La crónica podría resumirse en una sola palabra: CONCIERTAZO. De verdad, no hay palabras para describir las sensaciones que recorren cada centímetro de tu ser cuando estás ante semejantes genios como lo son Saratoga. Realmente fue fantástico, increíble, nunca había disfrutado tanto en un concierto. Pero vayamos por partes y comencemos por el principio.

   Sonido demoledor e impresionante el que presentaron los "reyes del heavy metal español" en la Sala Azkena de Vitoria. La escena se iluminó, y envueltos en el sonido de una hipnótica introducción saltaron al escenario los miembros de Saratoga. Pronto los instrumentos comenzaron a llenar la sala con la música potentísima del cuarteto: El virtuosismo y potencia de Dani (batería), la solemnidad y la rabia del magnético Niko (bajo), la elegancia sobres las tablas y la potente voz de Leo (cantante) que una vez más demostró ser una auténtica "bestia" en directo, y la maestría de Jero (guitarra) que dio el toque de dinamismo a la actuación dándolo todo como músico y desplegando toda su energía sobre el escenario.

   Con los primeros acordes de 11901, Dani tomó las baquetas entre las aclamaciones del público y tras él Jero y Niko. A continuación, salió Leo provocando desde el principio el delirio del personal, y cantando con su desparpajo innato y su garra vocal. Abrieron el espectáculo con "Mano Izquierda", con un sonido brutalmente alto y con muchas ganas. A continuación temas como "Perro Traidor", "Tras las rejas", "A morir", "rompehuesos", "Heavy metal" ... entre muchas otras, fueron cayendo ante un público entregado en su totalidad que no pararon de corear todas las canciones desde el comienzo del concierto y a partir de ese instante pudimos apreciar un ambiente de participación colectiva, una sintonía con el público y una vinculación con el grupo difícil de expresar con palabras. El sonido inmejorable, las palabras y la voz de Leo directas como nunca que nos hicieron vibrar a todos y compensar el frío de la noche con un estremecedor calor humano que nos arropaba.

   La actuación siguió su ascendente camino con temas como " Las puertas del cielo", " A sangre y fuego", "Oscura la luz", "Charlie se fue, "Mi ciudad"...entre otras. Mención especial merece la canción "Parte de mi" cantada en acústica por Leo solo sobre el escenario, que a pesar de que el sonido no fue excesivamente bueno, la canción destacó por su fuerte carga emotiva, siendo cantada al unísono por todos los seguidores que llenaban la sala creando un ambiente más íntimo entre el público y el escenario. Ya nos había puesto en este estado con un medley de las baladas "Manos unidas" y "Junto a ti", donde Leo en todo momento mantuvo un perfecto dominio entonando notas muy agudas; levantó al público entero con una agresividad inigualable y una puesta en escena admirable.

   Niko y Jero también hicieron gala de su habilidad con sus repectivos instrumentos, demostrando una vez más su talento a modo de "competición" por marcarse el mejor punteo. Dani por su parte tampoco se quedó corto, y nos sorprendió a todos con un original e innovador solo de bateria, en el que demostró una gran mezcla de mecanismo y disciplina.

   El punto final lo pusieron " Ratas" y "Vientos de guerra" con un Leo que " se salió" literalmente. En definitiva, un gran concierto, y unos Saratoga... ¡impresionantes!.

Texto y fotos: Cristina Cuenca.
(Fecha de la publicación: 12/12/2002)