El Drogas: Enganchado a sus amigos y a la música

Si el que suscribe esta entrevista tuviera un podio virtual donde colocar las que han sido sus tres grandes influencias del rock estatal, en alguno de los tres peldaños estaría Barricada y, más concretamente, su alma mater como era Enrique Villarreal. Tras la salida del bajista de su banda de toda la vida, éste ha orientado sus andanzas musicales hacia diversos palos más alejados de los registros que representaba la música de los Barri. Tras más de treinta años de carrera, decidió montarse una fiesta en casa y a la que invitó a lo más granado del rock en castellano. Esa bacanal musical ha dado como resultado el trabajo “Un día nada más”, donde han quedado registrado para la posteridad las seis horas más movidas de la historia de la capital pamplonica fuera del periodo sanferminero. Tuvimos la oportunidad de charlar brevemente con él, en estos días de presentación de dicho lanzamiento.

Bueno la primera pregunta es la rutinaria ¿Cómo está El Drogas? ¿Tenemos Enrique Villarreal para rato?

Yo estoy bien y también con cuerda para rato, pero no tanto en longevidad sino en intensidad, es decir, que el rato que nos quede que sea para disfrutarlo, como hasta ahora.

Acabas de publicar el directo grabado ese 2 de Julio en tu casa, en Iruña. Dado que las grabaciones en directo siempre son más complejas que las de un disco, ¿ha quedado el producto (en su global) como esperabas (dado además que no eres un entusiasta de este tipo de formatos)? ¿Qué significado tiene este lanzamiento dentro de la extensa discografía de alguien que lleva más de 30 años en este negocio?

El resultado está muy logrado porque ha habido mucha gente trabajando en ello y si suena así no es tanto por mi culpa y sí principalmente por Carlos Raya, que ha sido el que se ha currado el sonido. También tienen gran parte de culpa todos los que me acompañaron, pues todo salió a pedir de boca. Había tantas canciones que, si alguna había que no sonara bien, podría ser sustituida por otra. Además, todos los que estuvieron, lo hicieron bajo el denominado común de la admiración que siento por sus trabajos. El tema de la imagen también está muy logrado y ha habido mucha peña trabajando en pro de ello (luceros, fotógrafos, etc). Yo ahí sí que no tengo nada que ver. Yo, el único mérito que me puedo atribuir, es la formulación del espectáculo, junto al resto de los inconscientes (porque hay que llamarlos así para juntarse conmigo) y trabajadores que me acompañan como banda ya desde la gira de “Demasiado tonto en la corteza”. Y por último el público que, lo primero, salvó el tema económico (algo muy delicado en este tipo de asuntos), al venderse las entradas con tanta anticipación. Y además, salvado este escollo, pudimos pensar en cosas extra que añadir al espectáculo planeado desde el principio. No era intención que hubiera grabación en directo pero, por parte de Warner, entra el mismo equipo que hizo lo de “La tierra está sorda” y decidimos que son la gente ideal para realizar este trabajo.

Contaste con un amplio grupo de amigos que se unieron a vosotros en el escenario (Luz Casal, Carlos Tarque, Carlos Escobedo, Fito, Rosendo) ¿Alguna ausencia especial que querría haber estado pero que por circunstancias no pudo hacerlo? ¿Qué componente hay en todo ello de admiración por tu parte hacia ellos y que parte de tributo de su parte hacia ti (que eres realmente el homenajeado)?

Si que se quedó gente fuera porque, afortunadamente para esta profesión, tenían bolo ese día y no podían acudir. Sí que puedo resaltar el caso de Ariel Roth, que hasta tres días antes, contábamos con su asistencia, pero por problemas técnicos con el disco que también acaba de salir ahora mismo, no pudo finalmente acudir. Hablé con él, que es un todo un caballero del rock, y comprendí perfectamente sus motivos. Con el tiempo, y cuando ha salido el tema de “Frio”, me envió un mensaje para decirme que la que habíamos liado y que le debía una. En cuanto a la admiración que siento por todos los invitados, pues ahí están sus trabajos y su saber estar. Admiro sus composiciones, porque tienen un toque personal para poder transmitir algo. A algunos los conozco más por haber coincidido en un mayor número de veces (Fito, Kutxi Romero), mientras que con otros no había tenido tantas oportunidades de hacerlo (por ejemplo con Quique González) pero a los cuales también reconozco su trabajo y también su forma de ser como persona, pues me han apoyado en temas personales cuando no tenían por qué hacerlo y eso para mí es tan importante como lo otro.

La elección de los temas a tocar para que queden plasmados en un directo tan especial: ¿Cómo se cocina? ¿En base a la importancia del disco? ¿En base a los colaboradores y su predilección por el tema que va a interpretar o bien es algo más aleatorio y menos preparado porque no te gustan las cosas tan matemáticas?

