Un grande del jazz, tocando entusiasmado para apenas 150 personas. La magia de la música en estado puro.
“Error funesto es decir que hay que comprender la música para gozar de ella. La música no se hace, ni debe jamás hacerse para que se comprenda, sino para que se sienta”. Lo dijo hace ya unas décadas el compositor español de música clásica Manuel de Falla. Por el oído y directo al corazón, Stanley Jordan fue fiel a esas palabras e introdujo su música en el interior de cada una de las aproximadamente 150 personas que se reunieron para verle actuar el pasado día 9 de Abril (el 8 también estuvo presente) en la Sala Clamores de Madrid.
Alrededor de las 21.30 horas la sala estaba prácticamente habitada por todos los espectadores ávidos de ver a uno de los grandes del jazz actual, uno de los mejores guitarristas del mundo. Un público respetuoso y entregado en un ambiente tranquilo y distendido fue el que acogió a Stanley Jordan en su salida al escenario cerca de las 22 horas, y el que le acompañó cerca de dos horas y media de actuación.
El protagonista de la noche abrió su repertorio con “All the children”, uno de los temas más destacados de su disco “Magic Touch”, creando una atmósfera donde lo único que se respiraba era la música que transmitía el genio, quien, por cierto, pidió al público que se abstuviera de fumar debido a una alergia.
Tras unos cuantos temas más, y un pequeño descanso, Stanley volvió al escenario para sentarse al piano y deslizar sus dedos por las teclas del mismo mientras la otra mano prefería hacer contacto con la guitarra, y alternar de vez en cuando con el piano. Creó un algo inmaterial formado por una mezcla de habilidad, inteligencia y velocidad que caló de lleno en el espectador.
Con “Stairway to heaven” Jordan trajo por unos minutos a Clamores a Jimmy Page e hizo disfrutar a todos los asistentes con su particular versión. Sin duda, fue uno de los momentos culminantes de la velada y consecuentemente el público supo agradecérselo con una gran ovación. Hubo tiempo también para homenajear a Los Escarabajos de Liverpool, con dos clásicos como “Eleonor´s Rigby” o la ya ultraversionada “Yesterday”.
Stanley Jordan ofreció una gran actuación y supo conectar a la perfección con los asistentes, ¿Por qué?. Porque para transmitir hay que disfrutar, y este artista supo hacer ver que la guitarra es una extremidad más de la que nunca se separa. Estén atentos porque en dos años ya ha visitado España tres veces. Se le recibirá nuevamente con los brazos abiertos.
Breve reseña biográfica
Stanley Jordan es actualmente un maestro en la técnica de tapping, consistente en presionar las cuerdas con las dos manos, en lugar de la tradicional de rasgar con los dedos de una mano y presionar las cuerdas contra el mástil con los dedos de la otra. De esta forma, consigue reproducir el sonido de dos y hasta tres guitarras o de acompañar el sonido principal con líneas de bajo. Stanley comenzó a tocar en las calles de Nueva York hasta que fue fichado por Blue Note Records, lanzando “Magic Touch”, que obtuvo dos nominaciones a los Grammy y permaneció en las listas de discos más vendidos de jazz en EE.UU. durante casi un año.
