Presentación del disco “La vida es un milagro”.
Dr. Nelle Karajilic: voz
Her Dralle Draugentaller: teclados y samples
Zoki Milosevic: acordeón y teclado
Dejan Sparavalo: violín
Nesha “Blackbird” Petrovic: saxo
Zoran “Cheda the Guru” Marjanovic: batería y percusión
Goran Popovic “The Pope”: tuba
Ivica Maksimovic: guitarra
Goran Markovski “The head”: bajo
Emir Kusturica: guitarra rítmica
Artista autoinvitado Javier Barden: batería y percusión
Lo primero que me impactó de las películas de Kusturica fue la fotografía, sobre todo en El tiempo de los gitanos. Todos esos parajes desolados y pobres estaban cargados de vivos colores que expresaban una sorprendente y, en un principio inexplicable joie de vivre de las gentes de los Balcanes. Como todos los pueblos que han sufrido largos años las consecuencias de las dictaduras y la pobreza, han desarrollado un sistema cultural propio que trasciende del mero entretenimiento para convertirse en un medio de transmitir sus ideas y sentimientos libremente. En este caso la música Unza Unza, es el medio. Una mezcla explosiva de punk rock, ska, folklore balcánico, música árabe, turca, griega, reggae, swing… (la suya es música para bodas, aunque también existe la de funerales, que ellos no comparten y que es el camino elegido por Goran Bregovic, lo que ha terminado provocando la disolución del mítico tandem de la ya mencionada El tiempo de los gitanos, Gato blanco, gato negro, Underground, Arizona Dreams, La Reina Margot…); el mensaje: La vida es un milagro…
El concierto comienza con una tranquila introducción con un motivo del último disco, a cargo de Kusturica y la casi completa No Smoking Orquesta, que salen al escenario ataviados con pelucas y exóticas vestimentas. Se saludan como si no se hubieran visto en varios días, tendiéndose la mano repetidas veces. Parece que Kusturica va a ejercer de maestro de ceremonias, pero la aparición del Dr. Nelle cambia radicalmente el curso de la noche. Atacan Drang nach osten a un ritmo frenético y la respuesta del publico consiste en no parar de bailar. Le sigue la divertida Upside down, y el alarido punk del nuevo disco, Vasja, en el que Dr. Nelle no para un segundo. Presentó Gato negro, gato blanco en castellano, dedicó Devil in the bussiness class al G8, enloqueció a la concurrencia con Bubamara y algunas de las asistentes dejaron escapar suspiros cuando entonaron Was Romeo really a jerk. When life is a miracle, de fácil estribillo, fue la más coreada de la noche.
Dr. Nelle canta, grita, escenifica las canciones como si fuera una tragedia griega, sale de los límites habituales del escenario, se contorsiona, muestra sus genitales, simula sodomizar al violinista, entra en trance, elige tres o cuatro chicas que le gustan y las invita a subir al escenario, las persigue, pide su colaboración para distintos números… aparte de eso, sabe como hacer funcionar a la banda (que gozan de un estupendo swing para tocar música caliente) y hacer participe al publico. Entre él y Dejan Sparavalo se reparten el peso del concierto, este ultimo haciendo gala de una gran habilidad para la magia, ejecutando números muy divertidos sin dejar de sacar melodías cíngaras de su violín (es capaz de tocar de todas las formas imaginables, en la cabeza, con la boca, con el arco sujeto en la zapatilla, cambiándose de ropa tras un biombo…)
Aún hay más sorpresas, a mitad de la noche, un eufórico Javier Barden consigue que le inviten a subir al escenario y toca un par de temas con la banda. Le presentan como percusionista y Barden, entusiasmado coge un par de baquetas y se pone a tocar disfrutando como un enano.
Kusturica pasa la actuación en un segundo plano como guitarra rítmica, aunque su labor por la banda no es poca. Ha facilitado la difusión de su música por todo el mundo (acaban de regresar de Argentina de donde trae esa camiseta del Che y el Dr. Nelle le presenta como el DiegoArmandoMaradonadelcine mesie Emir Kusturiza) ya que en tiempos peores, no podían tocar en Yugoslavia. Gracias a un premio de una película suya en Cannes logró llevar a la banda al festival. También influye su punto de vista sobre la puesta en escena, aprovechando al máximo las posibilidades del Dr. Nelle y los suyos. Como no sonreír o quedarse boquiabierto ante una guitarra luminosa que gira o un arco gigante en el que podría tocar una orquesta de cuerda al completo y en el que se duelan, musicalmente hablando, Sparavalo y Kusturica.
Tras la pegadiza Karakaj del último disco, los músicos abandonaron la escena, aunque debido a la necesidad imperiosa de más música que habían creado al respetable, no pudieron tomarse mucho tiempo de descanso. Regresar interpretando juntos un tema a capella (acompañados exclusivamente por el acordeón) y despedirse definitivamente con Wanted Man; who will be, who will be…
Esta gira no va a ser muy larga, así que esperamos con ansiedad su próximo regreso a nuestro país para disfrutar nuevamente de este circo musical itinerante que nos devuelve una olvidada mirada de la infancia. Esa mirada receptiva, pícara e inocente a la vez, ansiosa de aventuras que vamos perdiendo con los años, las preocupaciones y las rutinas de la vida.
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