Yo he llevado todas las invitaciones de manera personal. Les llamé particularmente a cada uno de ellos, les expuse los motivos por los que quería que estuvieran ahí e incluso les propuse la canción a interpretar. La mayoría, sin embargo, cambiaron la canción que les propuse (risas…). El hielo ya estaba roto y, a los días, me devolvían la llamada diciéndome que para esa fecha no tenían bolo, que contase con ellos pero que querían este tema en vez del otro. Así que grabábamos el tema en la bajera con la banda, se lo pasábamos con la letra y, a los días les llamaba para ver cuál era su opinión. Unos cuantos llegaron incluso a pasarse por el local para ensayarla (es muy bonito porque ya entran en contacto con la banda).

Pasado el tiempo ¿Cuál creéis que será el mejor recuerdo de ese día?

Bueno, el día en sí fue alucinante. Pero lo puedo resumir en ese momento en el que, tras saludar los cuatro en el escenario y, tras bajar la rampa, ya en ese momento de soledad que te espera en camerinos, te encuentras a los invitados esperándote al pie de la misma y te rodean con un mar de aplausos improvisado. En ese momento, te vienes abajo y es cuando los sentimientos surgen a flor de piel y no puedes reprimir las lágrimas. Todo ello es producto de la tensión típica que arrastra la organización de este tipo de eventos y, que una vez finalizado, surge sin poder evitarlo.

Tras los discos publicados con Barricada en DRO, te moviste a otra discográfica y vuelves a la matriz de DRO que es Warner. ¿Por qué?

Pues, tras hablar por un lado y por otro, creo que es la compañía adecuada para este trabajo. Pero solo tengo firmado para este disco.

Ese día compartiste escenario con gente que además suele ser varios años más joven que tú, ¿cómo te sientes?

A mí me encanta ver, por ejemplo, la actitud que tienen Los Zigarros. Desde el mismo momento que aparecen en el local, se quieren comer el mundo. Es acojonante el conocimiento musical que poseen y el hambre que tienen los hermanos. Además, la gente que me acompaña tienen mucho feeling con ellos. Esa actitud es muy loable.

Si tomamos el concierto como una cierta retrospectiva hacia atrás y como resumen de tu carrera, ¿Hay algo que te hubiera gustado hacer y no has hecho? ¿Cambiaríais algo? ¿Te arrepientes de algo?

Bueno, si tuviera que quitar algo a lo largo de estos años quizá borraría algún disco. Por ejemplo, creo que el último disco en directo de Txarrena sobra. Está motivado porque representa un cierre de ciclo, pues volvía a Barricada, aunque luego pasa lo que pasa. Tampoco estoy muy conforme con el “Salud y Rock&Roll” de Barricada, la recopilación de los singles o bien el tema de la película “Suerte”. Bueno, es poder decir algo. Los demás, los discos de estudio y los directos, los dejaría como están. Pero bueno, todo lo que he hecho me ha servido para aprender algo y, sobretodo, trabajar en lo que es mi oficio y del que estoy muy orgulloso. Inclusive de lo que te he dicho.

¿Con quién te hubiera gustado compartir escenario en alguno de estos 30 y pico años?

Buff, pues con mucha gente. Por ponerte un caso, me gustaría compartir alguna historia con Bunbury algún día, con Albert Pla o, por ejemplo, hacer algo especial con mi amigo Evaristo. O, por ejemplo, pensando en mi hija, hacer algo con Kase.O, pues es ella la que me mantiene al tanto del mundo de la música más actual (yo antes desguazaba mucho el mundo de la música pero ahora ya no). Y, si tuviera que elegir a alguien de fuera, pues con el Tom Waits, Patti Smith o Iggy Pop, por poner el caso y por decir unos cuantos mindundis (o Bob Dylan, si alguien lo encuentra…).

O quizás hubieras preferido poder charlar tranquilamente con Hortensia, Reme o La Tomasa… (protagonistas del libro de “La voz dormida” de Dulce Chacón).

Buff, buff, eso sí que hubiese sido la hostia. Todavía tengo conversaciones con algunas de las rosas que quedan. Sigo aprendiendo del tema, es algo que me apasiona y seguir descubriendo la cantidad de barbaridades que se hicieron, sobre todo por el lado de bando fascista. Quiero abarcar todo lo que sea, seguir leyendo y conociendo. La vida es un camino de aprendizaje y en eso estoy.

¿Eres una persona que da suficiente importancia al contacto con los fans a través de las redes sociales, no? Eres un artista prolijo en cuanto a celebrar conciertos unplugged por cualquier evento social que te parece interesante y supongo que con ese formato de shows se interacciona bastante con la gente.

