PEMOC
son las siglas de una asociación de reciente
creación y que corresponden a las palabras
"Periodistas Especializados en Música,
Ocio y Cultura". El objetivo es lograr un nivel
de respeto legítimo hacia la actividad de las
personas que ejercen el periodismo en prensa, radio,
televisión y los medios digitales vinculado
a la cultura, el ocio y la música.
Recientemente
esta asociación ha lanzado un manifiesto que
denuncia la manipulación y alienación
que supone el programa Operación Triunfo y
todo lo que se mueve a su alrededor.
En
La Factoría del Ritmo estamos de acuerdo con
el grueso del manifiesto y aquí os lo ofrecemos,
esperando que sea un buen medio para la reflexión:
MANIFIESTO:
"OTRO TIMO NO"
Corren
malos tiempos para la música. Como cualquier
otra manifestación actual de la cultura popular,
la música se sostiene sobre dos columnas: el
arte y el negocio. Ambos se necesitan. Sin el negocio,
la música no llegaría hasta la gente.
Sin música, sin compositores, sin intérpretes,
sin talento, sin arte al fin y al cabo, el negocio
no tendría nada que vender. Hoy, sin embargo,
esta ley ha sido alterada profundamente. En el panorama
actual, el negocio lo ocupa casi todo, mientras que
la música tiende a ser substituida por un sucedáneo
que da el pego.
La
última maniobra en este sentido lleva por título
"Operación Triunfo".
Lo
que hay es lo que se ve: "Operación Triunfo"
no es más que negocio puro y duro, un programa
de televisión en el que se ventilan muchos
millones sin ninguna otra consideración al
margen. Hasta ahí, todo normal. Lo perverso
empieza cuando el programa trasciende sus límites
televisivos para entrar a saco en la industria del
disco, cuando se monopoliza la presencia de la música
en televisión, cuando se acapara el mercado
de las galas
Si la televisión pública
se hubiera comprometido en una operación similar
con, digamos, el fútbol, la afición
estaría tirándose de los pelos: varias
horas de "prime time" diariamente dedicadas
a retransmitir partidos entre equipos de fútbol
de barrio. Imagínense a jugadores desconocidos,
auténticos paquetes, disfrutando de la notoriedad
pública de Ronaldo. Imposible. La FIFA, los
jugadores profesionales y, sobre todo, los aficionados
pondrían el grito en el cielo. La música,
sin embargo, calla.
Ante este panomara, PEMOC toma la palabra y DENUNCIA:
PRIMERO:
El desembarco del medio televisivo como herramienta
omnipotente en la fabricación, promoción
y divulgación de "su" música,
de "su" karaoke. Esta maniobra incide negativamente
en las estructuras de la industria, destrozando el
delicado equilibrio entre arte, entretenimiento y
negocio.
SEGUNDO:
La utilización de los enormes medios de la
televisión pública, aquella que pagamos
entre todos con nuestros impuestos, para el lanzamiento
de un negocio estrictamente privado. También
denunciamos la monopolización del "prime
time" para la promoción de los productos
colaterales de ese negocio, quedando fuera de las
horas "buenas" de pantalla cualquier otra
música.
TERCERO:
La falsificación del fenómeno musical
a través de "Operación Triunfo",
haciendo pasar como música de calidad lo que
no son más que ejercicios de amateurs e imitadores.
Nuestras simpatías siempre estarán con
los que comienzan en el azaroso mundo de la música,
incluidos los concursantes de "Operación
Triunfo", pero no con los que orquestan negocios
ventajistas.
CUARTO:
El falseamiento de la mecánica real de una
carrera artística, la censura implacable de
géneros musicales, el adoctrinamiento cultural
y estético, y la valoración de un determinado
tipo de "triunfo" como expresión
de valores pretendidamente sanos. Aquí, mercaderes
y políticos oportunistas se dan la mano.
QUINTO:
Exigimos el reconocimiento de la música como
un bien cultural y no sólo como un objeto de
rentabilidad inmediata. De no reconducirse este sistema
de explotación primaria del negocio musical,
el imperativo comercial acabará dañando
seriamente a los artistas reales.
SEXTO:
Lamentamos comprobar que importantes compañías
discográficas y artístas de prestigio
se apunten a dar credibilidad a una propuesta degradante
por arañar, respectivamente, un dinero facilón
y unos minutos de "prime time". Las consecuencias
inmediatas de estas maniobras catódicas del
Ente son de temer: hundimiento de pequeñas
compañías discográficas, empobrecimiento
del catálogo de las "mayors", reducción
de la oferta musical para el consumidor, etc.
SÉPTIMO:
Hacemos un llamamiento a los medios de comunicación
para que se recupere el sentido crítico ante
esta triunfante falsificación de la realidad.
La manida falacia de que "es lo que el público
demanda" puede acabar llevándonos por
derroteros insoportables.
Porque decir cuidado no es suficiente,
PEMOC pasa a la acción. Por eso, invitamos
a los fans de "Operación Triunfo"
a explorar otras opciones musicales, y les hacemos
una oferta cargada de futuro:
"TE
CAMBIAMOS TU DISCO DE "OPERACIÓN TRIUNFO"
POR UNO DE VERDAD"
El próximo día 17
de diciembre, a las 18de la tarde, en la sala "Taboo",
calle San Vicente Ferrer, 23 de Madrid, tienes la
ocasión de llevar el bulto a la estación.
Allí te esperamos con un montón de buenos
discos entre los que esperamos que encuentres alguno
que te interese. Sólo ofreceremos discos de
artistas originales, músicas con valores propios.
Dejemos fuera de juego las arteras maniobras comerciales,
el morbo del cotilleo y el efecto hipnótico
de la pantalla del televisor.
Desde PEMOC hacemos un llamamiento a todos los estamentos
de la música, empezando por los propios artistas,
para que se adhieran a esta iniciativa a favor de
la música y la salud.
Envíanos,
por favor, tu opinión a nuestro correo mailpemoc@terra.es
Texto:
PEMOC.
(Fecha de la publicación: 12/12/2002)
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