La sueca Lena Malmborg además de cantante y compositora es una gran aficionada al fútbol, deporte que ha practicado durante varios años hasta que una rotura de ligamentos la retiró de su ejercicio. Ahora en su segundo álbum ha tomado su pasión por ese deporte como punto de referencia e inspiración, algo que inunda el arte del disco, y que sirva para que en su interior vierta todos sus gustos y pasiones, aludiendo a los sueños de infancia y empleando el blues para cantar sobre conflictos, hablar sobre el amor y susurrar a las almas solitarias, en piezas aderezadas con pianos, elementos soul y rockabilly.