Bueno, en las redes, de vez en cuando, te encuentras algún tonto al que dichas redes le amplifican su tontería. En esos casos, lo que hago es bloquearlos y punto. Me duele principalmente cuando se meten con las personas que me siguen.

Y ahí están todos esos eventos relacionados con el tema de la memoria histórica donde sueles participar cuando tocas con la banda de la (Des)memoria…

Me parece un tema vergonzante, sobre todo la ignorancia con la que yo trataba ese tema o, mejor dicho, no lo trataba. Una vez arranco con ello, me convierto en una esponja, absorbiendo todo lo que me van contando. Leo muchísimos libros, aunque la chispa que enciende el tema es el libro de Dulce. Tuvimos la suerte de grabar en Zafra el tema de “En la memoria”, también somos afortunados de haber podido realizar la gira de “Sombra que la luz grita” y de poder entrar en institutos y hablar con los alumnos sobre este tema. Con la banda que estoy ahora hemos realizado conciertos más dramatizados (con atrezzo incluido), con versiones más tranquilas para escuchar en ambientes más teatralizados y ahora ya hemos visitado y tocado en sitios representativos como son Pozos de Caudé, en la playa donde estuvo la cárcel de Saturrarán y Santa Cruz de Moya. En Badajoz, por ejemplo, sería la hostia poder entrar en el palacio de congresos y acabar en sitios tan representativos como el Parque de Castelar o el Cerro de San Cristobal (aunque sea del ejército, lo que allí pasó es nuestro). Sería para ir con furgo y amplificador, como nos gustan a nosotros las cosas, todo improvisado.

¿Qué proyectos tienes in mente? ¿Algo musical de nuevo o pretendes seguir con la línea de escritor, donde ya hiciste tus pinitos (“El ojo de la aguja”)? ¿Te vas a volcar más en tu vertiente unplugged, más rhythm&blue y menos eléctrica?

Bueno, todo me interesa pues me encuentro a gusto, pero seguro que volveré a escribir. No sé si será más en el rollo de “Tres puntadas” o bien algo para críos (acabo de ser abuelo por segunda vez y eso me tira y mucho). De cara a la música, he empezado a enfocar de lo que será el siguiente trabajo.

¿Es el rock la parada final de los escritores frustrados o su válvula de escape?

Cuando haces una letra musical quedas cosido a la melodía que lo acompaña y eso normalmente queda bien. Pero en otras ocasiones la musicalidad a una frase se la da la siguiente y no las notas que la acompañan. A mí es que me da apetencia por todo. Si quiero escribir tengo primero que leer a otros autores y eso es un puto placer. Pero si quiero componer me pasa lo mismo.

¿Qué opinas de que le hayan otorgado a Dylan el Premio Nobel?

Me parece bien que se lo den a alguien que, como escritor, tiene su curriculum. Pero, por otro lado, la parafernalia de los Nobel no va mucho conmigo. Hay mucha gente a la que se lo podrían dar y no se lo dan. Y sobre todo, hay cosas que no entiendo, como muchas veces pasa con el Nobel de la Paz. Y evidentemente, la carencia de mujeres premiadas es alarmante (aquí y en otros aspectos de la vida).

En la actualidad se lleva el dar nombre de calles, dar medallas a los artistas del rock. No sé si serás una persona dada a los homenajes pero ¿crees que con este trabajo se salda la deuda histórica del homenaje que la ciudad de Iruña y Navarra tiene con El Drogas y su legado musical?

Pues no lo sé. Yo siempre he sido muy bien tratado en Iruña, pues soy de allí de toda la vida. Yo voy por la calle, la gente me para y me cuenta sus cosas. Para mí ese es el verdadero homenaje. Quería que fuera en Pamplona para poder salir del típico sitio que representa Madrid, donde también me han tratado siempre muy bien. Pero yo es que me pregunto: ¿por qué nos cuesta tanto saber lo que pasa, por ejemplo, en Zaragoza, que está a menos de 200km de Pamplona y donde hay un meneo musical de la leche? Pues eso joder, un poco más de contacto entre la peña.

¿Han creado El Drogas escuela en el Rock Nacional?

Espero que no (risas). Todos venimos de alguien y en mi caso, vengo del mercado. Si alguien disfruta con lo que hago, para mí es un subidón de autoestima brutal, pero yo…vengo del mercado.

La Factoría de Ritmo agradece las facilidades dadas por Enrique Villarreal y la gente de Warner (en especial Ramiro Unceta) para hacer posible esta entrevista.

Interpretación en directo del tema “Frío” (con Fito, Rosendo y Carlos Tarque; versión del tema del grupo Alarma!!!):

Enlaces de interés:

Web oficial de El Drogas