Sniper Alley: Sick Sad World

Sniper Alley: Sick Sad World
Protagonista del artículo:
Temática: Estilo:
Discográfica o editorial: Año de publicación:
Concepto: Soporte:
Redactor:
Observaciones: Produlam Records

Herederos del grupo The Grandfuckers, entre sus influencias están Led Zeppelin, Jimi Hendix, MC5, Turbonegro, Hellacopters o Backyard Babies. Lo suyo, inevitablemente, es el rock.

Sniper Alley son un power trío granadino de rock and roll, formado en 2008, de las cenizas del grupo The Grandfuckers. Sus composiciones rezuman aires setenteros de hard rock y blues rock, tirando mucho de efectos sonoros tipo wah y fuzz. Con lo cual dejan claro, que no sólo les interesan como referentes, bandas que pudieran tener influencias de clásicos como Jimi Hendrix o Led Zeppelin, sino también del garage de MC5 o Stooges y sonidos punk rockeros siderales, más de los 90, que bien podrían proceder de Turbonegro, Hellacopters o Backyard Babies. Y es que todo cabe, en la coctelera de sonidos de esta gran banda, que ya tiene tres buenos trabajos anteriores publicados, además del que nos ocupa, donde ya se explayaron y comenzaron a captar seguidores de los sucios sonidos más garajeros, en cuanto a guitarras vertiginosas con buenísimos riffs machacones, que no pueden dejar impasible, ni al más exigente de los headbangers. Gracias a Dani de Microsurco, conocí este buen combo, cuando comenzaba a funcionar por aquel entonces, su álbum de 2009 y de título homónimo al nombre de la banda. En poco tiempo, además tuve la suerte de verlos actuar en vivo en La Casa Invisible de Málaga, con la única pega que quizás les pilló en un periodo veraniego, de esos que en la ciudad, apenas quedaba nadie, pues casi todo el mundo se va lejos a disfrutar de festivales al aire libre, por motivos de trabajo o simplemente, desconectar del ambiente urbanita. Pero el grupo alucinó al personal que allí nos dimos cita y los que se lo perdieron tienen al menos la opción de conocer sus trabajos, gracias al bandcamp del grupo, abajo indicado. Y sobre todo, si tenéis la oportunidad de verlos en vivo, no lo dudéis ni un instante, saldréis sorprendidos y satisfechos.

La esencia del grupo la deja bastante clara la elaboración y producción cada vez más cuidada, a base de tablas y la buena discografía que se han labrado en estos años. Un compendio de todas sus influencias, como si de un cóctel a modo de aperitivo se tratara, lo refleja a la perfección el tema instrumental que abre el disco “Amazing Grace”. Donde destacan los arreglos de viento, que tan bien le queda y le da un toque de música de fanfarria fronterizo. Se nota la mano del productor madrileño Fernando Pardo, conocido por sus trabajos, para bandas como Los Coronas o Sex Museum, además del ingeniero Enrique Bjeta (Hora Zulú, PPM o Sr. Souza). El siguiente corte “Sick Sad World”, enlaza a la perfección, ya cantado por Red Lao, su líder vocal y guitarra solista. El encargado de capitanear esta gran banda, durante estos 9 años de andadura musical, que a pesar de los cambios sufridos en el line-up, no ha perdido ni un ápice de su identidad, ni fiereza. Del disco emana la contundencia y frescura en justas dosis, gracias a que las doce tomas que aparecen en el track-list del disco, fueron grabadas en directo en los estudios FJR de Granada. Esto lo certifican temazos como “Trust No One” o “Third’s Ball Man”, dos canciones que quizás desde ritmos más sincopados y relajados, si es que se les puede denominar así, al menos en comparación con otros temas más duros. Otro tema a destacar, que ya en sí, su título es toda una declaración de intenciones “Fuzz guerrilla”, es hipnótico desde la misma ejecución instrumental, con sus efectos correspondientes, pero la interpretación vocal le da ese punto álgido que lo complementa perfectamente, como si te estuviera casi susurrando con rabia, toda la descarga adrenalítica que te invade y anima a luchar contra todo lo que se te ponga por delante, conforme vas escuchando la canción. Hay temas como “From Sonic To The Glory”, que son llamados a ser tocados en directo sí o sí. Y es que en general, un rock and roll enérgico, como el que nos ocupa, si además de agudizar el ingenio para aprovechar al máximo las oportunidades técnicas del estudio y la sapiencia musical y experiencia del equipo humano por el que se rodearon, para sustituir horas interminables de pistas, por la contundencia del directo más visceral, la ganancia se hace obvia. Y el resultado final optimiza el tiempo invertido. La elegancia tampoco está reñida con el rock salvaje de Sniper Alley, estando presente en “Sonic Imperial” o el tema que sirve para cerrar el disco “To Die For”. Disco lleno de matices, que pueden recordarte a las bandas y en muchos casos, iconos del rock de todos los tiempos, mencionados con anterioridad o nombres que no pueden pasar desapercibidos para cualquier seguidor del rock que abarque desde los 60, como Blue Cheer y termine llegando al stoner rock a medio camino del pasado siglo y el siglo XXI, caso como Nebula o porqué no, la escena neoyorquina encabezada por nombres como New York Dolls o Kiss, éstos últimos en la etapa que nace en el 73 y llega a su apogeo rockero en el 77, cuando Ace Frehley le dio ese sonido ácido, distorsionado y hasta experimental, tan característico a su Les Paul y que ha influido a legiones de guitarristas de multitud de estilos y épocas posteriores. La música es en sí, eso, energía pura y dura, que se va renovando y retroalimentando. Y unos avispados músicos, bajo la denominación de grupo como Sniper Alley, han logrado conseguir una porción del tesoro, de ese maná tan especial y desde ese preciso instante, hacen gala de su talento; aunque, irónicamente de nuevo el underground, vuelva a ser sinónimo de calidad musical, sólo apta para un reducido y exquisito número de seguidores incondicionales. Aunque bandas así, en otras épocas hubieran llenado pabellones, de eso estoy completamente seguro. Desde aquí, les deseamos la mejor de las suertes, por ahora están en buenas manos, en el seno del sello Microsurco de Granada, dirigido por el también promotor Dani. Esperemos que de aquí a no mucho, el talento vuelva a ser tenido en cuenta, como un valor en alza. Entonces, este triste y jodido mundo, se rendirá a los pies de Sniper Alley.
 

Enlaces de interés:

Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo (sección: ).

Sobre los autores del artículo:

Ferri
Músico y periodista. Es guitarrista en el grupo punk The Castro Zombies & The Mutant Phlemg, ha colaborado en diversos medios de comunicación, formando parte del equipo de redactores de La Factoría del Ritmo desde hace más de 15 años. También es el director del sello musical independiente Collector's Series, que ofrece cuidadas ediciones de grupos underground, parte de ellas en vinilo.

Comentarios

Atención: El sistema de comentarios de La Factoría del Ritmo está integrado en Facebook y si los usas, este servicio recogerá y hará tratamiento de datos de datos personales (el mismo que hace al usar Facebook de la manera estándar). Para más información visitar la página de Politica de datos de Facebook y/o nuestra página con la Política de privacidad, protección de datos personales y cookies.