Vuelve el grupo vasco Sagarroi con su quinto disco, un trabajo en el que se consolida la incorporación de la voz femenina de Miren Gaztañaga, que comparte protagonismo con Iñigo Muguruza. En este disco todos los músicos al completo (Carlos Zubikoa está al bajo, Ibán Larreboure a la batería y Asier Ituarte al trombón, melódica y teclados) se muestran seguros y maduros, afrontando con solvencia territorios musicales que pueden considerarse rock, pero donde las influencias de raíz jamaicana son vitales y abundantes. El disco ha sido grabado en Garate Estudio, con Kaki Arkarazo como técnico y masterizado en Mamia Estudio por Jonan Ordorika.
El disco está dedicado al tristemente desaparecido Mikel Laboa y tiene una clara vocación internacional, como lo demuestra el hecho de que sus créditos se incluyan en euskera, francés, español, inglés, alemán, japonés y ruso.