Revolting Cocks: Ser un capullo o morir

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Prácticamente todo el mundo sabe de la desmedida afición que tienen los integrantes de las bandas de Wax Trax a crear mil y una bandas/proyecto donde unos se mezclan con otros dando la mayoría de las veces un resultado excepcional cuando no sorprendente.

Los tentáculos de la Wax se extienden ya a buena parte del mundo, aunque la mayoría de estos proyectos sean de residencia norteamericana, pero no todos sus miembros son americanos, como luego veremos, lo cual contribuye a crear una atmósfera bastante enrarecida donde tiene lugar nuevas creaciones y fusiones de grupos. También es de todos conocido la gran afición a las pastillas y los fármacos que tiene esta gente en general, algo que puede llegar a comprenderse muy bien si tenemos un cuenta ciertas composiciones de carácter bastante insano que abarrotan los discos de gente como Pigface, 1000 Home Dj’s, Murder Inc. o Lard, de los que quizás debiérais escuchar “I am your Clock” para saber lo que os digo. Pero bueno, no estamos aquí para contar todas estas historias sobre todos estos grupos, sino sobre un proyecto en concreto que tiene mucha más sustancia de la que nos quieren hacer creer sus propios miembros, una especie de híbridos entre los protagonistas de Drugstore Cowboy (por la afición a las cápsulas de colores) y The Mother of Invention (por el cuelgue musical más absoluto) pasados por el tamiz de la electrónica más feroz. Pero comencemos con un poco de historia, que es francamente divertida y atípica.

Cuando lees la biografía de un grupo te sueles encontrar con que se conocieron a través de un anuncio o que eran colegas de hace tiempo que decidieron montar una banda ; pero no es este el caso de los aguerridos y dinamiteros Revolting Cocks, ya que una banda tan poco normal no podía rebajarse a tener un inicio convencional. En una oscura noche por las calles de Chicago se encuentra tres extraños personajes bastante cargados de sustancias varias y con malas intenciones hacia el mundo. Dos de procedencia belga, Luc Van Acker y Richard 23, unos dementes de cuidado que ya estaban dando que hablar como artista en solitario y miembro de Front 242 respectivamente ; el otro, un ciudadano de Marte conocido en los ámbitos terrestres como Al Jourgensen, que ya había facturado un par de maxis con su proyecto personal Ministry. Ante la perspectiva de pasa una noche como otra cualquiera deciden destrozar el bar en el que se encontraban, siendo detenidos por la policía a los pocos minutos entre los airados insultos del cabreado dueño del bar, que no se lo tomó demasiado bien pero que les hizo un gran favor, ya que el nombre salió de uno de esos insultos. El caso es que deciden montar un mecanismo de terror con el cual poder atacar sin pudor a todo tipo de personas e instituciones, al tiempo que fomentar el consumo indiscriminado de estupefacientes, para lo cual se dirigen a la cuna de todo el mal que ronda por las calles de la adormecida Chicago, los estudios Trax. Corría el año 1983.

Tras una temporada de desconexión total y pérdida de contacto con la realidad asistimos al primer paso de la carrera discográfica de Revolting Cocks, incorporados a la indisciplina del renacido sello Wax Trax Records, que ya poseía grabaciones de otras flores raras como los ya mencionados Ministry y Front 242 junto a otros como Minimal Compact, Blackouts o la siempre sorprendente, despreciable y transformista Divine. El formato doce pulgadas es el elegido para dar salida a tres temas bajo el nombre “No Devotion”, un Ep condenado a las listas desde su aparición, pero no a las de superventas, sino a las de discos prohibidos del PMRC, debido fundamentalmente a unas letras irreverentes y a una peculiar forma de entender el humor. Con temas como “Attack ships..” ó “…on Fire” no era dificil augurarles un futuro lleno de escándalos por su aparente machismo y la ya comentada apología del consumo indiscriminado de drogas. Un pequeño parón para componer nuevos temas es aprovechado por el señor Van Acker para editar un disco homónimo, Ministry siguen su camino hacia el futuro estrellato, y Front 242 graban los maaxis “Polticis of Pressure” e “Interception”, en un claro ejemplo de la hiperactividad que rodea a toda esta gente. Lo siguiente en llegar será su debut en LP, “Big Sexy Land” ( un nombre que a mi me recuerda sospechosamente al “Electric Lady Land” de Hendrix), basado en unos ritmos la mar de bailongos junto a esos textos que nos han acostumbrados y en los que se notaba la evolución hacia pastos más irónicos y cínicos. A la gente pareció no gustarle demasiado por esos ritmos demasiado bailables dignos de la secta de la pastilla, puede que también esperasen algo distinto de estos individuos, pero no deja de ser un disco bueno sin más, aunque creando grandes expectativas hacia sus próximas ediciones. Casi inmediatamente después aparece el segundo trabajo Van Acker, un MLp titulado “Heart and Soul” en el más puro estilo psicótico-industrial sólo apto para iniciados.

