Uff, la verdad es que uno no sabe muy bien qué hacer cuando le llega una maqueta de la cual el propio grupo dice que no es representativa de su sonido actual.
O sea, que el grupo ha evolucionado de sonido. Pues nada, ya tendremos ocasión de comprobarlo, espero. De momento, vamos a hacer un viaje por los orígenes del grupo y analizar su primera maqueta “A Dios Rezando”.
Es normal que todo grupo, cuando empieza se busque un sonido en el que apoyarse. Brutal Noise, se apoyaron en el sonido más clásico del trash metal de los 80. Desde luego, han escuchado a Legion, Metallica, Venom, o los primeros S.A. Ahora bien, la cuestión es cómo lo llevan a la práctica.
Para empezar el grupo ha conseguido un sonido adecuado para que el vocalista se mueva a gusto, pero en algunas se echa de menos más variedad de riffs y matices. Y en esto quizá tenga algo que ver su guitarra solista, un excelente instrumentista pero que a veces se pasa con sus punteos, dando más la impresión de lucimiento personal que de sonido conjuntado. Un ejemplo es “Nino (asesino pervertido) en la cual al final termina excediéndose en sus labores de solista.
Sus letras son contundentes, muy propias del estilo. Duras, sin concesiones, tratan de temas como la decadencia del mundo en “Asco Humano”, la hipocresía católica en “A Dios rezando” o el incesto en “Rasca Papa”.
Pero su mayor ventaja es que sus ritmos y melodías son pegadizas, consiguiendo que aunque el sonido general es un poco pétreo la maqueta se escuche bastante bien de un tirón.
Por cierto, termina la maqueta con un ska-trash muy cachondo sobre los efectos nocivos de esta vida que llevamos los fines de semana tiene sobre un amigo suyo, el tal “Pinzolas”. Eso está bien, no hay que olvidar el sentido del humor.
En fin, supongo que a estas a alturas a ellos no les dirá mucho, pero a ti sí. Si tienes ocasión de verlos ¡no te los pierdas!, porque si ya prometían…..
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Comentario por Félix Vera
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