa tus canciones.

Si volvierais a la gatera de Checo a tocar soy un Gnomo, ¿qué cambiaríais?

Hombre, teniendo canciones propias, quizá no tocaríamos la de David el Gnomo. Pero no cambiaríamos nada.

¿Qué tipo de simbiosis hay entre Sôber y el pueblo de Villanueva de la Vera?

Para nosotros Villanueva es esencial en que seamos a día de hoy lo que somos. Allí se generó el caldo de cultivo necesario para que hoy Sôber exista. Allí ha crecido nuestra parte musical. En un pueblo tan pequeño había cuatro grupos musicales, locales de ensayo y gracias a ello nosotros estamos ahí. También creemos que Villanueva se siente parte de Sôber y así queda mostrado todos los veranos en el Festival de la Juventud.

Tras el paréntesis de “Reddo”, formáis Savia y Skizoo. ¿Qué queda de ellas en lo nuevo de Sôber?

Cuando las personas que forman Sôber son las mismas que forman Savia y Skizoo, es difícil no encontrar algo de ellos en lo que ha venido a continuación. Para nosotros ambas experiencias han sido muy importantes y claro que es fácil encontrarse riffs de guitarra típicos de Skizoo en los nuevos temas de Sôber o canciones como Unax que te acercan a Savia.

¿Qué opináis de la situación actual del país?

De política entendemos poco, por lo que hay poco que decir. La sociedad tiene que cambiar y reaccionar y no esperar a que nos digan que ha subido la luz, el impuesto este o lo que sea. En nuestro día a día tenemos que buscar siempre un punto de motivación.

¿Cómo veis el panorama musical en España?. Dado que los grandes festivales se han venido abajo (enVivo, Sonisphere, Rock in Rio), ¿hay que volver a la cultura de la sala pequeña?

Nosotros salimos de las salas pequeñas y ahora volvemos a ellas. Durante un tiempo y, con los festivales, era posible ver en dos horas y por 30€ a varios de tus grupos favoritos. Sin embargo, luego los grupos nos quejábamos de que no había habido tiempo para pruebas y que las cosas no suenan como te esperabas. Nosotros siempre hemos apostado por el tema de las salas, donde la calidad del sonido es mejor. Hay festivales que sí han conseguido consolidarse como ViñaRock pero otros mismos se aprovecharon del momento y ahora se han caído. A nosotros nos han dicho promotores de festivales que a ellos la música se las traía floja y que lo que querían era vender el mayor número de cervezas.

El futuro de la música (y de los músicos), ¿está en los directos?

Completamente de acuerdo. Aunque tengamos la suerte de seguir vendiendo discos, el directo no se puede piratear y es ahí donde cada grupo demuestra su poderío. El público lo valora mucho.

Sois un grupo que soléis colaborar con gente que están empezando, ¿qué podéis recomendarnos de la escena emergente del Rock estatal?

Contrabanda, sin duda alguna. Nos acompañarán en algunos conciertos y encima son de Móstoles. Les daremos esa oportunidad y seguro que la aprovecharán.

Vosotros que sois más padres, ¿recomendaríais a vuestros hijos ser músicos?

En esta vida no hay que recomendar y sí dejar que lo de cada uno fluya según vaya saliendo. Hay padres que quieren que sus hijos sean un puro reflejo de ellos mismos mientras que otros justo quieren lo contrario. Nosotros somos de los que pensamos que hay que dejar total libertad.

SôberPara ir terminando, hasta ahora ¿qué es lo más bonito que os ha dado Sôber?

El público, sin duda alguna. La respuesta que estamos teniendo nos ha dado la oportunidad de comunicarnos con ellos, de ver que compartimos muchas con ellos. Y es que aunque te puedan considerar una Rock Star, luego se sorprenden del parecido que hay entre ellos y nosotros. Y se identifican con las letras, las canciones…

¿Y el peor inconveniente?

Lo que peor se lleva en este mundillo es el tema de viajar tanto. Aunque nosotros somos de los que nos concedemos esos momentos de descanso y de familia para recargar pilas. Creo que eso lo hemos aprendido de errores del pasado y de otros grupos, como bandas que se han deshecho por drogas y otros asuntos oscuros. Este camino hay que disfrutarlo, controlando los excesos.

¿Qué le queda a Sôber por hacer?

Pues muchas cosas. Aunque llevemos más de veinte años en esto, hay mucho que decir todavía. Al acabar un disco parece que te enfrentas a un vacio, pero es coger la guitarra y ya están surgiendo cosas.

La Factoría del Ritmo quiere dar las gracias al grupo por su colaboración para poder realizar esta entrevista y a María (de Asalto Sonoro) por facilitar dicho encuentro.

Enlaces de interés:

Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo (sección: ).

Sobre los autores del artículo:

Alfonso Fernández
Apasionado del rock más duro y experto en el Bosón de Higgs, que ha mamado y amado la música desde la cuna. El flechazo del rock le atravesó hace ya tres décadas. Militó como guitarrista en el grupo de rock Containers, aunque también le van otros estilos y tendencias, incluído el folklore. Forma parte del equipo de La Factoría del Ritmo desde el año 2009.

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