No tardaremos en ver nuevo maxi de Revolting Cocks publicado, y con nuevo miembro para la banda. “You Often Forget” es el título, y el energúmeno que les junta es William Rieflin, que venía haciendo algunas cosas con Ministry hasta entonces, y que en el single ya aparece como miembro fijo del grupo, lo cual no impide que cuando surge una gira de promoción por México se lo dejen abandonado en Chicago (¡el nunca lo haría !). Para no desentonar en la tierra de los espaldas mojadas se corren unas buenas juergas a base de hierbajos de dudosa procedencia y plantas aromáticas autóctonas, todo ello reforzado con gominolas de colores, las cuales les hacen ver claro cuáles son sus respectivas misiones en la vida. Todos lo ven claro excepto Richard 23, que opta por abandonar el grupo para dedicarse por entero a sus bien amados Front 242, con los que quizá consideró que tenía más futuro. Para los que no lo sepáis, comentar que Richard también abandonó a Front 242 tras una serie de grandes discos, y que ahora se encuentra envuelto junto a un miembro de La Muerte en un brutal proyecto llamado Holy Gang que hasta ahora han editado un MiniCD titulado “Free Tyron Free” ; que una auténtica cafrada recomendable para fans de lo más radical en cuestiones Techno.

El caso es que había que buscar un sustituto adecuado ahora que Richard había desertado, por lo cual cada uno se va por su lado a la caza de todo tipo de desequilibrados mentales capaces de manejar maquinaria pesada o, en su defecto, samplers y secuenciadores. Así aparece en escena Chris Connelly, compositor, poeta, guitarrista y pervertido sexual que desde el primer momento impresiona tanto a Jourgenian que decide darle cobijo y adentrarlo en el mórbido mundo de Revoltin Cocks. Por otro lado también se incorpora Paul Barker, bajista que más tarde se convertiría en alma mater de Ministry pero que por aquel entonces tenía rondándole la cabeza un proyecto llamado Lead Into Gold, completándose así una de las agrupaciones de mentes inestables más completas del mundo. En este intervalo Van Acker edita un maxi junto a Anna Domino llamado “Zanna”, Jourgemen se ejercita en los recién nacidos 1000 Home Dj’s y la Wax Trax realiza uno de los mejores fichajes de su historia, Laibach. Para dejar claro que todo este trajín de músicos y proyectos no ha afectado en lo más mínimo a Revolting Cocks deciden editar un disco en directo y doble, para más injuria, titulado “You Goddamned Son of a Bitch” que viene a confirmar lo que ya casi todo el mundo sabía, estos son una panda de tarados de agárrate que vienen curvas. Todo el insano sentido del humor que son capaces de desarrollar, así como su escaso, pro no decir inexistente, sentido del ridículo quedan reflejados en esta grabación que ya agradó a mucha más gente que “Big…”. Por si fuera poco y no contentos con torturar nuestras castigadas orejas editan una versión en vídeo a la que todavía no le he podido echar un ojo, pero me imagino que debe ser la bomba.

Para su nuevo asalto nos vamos hasta 1988, donde comenzamos con el salto de Ministry a unas cotas de éxito inalcanzadas hasta ahora gracias a “The Land of Rape and Honey”. La Wax ha fichado a Front Line Assembly, My Life with the Thrill Kill Kult y Paidhead, consolidándose junto a Play it Again Sam como uno de los sellos más fuertes en cuestiones Techno e Industrial, y Revolting Cocks vuelven al ataque con “Stainless Steel Providers”, maxi para el cual se realizó el vídeo clip en el que se metían con el arquetipo de Hell’s Angel gordo, conductor de Harley y bebedor de cerveza insaciable. Un clip muy cachondo en el que, ¡oh infamia !, se atrevían a quemar una auténtica Harley Davidson delante de la cámara, te aseguro que si lo ves te reirás un rato, y es que el morro que los colegas le ponen al asunto no es una tontería. Sin esperar demasiado nos sueltan su tercer larga duración, “Beers, Steers and Queers” ; un disco que supura bilis por todos los surcos y, aunque al final la producción dejará el sonido un poco endeble, lleva mucha más caña de la que aparenta. Hombre, no es que se volvieran como Treponem Pal, pero más agresivos y menos bailables sí se les nota. Como sorpresa para mucho machista descerebrado que les seguía hasta entonces, la gira promocional se la marcan junto a las feministas militantes The Mentors. ¿Pero no eran tan machistas estos capullos?. Igual todo era pura ironía, ¿no, membrillo?. Poco tiempo después intentan hacerse con Trent Reznor de Nine Inch Nails para otra gira, pero el asunto no se concreta y nos quedamos sin ver lo que pudo dar de sí esta unión.

