Un álbum debut para un grupo que demuestra una gran madurez, ofreciendo canciones que funcionan por encima de planteamientos teóricos: directas como el rock, accesibles como el pop y efectivas como pocas.
El Nido del Cuco es un proyecto musical liderado por Dani Escamilla "El Pillo" (compositor, voz y guitarra) y Raúl Martínez (letrista), quienes llevan trabajando juntos en distintos conjuntos desde finales de los años 90. El grupo lo completan Ismael Lara (bajo y coros), Jonathan Arguelles (batería) y Eugenio Moreno (guitarra).
Ahora acaban de presentar su álbum debut, publicado por Frank Andrada Music y producido artísticamente por Tofol Martínez.
El estilo de El Nido Del Cuco está en algún lugar a mitad de camino entre el pop con sustancia y el rock urbano menos tópico. En sus canciones hay mensajes sociales no trillados, reflexiones sobre la ética personal del ser humano y textos sobre sueños y anhelos.
Su música no tiene un planteamiento revolucionario, ni es radicalmente original. Pero está en "estado de gracia": con la accesibilidad del pop antes señalado, la dosis de sustancia del también citado rock urbano, la falta de complejos suficiente para utilizar arreglos electrónicos (ni machacones, ni banales, ni experimentales) y un buen acierto a la hora de hacer estrofas solventes y estribillos con gancho.
La buena voz del cantante, el acertado empaqueta del conjunto de instrumentistas y la calidad de los textos hacen que ese "mágico" estado sea posible.
Algunas de las canciones que sobresalen de este álbum son "Toda la verdad" (una crítica a la pasividad del ciudadano medio, que se deja absorber sin resistencia por un día a día alienante), "Un mundo de locos" (arreglos electrónicos muy bien usados para hacer una declaración de principios personal), "Pastillas para la necedad" (un tema incendiario que invita a oponerse a la necedad imperante), "Tu niño sin temor" (una invitación a resucitar al niño que todos los adultos llevamos dentro), "La vida es así" (aliento a los que se oponen a lo preestablecido) o el epílogo final "No te quiero perder" (voz, piano e intensidad lírica). Sin olvidar la efectiva versión de tema "Mediterraneo" de Joan Manuel Serrat, transportado con efectividad al terreno del rock.
Un álbum muy recomendable, que lo mismo puede gustar a los amantes del rock urbano menos conformistas (que están artos de refritos de Leño o Extremoduro), que a quienes siempre han disfrutado del rock con sustancia de Los Enemigos o incluso a cierto sector de los aficionados al pop de los 80 (aquellos que se decantaban por la parte más rockera de Nacha Pop o por bandas como La Granja).