Y hasta su siguiente disco vamos a tener que esperar cinco años ni más ni menos, aunque en este periodo de tiempo no permanecieron inactivos ni mucho menos, se dedicaron a hacer nuevos temas, ponerse hasta el culo de pastillas, gorronerarle músicos a Ministry, Pigface y demás bandas del sello Devotion , y menesteres varios demasiado escandalosos para ser descritos aquí. Wax Trax incorporaba en su escudería a (entre otros) Meat Beat Manifesto, A Split Second, los brutales KMFDM de Sascha Kopnieztko y Mark Durantula, y los demenciales Pig. Ministry editaban por aquel entonces “Psalm 69”, el disco que les elevó a los altares del culto undergroud a las listas de ventas, con lo cual Barker Jourgensen y Riflin se debía a la banda madre, dejando un poco de lado a Revolting Cocks. Salvados todos estos inconvenientes retornamos con su cuarto disco, “Linger Ficken’ Good”, y es que ya se salen de madre tanto en texto como en música, formato doble para ocho temas bastante largos en un disco que combina lo que habían expuesto en los anteriores, desde el bailoteo más desenfadado hasta los arranques con más mala leche, todo esto incluyendo nuevos elementos que les dotan de muchísima variedad y versatilidad. Los textos son de alucinar, han llegado hasta cimas aún inexploradas en cuanto a ironía, desfase y perversión, y la verdad es que merece la pena comentar un par, sobre todo “Butcher Flower’s Woman” donde tienen a Connelly elucubrando entre convulsiones sobre su primera experiencia sexual, correas, asfixia y algo de sadismo. “Crakin’ Up” es un clarísimo texto a favor del consumo y no penalización de drogas que recibió airadas críticas del sector más ultraconservador y puritano norteamericano, aunque por supuesto los Cocks no les hicieron ni puto caso. En lo que concierne a Rieflin, se despacha a gusto en “Sergio”, del que por la letra sacarás en claro que es una entidad superior próxima a dios o algo parecido, la verdad es que un poco de aceite pierden los chavales. Impresionante es la palabra para definir la versión que se marcan de Rod Stewart y su “Da Ya Think I’m Sexy ?” pero con texto diferente sobre lubricante y empaste que recita Connelly con una voz de pasado que ni te cuento mientras Jourgensen se encarga de vocear el estribillo a través de su inseparable distorsión. A resaltar la edición en maxi de este tema, que venía envuelto en una funda de plástico que contenía cierta cantidad de un líquido blanquecino y espeso de dudosa procedencia y bastante sospechoso, si lo ves en algún sitio píllalo, que es una auténtica vacilada. En el video, dirigido por Tom Rainone, aparece De Neal, de “La matanza de Texas” y algunos de los personajes de “La Noche de los Muertos Vivientes”, menudo elenco.

Y hasta aquí llega la historia. Supongo que aún tendremos que esperar lo suyo para que saquen otro disco, mientras cada cual se entretiene en lo que puede. Jourgensen, Riflin, Barker y William Tucker están comprometidos con Ministry y sobre todo desde que sacaron su flamente “Filth Pig”, que les va a llavar de gira por todo el mundo y a lo grande. Chris Connelly editó este año un disco en solitario llamado “Shipwrecked” del que ma han hablado muy bien dentro del rollo experimental, y para la gira se llevó a Riflin, Tucker y Chris Bruce. En cuanto a Luc Van Acker, la verdad es que hace tiempo que no se nada de él.

Las últimas noticias que leí sobre Revolting Cocks era que tenían en mente la idea de hacer una versión completa de la opera rock de los Who “Tommy”, aunque a mi personalmente me gustaría verles en directo y que hicieran un disco de versiones de los clásicos del rock más horteras y añejos, a ver qué pasaba. Como anécdota sobre su sentido de la provocación decir que en un concierto en Inglaterra y durante una infernal interpretación se pudo ver a uno de los miembros con una careta de la reina mientras con una mano efectuaban el saludo nazi y con la otra masturbaba un enorme pene que eyaculaba nata sobre las primeras filas, y ante el cual desfilaban todos los demás componentes. Si les defines como banda industrial te pueden dar una auténtica charla sobre el tema, ya que en su caso esta etiqueta les parece del todo ridícula, y son gente que lleva bastante tiempo metida en estas historias, y estoy de acuerdo, con ellos. Se consideran el gran timo del rock’n’roll, pero no te lo creas, detrás de toda la provocación, el desfase y la demencia colectiva hay cuatro discos geniales y muy recomendables si esperas algo más que la caña sin piedad en un grupo que usa ordenadores y guitarras. Sin duda han abierto caminos que ahora otra gente está explotando con mayor éxito, pero Revolting Cocks siempre estarán ahí como precursores de muchas ideas, y en un mundo justo serían superventas, pero si los oyes y te gustan, considérate afortunado. ¿Aún crees que son sexys ?.

Reportaje realizado por Jorge X

Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo (sección: ).

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